miércoles, 19 de mayo de 2010

El clan del oso cavernario (Los hijos de la Tierra) de Jean M. Auel


Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
ISBN: 9788496231634
Colección:
Nº Edición:1ª
Año de edición:2005
Plaza edición: MADRID
Serie: Los Hijos de la Tierra
Título: El Clan del oso cavernario
Autor: Jean M Auel


Reseña de Amando Lacueva

El Clan del oso cavernario es la primera entrega de la serie Los hijos de la Tierra, de Jean M. Auel. El resto de títulos que la componen son: Valle de los caballos. Cazadores de Mamuts, Las llanuras del tránsito y Los refugios de piedra.
Hubo una vez un tiempo muy lejano en el que la humanidad vivía en constante disputa con la naturaleza. Sus brujos y hechiceros elegían sus tótems de entre los animales salvajes del bosque para proteger a sus miembros. Un tiempo pretérito antes de las religiones, donde el clan actuaba como una fortaleza inexpugnable y compacta en defensa de todos sus integrantes.
Dotada de valientes descripciones que pincelan lienzos de un pasado arcaico, donde la memoria y la imaginación de la autora juegan y combinan en perfecta armonía la trama y los escenarios, para que la visualización del mundo antiguo que se nos narra cobre una portentosa vida y podemos tocar y sentir la cotidianidad de aquellos primitivos antepasados.
La vida en comunidad frente al individuo, la férrea jerarquía, sus temores y fe en los espíritus y fuerzas de la naturaleza. Sus usos y costumbres, recreados con una pujanza maravillosa. Los numerosos rituales y el poder de sus magos y la sabiduría de sus curanderos. Una visión extraordinaria de continua lucha por la supervivencia en lo que nada se deja al azahar, y donde un trozo de raíz, la quijada de un animal, el caparazón de un crustáceo, es un útil y un bien preciado. Donde a todo se le asigna un verdadero valor y cobra una enorme importancia pues traza una débil línea entre la vida y la muerte.
La descripción de un pretérito y convulso tiempo donde el hombre competía con la naturaleza por su supervivencia, y la crudeza de lo cotidiano se suavizaba gracias a la unión de sus miembros.
Rituales y ceremonias asombrosas para todas las etapas de la vida: el nacimiento, el nombre de la criatura, el apareamiento, el tránsito a la madurez, tanto masculina como femenina. Una narración plagada de enorme imaginación, desbordante, donde nos muestra el inicio de un raciocinio elemental y una memoria racial en declive frente a los nuevos retos, y donde se vislumbraba una nueva especie capaz de aprender, razonar, luchar por dominar la faz del mundo.
Me han asombrado los conocimientos de botánica y la pedagogía que utiliza en sus narraciones cuando cura las enfermedades. Imaginación o realidad, no dejan de sorprenderme.
Ayla, hija de los otros, un miembro diferente a los del clan que la acogió. Motivada por una curiosidad sin límites y un afán de superación sin parangón, se hizo fuerte, se mimetizó con el clan y sus costumbres. Aprendió a ser curandera y se superó cuando inició en soledad el aprendizaje y manejo de una onda, un arma prohibida a las mujeres cuyo dominio por Ayla fue perfecto, y con la que cazó pequeños animales herbívoros y luego a los depredadores que hubieran podido acabar con su vida.
Las diferencias físicas con los miembros del clan son patentes, pero las diferencias intelectuales y la capacidad de pensamiento y raciocinio todavía lo son más. Un libro trepidante, un libro que ilustra, un libro con fuertes connotaciones morales, un libro que marca un status diferente para hombres y mujeres. Un excelente libro, trepidante, con una historia bien ideada y enlazada, conmovedora, profundamente conmovedora.
LA MALDICION DE MUERTE. ¿Cómo describirla?, es algo que agarrota el corazón y cercena la razón. No hay dolor más grande, es descarnado, un pasaje épico, inolvidable. Su lectura te llevará por infinitos senderos morales, y no encontrarás nada tan desgarrador y emotivo. Ayla, muere ante todo el clan por haber utilizado un arma y salvado la vida de uno de los suyos, pero la supervivencia del clan está por encima, no pueden obviar sus costumbres, es lo que les ha hecho supervivir durante generaciones.
Te mostrará los sentimientos más primitivos del ser humano en estado puro, la dulzura, comprensión, soledad, desolación, impotencia, el amor sin límite de Ayla a su madre adoptiva, a Creb, su padre, a su hermana, a su propio hijo, y después, querrás más.

2 comentarios:

  1. Leí todos los libros hace ya bastante tiempo. La verdad es que me enganchó el primero y tuve que continuar sin parar hasta leer el último y eso que a mi no me gustan demasiado las sagas. Yo la definiría como una historia poco común digna de leer. Un abrazo Amando.- MAGDA R.(Rodríguez)MARTÍN.

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  2. No me gustan este tipo de reseñas, ¿acaso tiene leer el libro algún sentido? lo destripaste y no has dejado nada para la imaginacón del lector.¿Cómo puede interesar algo que te dice cómo lo deves interpretar?

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