Debate: Tijeretazo Literario

Tijeretazo literario.

Las tijeras no solo se aplican en la economía con sus recortes, no, también en el ámbito literario. Muchos escritores cogemos carrerilla y en nuestro afán por hacer las cosas bien, en ocasiones las hacemos fatal. Cuando tenemos la inspiración somos capaces de escribir en una tarde 50 páginas, bien, hay que aprovechar la musa, pero luego, luego impera la corrección y sobre todo, el tijeretazo. Es un mal que abunda en mayor medida en los escritores noveles, los que arrastramos una corta experiencia ya no nos duele apretar la tecla de "suprimir y borrar". Me refiero a la manoseadas descripciones. Hay que ser valiente y decidido dentro de la objetividad y recortar lo superfluo, lo aburrido, lo que no aporta nada a la trama ni la enriquece, al contrario, aburre.

En ocasiones vestimos nuestros textos literarios con un exceso de descripciones. Descripciones que en un principio podemos considerar interesantes, pero que tras una lectura pausada, nosotros mismos nos debemos dar cuenta que tanta paja desorienta al lector, hace nuestro texto pesado y engorroso y encima, no aportan nada, solo interrumpen e interrumpen la acción de la trama. Muchos lectores se las saltan, por aburridas y otros, sencillamente abandonan la lectura. 

Para que eso no nos suceda y no caigamos en el error al que nos arrastra nuestra pasión por el tema, debemos ser muy objetivos con nosotros o dar el texto para que lo lea un tercero. Nos daremos cuenta que ese gran conocimiento que tenemos sobre el tema sobre el cual escribimos, no interesa a nadie. El conocimiento de un autor debe ser como un iceberg. Debe mostrar en su obra el cinco por ciento de lo que sabe y ocultar bajo las aguas el restante noventa y cinco por ciento, porque eso es lo que te ayuda a escribir la obra, pero realmente resulta superficial para el lector. Acordaros que escribimos novelas, novelas que tienen que atrapar al lector, no ensayos ni largas y aburridas descripciones.