viernes, 27 de enero de 2012

¿Edito, coedito, autoedito? Opinar malditos.

Imagen obtenida de paperblog
¿Alguien sabría decirme, porqué la autoedición o coedición relega al escritor al último escalón en el mundo literario? 


¿A qué ese mirar de soslayo?

¿Acaso quien autoedita o coedita es peor escritor que quien lo hace en una editorial, digamos, tradicional?

¿Y quién dice que lo es?

¿No será que existen intereses de las grandes editoriales, de los autores mediáticos, y de un público que se deja arrastrar, que desacreditan simple y llanamente por inercia unos, y por intereses creados, otros?

... Las cuestiones que me planteo son casi infinitas, pero continúo sin entender por qué sigue estando mal visto que nadie pueda autoeditarse o coeditar una de sus obras.

La lista de escritores brillantes que han triunfado y en sus inicios autoeditaron sus obras, es larguísima, sin embargo hoy día, más que nunca, el escritor que autoedita su trabajo parece que tiene la peste.

He leído artículos en los que se les tilda de analfabetos, de que las ediciones adolecen de gusto. Plagadas de faltas ortográficas, con portadas mal diseñadas y ediciones de ir por casa. Que si oraciones subordinadas y subordinadas de las subordinadas. Que si adjetivos antes o despues, vocablos mal utilizados y comas subjetivas. Pero nadie me dice que esconde tras esas páginas. Solo miran el envoltorio desde la distancia o desde su pedestal de infinita pedanteria, sin tener la más mínima idea del trabajo, esfuerzo y tesón que hay detrás de cada línea que ellos desacreditan. Como si un escritór tuviera que ser filólogo. ¿Acaso se exige a los filólogos que escriban obras literarias? Y que conste que no abogo por las faltas, pero sí las dispenso si la obra me atrae, porque lo que yo persigo de una obra, no es encontrar gazapos.

De igual manera atacan la presentación de los textos: Que si palo largo para los diálogos, comillas anguladas, inglesas, altas, bajas, cursiva, versalita... Pues que se lean entre otros Ensayo sobre la ceguera de Saramgo.

Conozco autores que empezaron coeditando. Lograron editar posteriormente en editoriales tradicionales y ahora, se han convertido en unos guerreros sanguinarios que van en contra de sus propios orígenes como literatos. Es como repudiar el camino que ellos mismos eligieron y el que les ha llevado a poder hacerlo de una manera formal y bien vista.

Esos paladines que claman al cielo porque un autor novel paga para ser publicado (y no entro en la picaresca de ese tipo de editoriales), deberían romper una lanza en su favor y ayudar a un colega que intenta abrirse camino en un mundo plagado por las envidias, porque en definitiva, a su forma de actuar, hay que ponerle una etiqueta.

He leído obras autoeditadas que son la envidia de colegas que lo hacen en las tradicionales. Yo simplemente a eso, lo llamo suerte, si es que es suerte editar con una editorial tradicional. Compañeros que se han dejado la piel en sus trabajos, y han escrito verdaderas maravillas, pero claro, son autoediciones y eso, como que no es elegante.

Pues no, colegas. No existen escritores de primera, segunda o tercera por el hecho de editar de una u otra manera. Existen malos y buenos escritores, y tanto los unos como los otros, los podemos encontrar en cualquier lugar, independientemente del tipo de edición escogido.

Existen compaleros que luchan por dar a conocer sus obras, y eso, en mi opinión, se merece un respeto. Ya basta de quedarse en el envoltorio y no hurgar en el interior, ni mirar por encima del hombro. No sois el ombligo del mundo.

5 comentarios:

  1. Uixxxxxx... ahi la has dado

    Yo podría hablar largo y tendido de este tema aunque es demasiado polémico y mi corazón no lo resistiría. Para mino hay nada malo en la autopublicación, es una manera de promocionarse como cualquier otro negocio: el que monta su propia peluquería, su propio taller o su propio restaurante porque piensa que sus platos son una maravilla. Es una prueba de fuego. Tu trabajo está expuesto a la crítica de todos y si eres bueno lo eres y si no, te das con un canto en los dientes. El mundo cambia y el panorama literario está como está y hay que buscarse la vida como sea. Lo que hay que mirar es que las editoriales de coedición o autoedición no roben al escritor, que es lo que verdaderamente ocurre y a partir de ahi que cada uno haga lo que le venga en gana.

