jueves, 16 de febrero de 2012

Los grupos de escritores. El impulso ciego.

En ocasiones pienso que somos muchos más escritores que lectores. La prueba la tenemos en este mundo virtual llamado FaceBook. En mi caso pertenezco a más grupos de escritores, docenas de ellos. Debe ser porque realmente existe un número mayor de este tipo de grupos. En cambio solo pertenezco a tres o cuatro de lectores. Lo curioso es que los autores sentimos un impulso incontrolado en dar a conocer nuestra obra. No importa donde estemos, siempre encontramos el momento de hablar de ella, y en el tema que me ocupa, en colgar en los diferentes grupos de escritores a los que pertenecemos, todos los links imaginables a nuestras páginas, entradas y blogs. Naturalmente no soy una excepción, pero creo que empiezo a cambiar de criterio, pues lo encuentro absurdo.


Quizás no queremos darnos cuenta, pero estamos en grupos rodeados de colegas y todos hacemos lo mismo, colgar un link a nuestro blog esperando una masiva respuesta. Estamos ciegos, pues al instante tres colegas más hacen lo mismo y tu post queda relegado al final de la página. Por cierto, nadie lo lee. Claro que no, solo estás ahí para eso, para dar a conocer tu trabajo, lo que postean los demás te resbala, por desgracia. Salvo, como siempre apunto, los conocidos que te dejan un "me gusta", o tú a ellos, una reprocidad que reconforta, pues claro. No es el lugar apropiado para intentar vender o promocionar nuestras obras. En lugar de comentar experiencias, hablar de la vida del escritor, sus penas y glorias,... colgamos nuestros links.


Lo curioso del caso es que cuando ofrezco divulgar una reseña u obra en los grupos de lectores o de Reseñas a los que pertenezco, la respuesta recibida por los colegas, es nula.
Creo que lo correcto en estos grupos sería hablar de literatura, de autores, por qué no, comentar aspectos de la obra de otro colega, los diferentes estilos literarios, las técnicas que cada uno utilizamos. Cómo construímos nuestros personajes, dónde en qué o quienes nos inspiramos, en suma, abrir e intervenidir en debates. Colaborar entre nosotros construyendo proyectos conjuntos, y desde luego, un largo etcétera. Dejemos la promoción en grupos donde aniden los lectores, busquémolos y relacionemonos con ellos. Lo otro, es perder el tiempo si la única inquietud que te mueve es vender tu trabajo y no el debatir entre colegas, la colaboración y el aprender de las experiencias ajenas.
En fin, es lo que pienso.

2 comentarios:

  1. Algunos lectores tenemos que introducirnos en esos grupos de escritores para conoceros y enterarnos de vuestras novedades, pero estaría bien un acercamiento al lector directamente del escritor... ¡algun@ que otr@ ya va aplicandose!

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  2. Armando: no podría estar más de acuerdo contigo. A veces nos dejamos llevar por el afán de difundir lo que hacemos desesperadamente. En mi caso, cuando me sorprendo a mi mismo haciendo eso, me desconecto y vuelvo a pensar en lo más importante: escribir mejor. Un saludo.

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