jueves, 12 de septiembre de 2013

Pax Romana, de Yeyo Balbas

Título: Pax Romana

Autor: Yeyo Balbas
Roca Editorial
Primera edición: octubre de 2011
ISBN: 9788499183572
Nº páginas: 604

PAX ROMANA, DE YEYO BALBÁS

Sinopsis:


Año 25 a.C. Tras derrotar a Marco Antonio y Cleopatra, Octavio ha sido nombrado por el senado primer ciudadano de Roma y Augusto. Ahora dirige una guerra encaminada a conquistar a los cántabros y astures, los últimos pueblos no sometidos de Hispania, requisito indispensable para instaurar la ansiada Paz Romana. Sin embargo, la tenaz resistencia autóctona le obligará a solicitar refuerzos desde el sur de la Galia para tomar a su enemigo por la espalda.
  Desembarcada en tierra hostil, la Novena Legión pronto se ganará el sobrenombre de Hispana tras una dura campaña contra las tribus cántabras. Marco Vitruvio Rufiano, ingeniero militar, y sus compañeros de contubernio deberán atravesar el territorio enemigo enfrentándose un líder insurgente llamado Corocuta, por el que Augusto ha ofrecido una enorme recompensa. Este hecho, junto a las fricciones internas, los abocará a una despiadada conjura en torno a la guerra.
Pax Romana es un minucioso retrato de la vida cotidiana de las legiones romanas que nos transporta desde los campos de batalla de Bélgica hasta los bajos fondos de la Suburra y las opulentas mansiones del Palatino. Gracias a una sólida documentación, constituye un interesante retrato de la sociedad que fue testigo de la transición de la Republica al Imperio, así como una vívida recreación de las guerras cántabras.


¿Qué es la Pax Romana?

Pax Romana o Pax Augusta constituye un largo período de paz impuesto por el Imperio Romano a los pueblos vencidos. 

El primer emperador, Augusto, cerró las puertas del templo de Jano, las cuales solo se abrían en tiempos de guerra, cuando creyó haber vencido a cántabros y astures en el año 24 a. C.. Realmente esta guerra se prolongaría hasta el 19 a. C., pero se suele aceptar como fecha de inicio de la Paz Romana el 29 a. C., cuando Augusto proclama oficialmente el final de las guerras civiles, extendiéndose hasta la muerte del emperador Marco Aurelio en el año 180 d.C.).

Se considera que la Paz Romana alcanzó su apogeo durante la dinastía de los Antoninos (96-192 d.C.), marcando una edad dorada que sería recordada de manera nostálgica en los turbulentos siglos posteriores en Occidente. El Imperio alcanzó su máxima extensión en el siglo II, abarcando desde el océano Atlántico en el Oeste hasta el río Tigris en el Este. El comercio se vio favorecido por las cada vez más seguras rutas de comunicación, lo que motivó el bienestar económico imperial. Esta prosperidad se vio reflejada en las ciudades, que se embellecieron y asentaron en detrimento del campo como centros de romanización y de cultura.


La Paz Romana se considera finalizada frente a los grandes disturbios y guerras del siglo III, el cual se caracterizó por una interminable serie de guerras civiles entre varios aspirantes al trono imperial, mientras empeoraba la presión germana y persa en la periferia, llegando a desbordarse periódicamente sobre el Imperio. 

Contexto histórico:

«Durante las dos últimas décadas, los asesinos de César, Bruto y Casio se habían enfrentado a sus herederos Lépido, Octavio y Marco Antonio, y más tarde éstos se disputaron el poder entre sí. Finalmente, Octavio acabó siendo el dueño de la República, pero ahora, Mecenas y Agripa, sus más influyentes allegados, competían por ganarse el favor a costa de sus dos jovencísimos herederos, Marcelo y Tiberio. El primero era hijo de Octavia, hermana del princeps, mientras que el segundo era el fruto de su anterior esposa Livia. Al no tener hijos varones, la precaria salud del gobernante le había obligado a elegir de forma oficiosa a Marcelo como heredero, algo que había enemistado a las dos damas de hierro de la corte imperial.»  (Pág. 56)

Opinión Personal: Francisco J. Portela.


Pax Romana es la ópera prima del escritor cántabro Yeyo Balbás (Torrelavega-1972). En ella nos narra cómo la IX Legión es llamada para conquistar el último reducto que les faltaba a los romanos para completar la conquista de la Península Ibérica. Pero también asistiremos a la decadencia de la República que daba sus últimos coletazos para dar paso al Imperio Romano. Octavio Augusto, el primer ciudadano de Roma, el princeps, pasará a la Historia como el artífice de esa tan ansiada paz, cerrando él mismo las puertas del templo de Jano.

