miércoles, 16 de enero de 2013

El Decamerón, de Giovanni Boccaccio

El Decamerón
Autor: Giovanni Boccaccio

Reseña escrita por Fernando Pineda

Para escapar de la peste negra, mortal flagelo que atormentó a toda Europa -en este caso a Florencia- en el año 1348, y también con el propósito de alejarse de las espeluznantes escenas de muerte y dolor presentes por doquier en la ciudad, siete damas y tres caballeros florentinos, todos jóvenes, se refugian en el campo con sus criados y se refugian en una quinta, propiedad de una de ellas. Situados allí, pactan reunirse por las tardes bajo la sombra de una fresca arboleda en el jardín, para narrar e intercambiarse breves historias que ahuyenten sus preocupaciones y les sirvan de agradable y alegre entretenimiento, dejando de lado así la tristeza de la hora.

Como los narradores son diez y cada uno relata un cuento diario, la cuenta de relatos, llega a cien en esos diez días. Los tonos lúgubres de los primeros pasajes, saturados de enfermedad y muerte, encuentran brillante discordancia si reparamos en la vitalidad del primer día, amenizado entre discusiones amables; los juegos y confabulaciones definen las historias de aventura y desilusión narradas los días segundos y tercero.

 
El día cuarto es el día consagrado a amores desdichados y con ello vuelve a apesadumbrarse a ambiente, sin desaparecer totalmente la tristeza en la jornada siguiente. Con la renovación de la alegría del día primero, en la sexta tarde, la narración alcanza los puntos más altos de comicidad. Los tres días que le siguen dan paso a la risa con sus historias siniestras y apocalípticas, pero también picarescas. Finalmente, el último día se pasa revista a todos los temas poniendo de relieve ante todo la capacidad humana de depurar lo impuro y sublimizar lo común y corriente.

El Decamerón es un libro compuesto por cien cuentos, algunos de ellos novelas breves, concluido por Giovanni Boccaccio en 1351, alrededor de tres temas: el amor, la inteligencia humana y la fortuna. Para relacionar estas cien historias, Boccaccio recreó un marco de referencia narrativo o cornice narrativa. Se inicia el relato con una descripción de la peste bubónica (la epidemia de peste negra que sacudió Florencia en 1348, ), lo que motivo a un grupo de siete jóvenes mujeres y tres hombres florentinos por huir de la plaga a refugiarse en una villa en las afueras de Florencia. Emplazados allí, convienen en la necesidad de reunirse por las tardes a la sombra de una fresca arboleda en el jardín, para relatar breves historias que ahuyenten sus preocupaciones y les sirvan de agradable y alegre esparcimiento, olvidando así la angustia del momento. Las historias no son íntegramente imaginación de Bocaccio, sino que acopian parte de la cultura oral italiana, con correlatos de orígenes franceses y latinos. Lo profano recobra una gran trascendencia ya que los protagonistas son seres tangibles y rudimentarios, con sus fallas y sus carencias. Al mismo tiempo, hay una ausencia de crónicas místicas o fantásticas.

