Autor: Magda R. Martín
Año: 2011
Colección: Narrativa
Reseña de Amando Lacueva
Promulgan los existencialistas, que el hombre es un ser arrojado al mundo, y es cierto. La angustia, en palabras del filósofo Kierkegarrd, se refiere a esa sensación, y la distingue del temor porque a diferencia de éste, la angustia no posee un objeto definido y nace de las posibilidades y garantías que nos ofrece la existencia, y de eso nos habla Magda en su novela, del hombre arrojado al mundo con todas sus angustias, pero también con sus miedos. Aunque ellos sostienen que es el hombre quien crea el significado de su vida, aquí nos daremos cuenta que son las circunstancias, los momentos que nos toca vivir, los que realmente dan un verdadero valor a nuestra existencia, y el hombre, es solo un instrumento.
Pero la obra de Magda alcanza mucho más. Enfrentarse a los tiempos del caciquismo y del señoritingo con una pluma como montera, es algo complejo a la vez que valiente. La historia que nos narra tiene su origen en uno de tantos conflictos entre el poderoso terrateniente y el débil obrero, pero ese enfrentamiento es solo un detonante para luego envolverte en el argumento de la obra. Una narración intimista sobre unos personajes bien perfilados, Magda mantiene como telón de fondo, con el rigor que caracteriza siempre sus obras, el escenario de la Guerra Civil Española y la Gran Guerra, un largo periodo vergonzoso para la humanidad y nuestro país en particular, donde los hombres y mujeres se veían abocados al sufrimiento infinito y al duro esfuerzo por sobrevivir, en unos tiempos difíciles y convulsos, y donde el acto de los hombres tenía la misma crudeza que la historia misma.
Si para un escritor resulta complejo revestirse de la impostura que sustenta el perfil de cada uno de los personajes que componen la historia, y cederles también, una parte muy recóndita de uno mismo, más lo es construir una obra con diferentes voces, y cuando hablo de diferentes voces no me refiero solo a dos, que hasta cierto punto podríamos calificar de algo bastante habitual. Magda consigue incluir hasta tres narradores en su obra y los orquesta de forma inmaculada. A través de la historia nos encontramos con la voz de Felisa, la de Pepin y la del narrador omnisciente, y es que El piano de cola no tiene un solo personaje principal, todos ellos lo son y ahí lo excepcional, lo original de la obra.
Pero lo novedoso de la misma lo encontramos en la forma cómo Magda nos presenta, uno a uno a todos ellos, cómo utiliza la retrospectiva para afrontar una misma situación bajo la perspectiva de los distintos personajes que transitan por ella, y cómo consigue que todos se conviertan en elementos principales de la trama, donde campan sobre un escenario perfectamente cincelado, con la descripción justa, con la voz adecuada, creando una excelente ambientación que te sitúa con verdadero calor en la época narrada, sin tener que esforzarte en imaginar nada, pues esa nada, surge de forma espontánea y con gran nitidez de entre las lineas construidas con verdadero amor y arte literario.
Ha utilizado una técnica que engancha desde la primera página. Los personajes dan vueltas con sus recuerdos sobre un mismo eje, sobre un único lugar. Les asaltan idénticos recuerdos: La casa grande, la casa del abuelo, el perrito Trisqui, Elisa, el invernadero, el sillón de mimbre, los castaños y los paseos con el abuelo, en el entrañable enclave del Colloto. Todo ello, obliga al lector a convertirse en un observador participativo, pues los tiene presentes en cada linea, en cada página, en todos y cada uno de sus capítulos, una técnica que me recuerda a grandes maestros de la literatura. Es una magnifica obra que rezuma soledad, miseria, nostalgia, amor, crudeza, guerra, calamidad, esperanza, desamor, odio. Escrita con el corazón, para que llegue, llanamente, al de todos los que tenemos la suerte de tener en nuestras manos su trabajo. Aglutina todos los sentires del alma, como declamé en uno de mis poemas. Saltan las lágrimas en ocasiones y produce profunda congoja, pues la narración alcanza un feroz ambiente de empatía del que no puedes huir, tampoco querrás hacerlo, aunque sí desearás cambiar el sino de la historia, pero la historia escrita por Magda no cambia, por suerte para todos.
La narración es sencilla, lineal, pese a esa técnica que nos regalan las distintas perspectivas de Felisa y Pepín. Narrada con la tranquilidad y el sosiego fruto de la experiencia y la brillantez que nos sorprende con un final inesperado, desconcertante y que te deja con una enorme desazón, porque consigue que tú, seas ellos.
Es una novela para leer con calma, para disfrutarla con paciencia, frente al fuego de una chimenea en las tardes-noches otoñales, en soledad, porque crea una comunión increíble entre el lector y los personajes. No es corta, es de la medida exacta y justa. A lo largo de mi vida como lector, me he quedado sorprendido del jugoso y enriquecedor contenido de las novelas cortas. Sintetizan la esencia que desea transmitir el escritor, como El piano de cola, que nos obsequia con esa fuerza narrativa propia de Magda, esa rica prosa, ese culto vocablo, con la sencillez de quien respira.
Muy agradecida, Amando.
ResponderEliminarA ti, por permitirme leer tu novela antes que a muchos. Es una forma de disfrutar todavía más, si cabe, la lectura de tu entrañable historia.
ResponderEliminarME DA ALEGRÍA DOBLE ESTE "PIANO DE COLA", LUEGO DE LA EXCELENTE PRESENTACIÓN DE AMANDO LA CUEVA, EL HECHO MISMO DEL TITULO QUE ELEGISTE PARA TU NOVELA Y LA BIENVENIDA A UNA AUTORA QUE YA CONOZCO, EXQUISITA, EN OTROS TEXTOS. MUERO POR TENER ACCESO A LA LECTURA DE TAL OBRA, AMIGOS MAGDA Y AMADO.
ResponderEliminarSE VENDE EN ARGENTINA?, MIRIAM ELISABET RAMIREZ
¡Ojalá se vendiera... en Argentina o en cualquier parte! Todavía no sé lo que haré con ella,creo que sólo se leerá en alguna página online... ¡Bueno, será gratuito y todo aquel que quiera dejarme un comentario será muy bienvenido.
ResponderEliminarGracias, amiga Miriam Elisabet por esas palabras tan halagadoras que, sin duda, no merezco. Un abrazo. MAGDA
Como que no mereces...
ResponderEliminarMereces eso y más Magda.
Impresionante escritora, magnífica persona con un comportamiento ejemplar.
No te conozco, pero conozco y leo mucho de lo que escribes y es genial, tu poder de descripción es realmente muy bueno, además, clásica, la verdad, es un pacer poder leer de ti Magda.
De ti aprendo Magda, sonrío.
Manuel C.T
¡Gracias! Serás el primero en saber donde puedes leer la novela y si por una de esas cosas hermosas que tiene la vida, consigo publicarla en papel, puedes contar con que un ejemplar, será tuyo, por supuestísimo¡¡¡ Un abrazo y te acompaño en la sonrisa. MAGDA.
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