martes, 31 de enero de 2012

Debate: Juan Fernández García & Adam Smith

El seudónimo y la manera de intentar convertirse en un best seller.

Podría haber sido más creativo a la hora de buscar los nombres,... podría. La importancia no radica en el nombre ¿O sí?

Conozco a varios colegas que escriben bajo un seudónimo. Se me ocurren varias preguntas al respecto, como:
¿No les gusta su verdadero nombre?
¿Creen que bajo un seudónimo es posible captar mucho más la atención del lector que no con un nombre español?
¿No quieren ser reconocidos por sus fans porque les abruma la posible fama?
¿Piensan que tienen abierto el mercado internacional?
o, lo más probable:
¿Intentan ocultar sus pingües beneficios a su exmujer? Seguro que he acertado.

Existen más dudas, pero creo que lo serio es centrarnos en dos de ellas. Si realmente creen que pueden tener acceso al mercado internacional y por supuesto, si son de la opinión que en el mercado interior vende más un nombre anglosajón o extranjero que no los propios autores nacionales que firman sus obras con su auténtico y verdadero nombre.

Si ambas respuestas resultan positivas, me siento defraudado. No por mis colegas, que lo que intentan es dar a conocer su obras, algo que aplaudo. Me siento defraudado por mi país. Los lectores de esta España que buscan fuera lo que ya tienen dentro sin dar ninguna oportunidad a su cantera de talentos y escritores noveles. ¿Y quien tiene la culpa, los lectores? Pues no, sinceramente creo que la culpa tampco es de ellos, si no de los medios, del marketing y que nosotros no sabemos hacer la cosas bien. Cuando digo nosotros me estoy refiriendo a la editoriales, que gastan en promoción el equivalente a un caja de cerillas.

Creo sinceramente que ser español y llamarse; Juan, José, Antonio o José Luís, no atrae para nada a los lectores. Por ello estoy sopesando muy seriamente seguir la corriente de mis colegas y firmar con el seudónimo de Adam Smith. Naturalmente acepto sugerencias, también puede ser Jonathan Winsor. 

¿Os podéis imaginar la noticia? El afamado escritor (al que nadie conoce) Adam Smith ha escrito una novela histórica sobre el asedio de la ciudad de Tarragona. Eso le conferiría un ámbito espacial distinto. Sería una novela universal. No se limitaría a una zona geográfica concreta pese a que el tema esté sumamente localizado. Claro que no. Al ser escrito por un autor con el nombre de Adam Smith la cosa cambia. Pero naturalmente, que Antonio Fernández escriba una obra sobre los sucesos de Mérida, es distinto. 

¿Quién conoce a Antonio Fernánez? y sobre todo, ¿A quién le interesa una obra sobre los sucesos de Mérida?

El autor español está estigmatizado con su nombre latino y sus apellidos, ya sean castellanos, catalanes, aragoneses, vascos, gallegos,andaluces, o del punto cardinal de esta península donde haya nacido.Es que lo de fuera es infinitamente mejor. Ni siquiera importa el título de la obra o su contenido. Pero claro, esa es mi maldita opinión, y como siempre, estoy equivocado. ¿o no?

Recuerdo mi primera editorial. Al principio apostó por autores noveles como yo, pero imagino que las cuentas no acababan de cuadrar, eso o las expectativas de beneficio. Había promesas, incluso precontratos para seguir escribiendo con ellos. Sin embargo, besaron el santo con un autor anglosajón. Un fuera de serie, según ellos. La editorial se volcó como nunca en la promoción de ese autor, que en realidad, ya era conocido, (dijeron en su defensa, como queriendo decir: ¿Adónde vas tú, matao?) dejando de lado a sus autores de siempre. Lo cierto es que nunca habían intentado promocionar a uno de aquí, sin embargo, cuando les aterrizó la obra de ese colega extanjero, es como si cogieran correrilla y no les importara nada más. Había que tirar la casa por la ventana. Patético, pero real.

Pues nada, queridos amigos de mi columna aleatoria, porque la escribo cuando me sale de los fondillos y tengo tiempo. Me interesa vuestra opinión, porque depende de lo que comentéis, puedo presentaros al nuevo Adam Smith & Amando Lacueva.

1 comentario:

  1. Yo tampoco entiendo eso de los seudónimos anglosajones, ni de personajes con nombres ingleses o historias románticas o policíacas en norteámerica porque parece que se venden mejor. ¿Tan terrible es ser quienes somos? Tampoco entiendo a los responsables de blogs de "reseñas"... que firman con avatar. Es que cuando uno firma una reseña, aparte de demostrar que de verdad se ha leído el libro, ¿no debería dejar claro quién es? Y los que firman anónimamente en los foros... ¡Oh, oh, oh! Pero qué mal está el mundo literario. Eso sí, siempre nos queda el pataleo, "los fondillos" como dices tú, la incredulidad como defensa.

    ResponderEliminar