    Yo autopubliqué mi primera novela y nadie me cerró las puertas (a parte de los escritore, claro, que son los que realmente lo ven mal), el tema era interesante, tuve publicidad tanto en diarios como en la televisión y todo aquel que lo leyó le gustó. Para mi fue una experiencia maravillosa que me hizo adquirir experiencia en muchos aspectos, como es el caso de la distribución ya que el susodicho libro se distribuyó como cualquier libro normal y podía verse en el escaparate de muchas librerías de la zona.

    Además, en mi caso, tuve un mecenas, alguien que apostó por su publicación, por lo tanto, yo no puse dinero, así que ¿autoedité? porque pienso que se confunde mucho este término. Este señor recuperó su inversión con creces y obtuvo beneficios así que no debió ser tan malo.

    Y bueno... se podría hablar muchísimo del tema pero no se llegaría a ninguna conclusión.

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  2. Solo puedo decir: ¡¡Chapeau!! Menos mal que hay gente que rompe una lanza en nuestro favor, porque ya tenemos bastantes detractores. Gracias por la entrada.

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  3. Es una forma de publicar tan válida como cualquier otra. Yo he leído magníficas obras auto publicadas, y me he encontrado con verdaderos bodrios sacados por editoriales con mucho bombo. Una buena novela seguirá siendo buena la publique quien la publique, igual que si se queda acumulando polvo en un cajón.

    La diferencia entre alguien que publica su primera novela en un editorial frente a quien lo hace con auto publicación es, a mi manera de ver, además de tener una buena novela, la suerte: Suerte de llegar a la editorial apropiada en el momento justo en el que están buscando algo como lo que tú les ofreces. Y eso no nos hace mejores. Pero, engreídos, estúpidos y prepotentes los hay en todas las cosas de esta vida.

    Abrazos gigantes

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  4. Hola a todos!!! Cuánta razón tenéis. Mi comentario iba a ser exactamente el mismo que el de Ángeles, así que no puedo añadir mucho más. ¿Por qué no darle salida a un trabajo bien hecho? Yo también he auto publicado y a mucha honra. Aquí os dejo un enlace firmando Mario Abecedario, http://3.bp.blogspot.com/_xKbLPhnZti4/S_7c00yXX8I/AAAAAAAAAHI/wFEFYJRvz70/s1600/el+imparcial2.jpg

    El libro se ha trabajado en distintos colegios de la Comunidad de Madrid, los niños han jugado en los recreos a ser Mario, el protagonista. Y hasta ha habido profesores que me han llamado para preguntarme si emiten los dibujos en la televisión. Así que con todo esto, puedo decir que CHAPÓ POR LA AUTOPUBLICACIÓN. Besos desde locura de lectura (http://locuradelectura.blogspot.com/p/mario-abecedario.html)

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  5. Hola, Amando

    Yo soy estudiante de la carrera de Edición en la Universidad de Buenos Aires, Argentina (además de escritora). Esto es lo que nos dijo una profesora acerca de la coedición y la autoedición: "la coedición y la autoedición van en contra de lo que es el mundo literario propiamente dicho, ya que el editor es un intermediario que debe realizar una tarea de selección de las obras que llegarán a los lectores".

    Mi opinión, sin embargo, discrepa mucho de esto... Creo que esta opinión era válida cuando el mercado literario no estaba tan globalizado y no se publicaban libros como McDonald's hace hamburguesas. Muchos libros verdaderamente valiosos nunca se van a publicar porque no cumplen las expectativas de las editoriales en cuanto a rentabilidad.

    Es un tema pantanoso y realmente hay de todo. Coediciones y autoediciones magníficas y malísimas; libros de editorial excelentes y muy malos.

    Lo que pasa con la coedición es que hay muchos servicios de este tipo realmente de muy mala calidad. Y tampoco van a publicarte porque tu historia sea buena o porque les guste, sino porque les pagás. Por eso hay que tener cuidado al momento de aceptar una coedición.

    No creo que nadie sea menos o más por publicar con una editorial, de hecho, como dicen ahí arriba, para llegar a publicar no solo hace falta talento y una buena novela. Yo publiqué con dos editoriales, pero de vez en cuando "autopublico" cuentos que regalo a mis lectores porque sencillamente no tengo interés en enviarlos a ninguna editorial y comenzar de nuevo con la espera, el contrato, otra espera, el tema de la portada, el tema de las correcciones...

    Simplemente, y eso es importante, creo que para hacer una buena autopublicación hay que estar un poco capacitado (corrección de estilo, diseño editorial) para ofrecer un buen producto, cosas que en general las editoriales ya poseen.

    Saludos,

    Sofía

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