J.K. Rowling o el borreguismo mundial

Ayer. ¿Ayer?, si ayer. Decía que ayer escuché una noticia que me puso el bello de punta. Sí, cuando lo suelte todo, muchos podréis tacharme de envidioso, aunque os equivocáis de todas, todas. En absoluto es la envidia lo que me motiva a escribir este,... este monólogo o soliloquio, etiquetarlo como más rabia o de. Lo que me motiva, es que somos unos peleles a quienes cualquiera maneja a su antojo. En un principio creí que los españoles éramos los máximos exponentes del borregismo, pues estamos invadidos por programas rosa, tele basura, revistas del corazón y todos esos concursos y debates que cultivan nuestra imbecilidad como Gran Hermano y otros muchos que existen, pero por suerte desconozco. No, claro, si yo tampoco los miro, pero ahí están las estadísticas de audiencia, como para negar lo evidente. Más bien, para ponerse rojo como un tomate. Pero no, me equivoqué, eso es algo que abarca y alcanza a todos los habitantes de este planeta, por desgracia y aunque me pese. 

¿Y cual fue la noticia, os preguntaréis? 

Resulta que la señora J.K. Rowling ha escrito un libro. ¿Ah, no sabéis quién es? No me lo creo. Sí, la señora de la saga Harry Potter. Esa, sí, esa señora. 

Decía que J.K. Rowling ha escrito un nuevo libro cuyo contenido es un enorme secreto. Vamos, que nadie tiene pajotera idea de que va la trama, asunto, cuestión, etcétera. El secretismo se lleva hasta la máxima ridiculez, como si se tratara de algo parecido a que los extraterrestres caminan entre nosotros, nos chupan la sangre y hacen con nuestros huesos un acordeón galáctico. No sé, quizás hasta sea cierto, lo del acordeón, digo.

Menuda tontería acabo de soltaros.

Al asunto que me desvío. Pues todo indica que la señora arriba citada ha subastado, o está en ello, los derechos de autor de su secreta obra y naturalmente, las grandes editoriales se pegan tortazos por lograrlo. Es decir, que pujan cantidades astronómicas por poder editarlo y distribuirlo a nivel mundial.

¿Y yo me pregunto? ¿Voy a comprar algo, con esta tremenda crisis que me ahoga, por mucha Rowling que sea sin tener idea de que va el libro? ¿Son tan estúpidas las editoriales que pujan por algo sin conocerlo?

Pues sí y no. Me explico, sí compraré el libro, naturalmente no me refiero a mí, si no a todos vosotros, o por lo menos a unos doscientos millones de seres humanos, pues esa es la estimación de ventas. Y no, no son estúpidas las editoriales, tienen una enorme visión de negocio, al igual que la señora Rowling, que sabe seguir aprovechando su filón mediático. ¿Y por qué tienen esa enorme visión de negocio? Pues porque saben que pueden manipularnos, vamos, el borreguismo del título. 

Pues nada queridos amigos. Mientras el mundo sea mundo, nosotros seguiremos siendo marionetas donde cualquiera puede manipularnos, decir cómo vestirnos, inducirnos a visionar los programas que quieran y sobre todo, a leer lo que nos pongan por delante de las narices. Luego ya vendrán las críticas de si es bueno, malo o buenísimo, pero sea lo que sea, descansará en un estante de nuestra biblioteca y nos habremos gastado una pasta, gansa, gansa, gansa, no perdón, borrega. A disfrutar pues. 

De verdad, de verdad, cada día me sorprendo más y más. 

Como siempre, podéis dejar vuestros comentarios, un servidor, se reserva el derecho de responder, intervenir, o permanecer en el más absoluto silencio, que va a ser el silencio, seguro.