La Iglesia Católica llegò a considerar la lectura de este libro como un pecado, seguramente por la inconveniencia que se le imputa a la coexistencia de hombres y mujeres en un ambiente paradisíaco donde Eros dios del amor, se desarrollaría íntegramente caracterizando sus relaciones con la sensualidad y el placer, tanto físico como intelectual. Sin embargo el destino le reservó a Bocaccio un vuelco en la vida que le haría maldecir de su obra más famosa a favor de una vida consagrada a la piedad: la muerte de su amigo Petrarca marcaría un brusco cambio en su actitud, hasta ese momento le habìa prestado poco interés a lo religioso. Pese a su fuerte animadversión durante la última parte de su vida, este libro lo convertiría en el precursor de la prosa italiana. Las reflexiones sombrías de los primeros pasajes, saturadas de enfermedad y muerte, contrastan de forma fulgurante con la fuerza del primer día, transcurrido entre discusiones amables; los juegos y confabulaciones rubrican las historias de aventura y desesperanza narradas los días segundos y tercero.
La relevancia del Decamerón gravita en gran parte en su muy esmerada y mundana prosa, que recreó un modelo a remedar para los futuros escritores del Renacimiento, pero también en haber formado el molde genérico de la futura novela cortesana, no sólo en Italia a través de los llamados novellieri (Franco Sachetti, Mateo Bandello, Gerardi Cinthio etc.) El Decamerón es una obra distintiva, que refiere minuciosamente las consecuencias físicas s, psicológicos y sociales que la peste bubónica ejerció en esa parte de Europa. Los personajes de Boccaccio son seres normales, imperfectos y despojados de cualquier valor noble, caballeresco o cortés; por el contrario sobresaldrán los ladrones, mentirosos e infieles, y la socarronería de los mismos para triunfar en las situaciones referidas; a diferencia de la vieja concepción medieval donde el protagonista o héroe de la historia poseía facultades innatas a su ser, como la belleza o la fuerza, y relacionadas siempre a la nobleza y la divinidad. Finalmente, el fuerte sentido anticlerical de las historias de Boccaccio hace pensar en las épocas que vendrán más adelante, donde los ideales feudales y cristianos serán atacados por las nuevas concepciones que sitúan al hombre como centro del mundo .Toda la obra de Boccaccio es temáticamente medieval en la forma y el gusto; el evidente dualismo de virtud y fortuna surge de las raíces del sentimiento y el pensamiento renacentistas; por ejemplo, si el hombre verdaderamente desea ser noble, debe aceptar la vida tal como es, pero sin aflicción; y ser responsable y consecuente de sus actos.

El Decameron es un libro que contiene otros libros. Dentro de él, siete mujeres y tres hombres, huyendo de la peste negra que flagelaba a Europa, narran cien historias en forma de cuentos, algunos de los cuales son sumamente extensos. El título de la obra se origina en este pequeño trabajo literario que los jóvenes llevan adelante (en griego Deka significa diez, y Hèmèra, días) El tema de los relatos es esencialmente pagano,, incluso licencioso. La prosa del Decameron es muy depurada, como un objeto pulido y reluciente que ha sido pacientemente elaborado por el artista. Los sucesos referidos se cuentan con cierto arrebato medieval, del cual Boccaccio no pudo separarse del todo, ya que la mayoría de los cuentos tienen una fuente más arcaica. Sin embargo, y por otro lado, el Decameron se burla del universo medieval, su sonrisa punzante puede observarse en la carencia de aspectos fantásticos y mitológicos dentro de la obra. De hecho, los superhombres del Decameron son todo menos héroes: prostitutas, embaucadores, cleptómanos, adúlteros y una pródiga fauna de personajes repudiados representan el nudo de las narraciones.

En gran medida, el Decameron vaticina el ataque contra el orden feudal determinado, donde el hombre común comienza a cobrar sentido dentro de un mundo sombrío y signado por la diferencia de clases. El Decameron sólo pudo escribirse en ese momento, casi cuando concluía la Edad Media (fue terminado en 1351). Toda la obra de Boccaccio es gótico en la forma y el gusto; la marcada dualidad de virtud y fortuna emerge desde lo mas profundo del sentimiento y el pensamiento renacentistas; por ejemplo, si el hombre realmente anhela ser noble, debe consentir la vida tal como es, pero sin espacio para la amargura; y ser responsable y consciente de sus actos. Así pues, para alcanzar la felicidad terrenal, debe reprimir y vencer sus deseos todo lo humanamente posible y resignarse a dejarlos de lado ellos sin lamentarlo. Bocaccio apuesta a las fuerzas del hombre y pone especial en remarcar sus limitaciones, con el sentido de su realidad espiritual y la consagración de los valores morales enmarcados bajo la aparente frivolidad de algunos pasajes de la obra de Bocaccio . El Decamerón es un marcado deseo de mejorar la realidad. Su originalidad y riqueza se sustentan en el plan y unidad de la obra, en la creación y en el perfil de sus personajes, así como en el estilo altamente refinado

1 comentario:

  1. Nunca leí este libro, me parece interesante y muy buena la reseña.

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