Nota editorial:
El gran friso narrativo de los Episodios Nacionales sirvió
de vehículo a Benito Pérez Galdós (1843-1920) para recrear en él,
novelescamente engarzada, la totalidad de la compleja vida de los españoles
-guerras, política, vida cotidiana, reacciones populares- a lo largo del
agitado siglo XIX. La victoria de las tropas aliadas sobre los ejércitos
napoleónicos en LA BATALLA DE LOS ARAPILES, en las cercanías de Salamanca,
significó un cambio de rumbo irreversible en la Guerra de la Independencia. Gabriel de
Araceli, el pillete gaditano de los días de Trafalgar, acaba en esta entrega
sus trabajos y avatares tras una decisiva actuación en la batalla, cerrando
felizmente su historia y, con ella, la primera serie de los Episodio.
Antecedentes:
Se dice,
se comenta, se escucha, que Don Benito Pérez Galdós es uno de los mejores
escritores del siglo XIX. También, que es el máximo exponente de la novela
realista del mismo siglo en lengua española.
Don
Benito nos viene a la memoria cuando escuchamos el titulo de obras como: “Fortunata
y Jacinta, Marianela o Doña Perfecta”, aunque su obra es mucho más prolífera,
figurando entre la misma los famosos “Episodios Nacionales”.
“La
batalla de Arapiles” es uno de tales episodios.
Estamos
hablando de una colección que comprende hasta cuarenta y seis novelas
históricas, que son valoradas como un gran referente. Con su lectura podemos
hacernos idea de los hechos acaecidos durante el siglo XIX.
Los
Episodios se encuentran clasificados en cinco apartados, empezando por la
batalla de Trafalgar y acabando la obra con la Restauración de los borbones en
España, algo que arrastramos hasta nuestros días con la figura de Felipe VI.
La obra
que nos ocupa corresponde en el apartado o clasificación que el afamado autor
realiza sobre la Guerra de Independencia.
Si no
conocéis a nuestro protagonista, Grabriel Araceli, pronto os será alguien
cercano cuando os adentréis en la trama que, al margen del hecho histórico, nos
narra Don Benito. Araceli, como personaje principal de la obra, interviene en
primera línea de fuego en la sangrienta batalla, en el cerro grande de los
Arapiles, quien actúa de forma heroica al aferrarse a la bandera francesa
lograda al enemigo y ser herido en un costado, dando lugar a la victoria del ejército
aliado, compuesto por españoles, ingleses y portugueses sobre las tropas
imperiales napoleónicas.
Argumento: (Fuente Wiki)
El ejército aliado, formado por españoles, portugueses y británicos al
mando de Lord Wellington, se
encuentra en las proximidades de Salamanca, que todavía está
en poder de los franceses. Una joven noble inglesa, miss Fly, se pasea
libremente entre las tropas respetada por sus compatriotas y ante el estupor de
los españoles, poco acostumbrados a que las mujeres dispongan de este tipo de
libertades.
Miss Fly
es una romántica enferma de literatura, y enseguida cree ver en Gabriel la
reencarnación de los viejos ideales medievales del honor, la virtud y el
sacrificio, de modo que se encapricha de él. Gabriel se entera de que Inés y
Santorcaz están viviendo en Salamanca, de modo que se presenta voluntario para
una suicida misión de espionaje al lugar, ya que Wellington quiere conocer las
defensas que los franceses han preparado antes de proceder al asalto.
Miss Fly
se empeña en acompañar a Gabriel, pero éste la despista al poco de partir y
llega sólo a Salamanca, disfrazado de campesino. Después de no pocos problemas,
consigue su objetivo militar y, además, se acerca al lugar donde vive Inés con
su padre, pero ella se niega a acompañarle ante el estupor de Gabriel. Unos
soldados franceses lo encarcelan acusándolo de espionaje, pero miss Fly lo
salva de una muerte segura al interceder por él ante el coronel Desmarets, que
está al mando de la plaza y es viejo conocido de miss Fly.
Esa noche,
regresan los dos a casa de Inés y Santorcaz, donde Gabriel comprende el motivo
por el que Inés no quiere acompañarle: en los meses que han transcurrido desde
su rapto, ha aprendido a amar a su moribundo padre, en el que todos los demás
no ven sino un monstruo.
Huyen de
la ciudad camuflados con un grupo de masones amigos de Santorcaz. Al regresar
al campamento, y pese al éxito militar de su misión, todos acusan a Gabriel de
haber abusado de miss Fly y lo tratan con una frialdad cercana a la violencia,
incluso lord Wellington o la misma Amaranta, que ha venido desde Madrid para reencontrarse con Inés.
Poco
después comienza la batalla de los Arapiles, con Gabriel en la
vanguardia del ejército aliado. Se comporta con inusitado heroísmo y es herido
gravemente en el combate. Durante su convalecencia, miss Fly le confiesa su
amor e insinúa que ha dejado que corra el rumor del supuesto abuso para que los
dos tengan que ir a Inglaterra y contraer matrimonio. Pero Gabriel sólo tiene
en su pensamiento a Inés. Comprendiendo su derrota, miss Fly aclara la
situación, e Inés y Amaranta llevan a Gabriel a Salamanca, a casa de Santorcaz.
Al final,
Santorcaz, a punto de morir y redimido por el amor de su hija, se arrepiente de
sus fechorías y hace las paces con Amaranta. Se perdonan mutuamente. Gabriel
también le perdona, y ve en don Luis al hombre que él mismo pudo llegar a haber
sido si le hubieran arrebatado a Inés.
Después de
la guerra, Gabriel se casará con Inés, y gracias al patronazgo de la condesa,
ascenderá en el ejército hasta lo más alto.
Opinión:
Me enamoré, sí, de miss Fly, lo reconozco, y luego, luego sentí una
enorme decepción al quedarse compuesta y sin novio y aunque la obra en sí acabó
de forma feliz, personalmente me dejó un sabor agridulce, pero nadie puede
luchar contra el deseo de un autor, porque si no es Dios, se le parece y hace
con su obra y sus personajes lo que le apetece.
Salvados los personajes del propio Araceli, mis Fly y el malo de Santorcaz,
(o no tan malo), he de reconocer que el resto de personajes los he encontrado
bastante blandos, aunque por suerte para la trama son secundarios y sus
apariciones muy esporádicas.
Inés me decepcionó en un inicio, sin embargo, por suerte, cobra fuerza a
medida que avanza la trama, pero qué queréis que os diga, mi predilección sigue
siendo la inglesita indómita.
Reconozco que es una forma tremendamente amena de conocer un trozo de
nuestra historia, aunque en mi opinión, de forma muy subjetiva, pero al fin y
al cabo, dado el tesoro que representa toda su obra, hablamos de una joya que
no puede dejar indiferente a nadie, ya sea por el telón de fondo de la propia
batalla, como de las tramas secundarias que amenizan su lectura.
La obra son muchas en una misma, se trata de una obra histórica,
romántica, de aventuras, sin olvidar el puntito de comedia y la tragedia griega
de la batalla donde miles de cadáveres se amontonan en el cerro alto de los
Arapiles y en el resto del campo de batalla.
En cuanto a las tramas que envuelven la obra, dejando de lado el
romance, es digno de mención la descripción que Don Benito nos regala con la
red de espías, (nuestro Araceli), al entrar en Salamanca para tomar buena nota
de las defensas francesas y allanar la entrada del ejército de Wellington. Por
cierto, si queréis saber más,… leerla.
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