Estamos ante una novela de ficción histórica en donde se entremezclan la realidad y los hechos que son fruto de la imaginación del autor. La exhaustiva documentación llevada a cabo para construir esta historia, como lo podemos comprobar en los apuntes finales que nos encontramos en las últimas páginas de la misma, logra que nos traslademos a una época convulsa de la Roma antigua.


A través de dos líneas temporales, un narrador omnisciente nos llevará por los paisajes abruptos de las tierras cántabras, por los que se tendrán que adentrar los legionarios romanos que, en un territorio que conoce a la perfección su enemigo, verán cómo las escaramuzas diezmarán sus filas y les presentarán batalla en campo abierto liderados por un cabecilla al que Roma había puesto precio, Corocuta, pero también por el caos imperante en la capital romana, una urbe en la que se hacinan un millón de personas y en la que, mientras unos malvivían otros nadaban en la opulencia. Todo ello lo iremos presenciando de la mano de Marco Vitruvio  Rufiano, personaje principal de la novela.

Hacía tres años que Marco se había enrolado en el ejército, en el que desempeñaba el cargo de mensor —ingeniero —. Su vida había dado un vuelco desde que fue acogido como hijo adoptivo por el afamado arquitecto Marco Vitruvio Polión. Un episodio ocurrido en el barrio de La Suburra, el más pobre y peligroso de la urbe romana, sería la causa que origine el hecho de pasar a formar parte de esta familia y trasladarse a residir al Quirinal. Es un personaje muy bien caracterizado por el autor, que representa la figura del buen soldado romano, celoso de su trabajo y siempre dispuesto a ayudar a sus camaradas. Sus orígenes en los bajos fondos de Roma y las enseñanzas recibidas posteriormente le servirán para llevarlas a la práctica.

Junto a él nos encontraremos a otros de diferente calado, muchos de ellos con más defectos que virtudes pues su interés está marcado por el enriquecimiento propio a costa de los demás, caso del comerciante Emilio Arvina, o ganarse el favor de Octavio para seguir medrando en su carrera política, como ocurre con el legado Fanio Cepión. Un mosaico variopinto de personajes, alguno de los cuales son reales, como Octavio,  su hijo Tiberio Claudio Nerón, su futuro sucesor y de quien se mofaban por su afición a la bebida o el propio arquitecto Vitruvio Polión.

Yeyo Balbás utilza un estilo directo y un lenguaje sencillo pero cuidado, en el que nos regala unas descripciones que nos ayudan a imaginar claramente las escenas que nos va relatando. En él nos encontraremos a menudo términos en latín que hacen referencia tanto a las distintas actividades y organización social romana, como a términos militares. Nos familiarizaremos con la estructura militar que conforma una legión, la construcción de un campamento o la disposición de los soldados en el campo de batalla. Pero también nos llevará, como un ciudadano más, por la peligrosa Suburra, el Quirinal en donde la comodidad ya empieza a ser patente o el Palatino, en donde residen los más acaudalados de la Roma antigua, sin olvidarnos del Foro, la Vía Sacra o El Campo de Marte.

Pax Romana es una novela de ficción histórica, muy didáctica para el lector, en donde la aventura, la intriga y la corrupción estarán muy presentes. Desde las primeras páginas nos enganchará en su lectura, aunque el ritmo no sea ágil como la mayoría de las novelas de este género. Estamos ante una novela que merece la pena su lectura porque terminaremos conociendo un poco más esa época que supuso el cambio de la República al Imperio.

El autor:

Yeyo Balbás nació en Torrelavega (Cantabria) en 1972) y ha trabajado, durante quince años, en distintos campos de la divulgación histórica, como ilustrador y realizador de documentales y cortometrajes. Tras formar parte del consejo de redacción de Memoria, actualmente colabora en la revista militar Desperta Ferro. Pax Romana es su primera novela publicada.


Fuentes: sinopsis, biografía, y foto del autor, tomadas de la web de Roca Editorial. Las imágenes de Octavio Augusto y Corocuta son tomadas de google imágenes, wikipedia. 

Sobre la IX Legíón os recomiendo un par de películas: Centurión -película rodada en el año 2010, por el director británico Neill Marshall e interpretada por actores como Michael Fassbender, Dominic West o Axelle Carolyne. También La legión del águila, de nacionalidad estadounidense, dirigida por Kevin McDonald, con la interpretación de actores como Dennis Sutherland, Channing Tatum o James Hayes. 

Esta reseña participa en el reto ¡Desafía tu estantería!. 


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