miércoles, 19 de mayo de 2010

"En la cocina", de Monica Alí


Editorial: Duomo Ediciones
Pp: 562 páginas
PVP: 19,50€

En estos tiempos en los que ningún país es ajeno al fenómeno de la inmigración resulta gratificante encontrarse con obras como En la cocina, que exploran no sólo las transformaciones que están viviendo nuestras sociedades como consecuencia del encuentro entre diferentes culturas sino también la manera como los inmigrantes se integran a sus lugares de llegada.

Una novela ágil, audaz, divertida, mordaz … una excelente apuesta editorial.

La autora ha intentado siempre que en todos sus libros se analice como se articulan diferentes nacionalidades y culturas, tema que lleva en la sangre ya que ella creció entre dos culturas siempre agazapada tras la puerta mirando hacia el interior.

Tal y como observa uno de los personajes, las cocinas de los hoteles se parecen a las asambleas de las Naciones Unidas: son una fuente rica de historias diversas. También son lugares que funcionan bajo una intensa presión creando un crisol ideal para una confrontación dramática. Hasta cierto punto se podrían decir las mismas cosas de cualquier cocina comercial, pero una vez entró la autora en el mundo de los hoteles, supo que ninguna otra cocina sería igual. Lugares como estos proporcionan un campo mayor donde situar un abanico más amplio de personajes y permiten examinar las ideas, las tensiones y los conflictos de una gran parte de la sociedad. De hecho, llegó a tener tanto material que le fue difícil saber por dónde empezar.

Luego descubrió un recorte de prensa que había guardado hacía un par de años. Hablaba de la muerte de un portero ucraniano, cuyo cuerpo desnudo se había encontrado en el Café Royal en Piccadilly durante las Navidades de 2003. Sin que sus jefes lo supieran, el portero, un ingeniero ucraniano que trabajaba de manera ilegal para mantener a sus hijas, quienes vivían en su país natal, había estado viviendo en la sala de calderas para ahorrar dinero. Dormía desnudo, al parecer, por el extremo calor, y murió por accidente después de una caída.

Esta trágica historia, que decía tanto sobre cómo dentro de los confines de un edificio co-habitan mundos tan diferentes, inspiró indirectamente la muerte que abre la novela y que ronda al protagonista a lo largo del relato. La decisión de situar la mayor parte de la acción en un hotel está lejos de ser original: los hoteles han sido el lugar escogido para incontables novelas durante el último siglo. Ofrecen oportunidades innumerables. Cada huésped tiene el potencial de convertirse en una historia. Cuando los huéspedes interactúan emergen más historias. Mejor todavía, estas interacciones requieren un trabajo de campo mínimo: tan sólo cruzar la puerta.

Esta es una novela sobre un hombre en crisis que, al principio, cree sentirse a gusto en una metrópolis moderna y en una sociedad multicultural. No obstante, a medida que la presión en el trabajo y en su vida personal va en aumento, se da cuenta que en realidad se encuentra a la deriva. En ocasiones toma decisiones equivocadas, con frecuencia en contra de lo que le aconsejaba su buen juicio, pero en el fondo aspira a ser una buena persona.

En palabras de la propia autora: “… Descubrí que una cocina es un entorno de alta presión, lo que la convierte en un escenario perfecto para situar confrontaciones dramáticas. No andaba a la caza de recetas sino de historias, y puedo asegurar que me llevé conmigo un generoso puñado …” ¿Será una amenaza velada de una nueva entrega? ¡Esperamos poder leerla pronto!

© Violant Muñoz i Genovés

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