miércoles, 31 de marzo de 2010

Chiapas, cuaderno de viaje, de Fermín Heredero



Título: Itinerario Humano: Chiapas (cuaderno de viaje)
Autor: Fermín Heredero
ISBN: 978-84-936800-7-7
Año: 2009
Páginas: 248

Reseña de: JM. Prado - Antúnez

Fermín Heredero y su nuevo libro

El escritor de la ribera del Duero, Fermín Heredero, ha sorprendido a extraños, que no a propios, editando en Gran Vía, la editorial burgalesa, el libro de viajes, “Chiapas. Cuaderno de viaje”. Todos expectantes aguardábamos un nuevo poemario con esos de versos humanamente sorpresivos (quizá por ello subversivos), o algún nuevo libro de relatos de la nostalgia de pan y sol, o una novela con los mismos motivos antedichos, y se extrae de la manga, mago de la palabra más clara, un libro de viajes. No un libro de viajes de esos que marcan un itinerario y el autor va mostrando calles y escaparates, montes y escaparates, playas vírgenes y escaparates, y mucha sociedad del ocio en lugares exóticos. No un libro de esos de viajes que cualquiera puede escribir consultando internet, cuatro libros de costumbres y diez o doce fotos extrañas, que se encuentran en libros de exotismo.

Un viaje natural
“Chiapas. Cuaderno de viaje”, es un libro de desbordes, de la naturaleza de Chiapas y de las gentes que la pueblan. Un libro de viajes a la manera de Fermín Heredero, que siempre realiza una arqueología de sensitividad y se permite la humildad de dejarse llenar por lo otro, tanto lo otro objetivo, la naturaleza, como lo otro subjetivo, la gente, y alcanzar así esa experiencia de entreverarse que permite asumir lo distinto como propio.

Viajar y entreverarse
Esta consideración de la entreveración nos la notifica el autor desde la primera pagina, cuando el verde y azul se funden y crean (y esta es la palabra que emplea el autor) Chiapas. Con esta entreveración el autor va a narrar el viaje que realiza por Chiapas, tanto por el interior como por su costa. En ese instante, la sensitividad del viaje coincide o se hace palabra en la narración de las vivencias, las conservaciones. Muchas anécdotas salpican aquí y allá el libro y que van plasmando a los viajeros y a los lugareños pero a su vez se convierten en informaciones valiosísimas para quien quiera ponerse a su vez en marcha. En cada capítulo vemos al autor describiendo la naturaleza y a los personas humanas que pueblan esta naturaleza pero moviéndose, viajando, porque él es pasajero en esa naturaleza y pasajero con esas personas humanas. A su vez vemos lo cotidiano de alquilar un vehículo, por ejemplo, junto con las vicisitudes que esto provoca en aquellos lares, mientras ante nuestros ojos se van describiendo leyendas reescritas para que nos seduzcan.
Se entiende ahora quizá porque hemos elegido la palabra entreverar para describir el texto: el autor ha mezclado la naturaleza y las gentes de Chiapas introduciendo su propia alma entre las mismas, para que la empapen de los colores propios de cada uno de ellos, y curiosamente, no nace de ese entreveramiento el desorden, sino un orden distinto, un orden que siempre extraña pero que nos provoca una modificación de nuestras vivencias y nuestra sensitividad.

Leer y viajar: viajar leyendo
La lectura de “Chiapas. Cuaderno de viaje”, introduce al lector en esta entreveración, y nos encamina a esa mezcla de colores, de olores, de las sierras o de los mimos olores y sabores de los cultivos que miran al golfo. Un libro necesario para quien gusta de tener a la vista el resultado mismo del viaje, a veces sin moverse del sillón, porque el propio libro es el viaje. Quizá esto es el hallazgo de Fermín Heredero, proponer no la lectura de un libro de viajes sino el viaje mismo en un libro que transporta a quien lo lee a ese viaje.

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