El poder del amor, de Núria Simarro Cañadas

Título: El poder del amor

Autor: Núria Simarro Cañadas

Editorial: Entre Líneas

ISBN: 9788498028232

Año: 2010

Reseña de Manuel Cara Tinto

Y cuanto puede decir una persona sobre su vida, que será enseñanza si se aprende.

Nuria Simarro Cañadas es una madrileña nacida el 10 de Junio de 1974, su vida sería algo diferente a la media, puesto que lo normal (en la media) sería vivir una vida sin problemas físicos que impidan una “supuesta” vida “normal” y feliz, puesto que por muchos problemas que uno tenga siempre hay alguien que tiene muchos y muchos más.

Quizá el tener su especial vida y llegar a comprender ésta fuera lo que hizo que Nuria pudiera ser quien es hoy en realidad, puesto que quizá sea una de las únicas y pocas personas que al afrontar su problema en la vida pueda ahora decir “ yo soy así después de todo y quiero vivir”.

Para llegar a ser como uno es y descubrir lo que tenemos de valor en nuestras vidas solo podemos vivir, esperar comprender nuestros sentimientos y nuestras desgracias hace nuestra vida más fácil, al comprender tanto lo bueno como lo malo y en conjunción, de un modo equilibrado, puesto que lo negativo tiende a tener partes positivas y lo positivo también tiene su lado negativo.

Para mi gusto debería de haber tenido más apoyo a la hora de escribir el libro, con unos ligeros retoques podría definir mucho mejor la idea que Nuria ha plasmado en el libro, que lejos de una complicada explicación de una enfermedad como es la Esclerosis Mesaginal Difusa o alguna de sus diversas variaciones, queda a vista de cualquiera el sentimiento y vivencia de Nuria en primera persona.

El dolor hace que las personas nos convirtamos en animales, animales rabiosos en espera de un entendimiento que nunca llegará, una comprensión que resulta casi imposible al no poder sentir lo mismo, ni lo que determinadas enfermedades provocan en las personas y por supuesto en todo su círculo más cercano, puesto que la desesperación ante el dolor queda relegada a más dolor al tener múltiples implicaciones emocionales que son desatadas como tormentas que traen tempestades.

El enfermo muchas veces no se da cuenta de su comportamiento, solo siente dolor y soledad, también incomprensión, para los familiares o amigos tampoco suele ser plato de gusto al tener que ver como una persona a la que quieren o dependen o valoran sufre y es degradada por su enfermedad, tampoco se suele hablar mucho de los daños que producen las enfermedades por falta de ayuda, las personas que tengan dinero enfrentarán su enfermedad de otro modo, puesto que tendrán más apoyos, aunque el sentimiento varíe en cada persona.

Quería terminar diciendo que las editoriales deberían de promocionar más este tipo de “literatura” al poder tener la opinión emocional de una persona en primera persona, con claridad, aunque algunas veces la claridad sea incomprendida o mal interpretada cuando solo hablaba de dolor, soledad e incomprensión, que sin ayuda humana, familiar o de amigos termina siendo un infierno mayor para quien sufra la enfermedad, aunque tengan que aprender solas las personas lo que quieren hacer, solo sufrir, o sufrir y vivir, que aunque parezca una concepción un tanto católica cuando uno enferma el dolor tiende a hacer que uno sufra y deje de vivir por el dolor o enfermedad, imposibilidad de hacer lo mínimo como andar, hablar, escribir, leer, ver la televisión, todas estas cosas se convierten en otra cosa con dolor, ¿podremos aprender a vivir?, Nuria al parecer aprendió y su testimonio aquí está.