Autor: Horacio Quiroga
Reseña escrita por Fernando Pineda
La
vida de Quiroga resultó ser una alegoría trágica. Acabó con la vida de
un amigo en circunstancias confusas, su primera mujer se quitó la vida a
los pocos años de casados, su segunda esposa lo abandonó, enfermó de
cáncer y por fin, no pudiendo hacerle frente a sus fantasmas, se
suicidó.
Cuentos de amor, de locura y de muerte es el
corolario de esa vida abrumada y es donde a través de ella, nos
encontramos con el Poe mas autentico y en donde despliega todas sus
artes. En estos cuentos, el misterio es el principal protagonista amo y
señor aunque siempre inmerso en situaciones cotidianas, lo que aumenta
el impacto. La locura y el amor se aúnan constantemente, para llevar
infaliblemente a la muerte. Sus narraciones, llenas de una violencia
tácita, le abren paso a una opresiva tensión sólo redimida con el más
impensado de los finales.
El ámbito agreste y salvaje
de la Misiones que él conoció, le dan marco a sus historias. Cuentos de
Amor, de Locura y de Muerte no es ni más ni menos que una de las
primeras compilaciones de relatos que Quiroga publicó; en ellos
encontramos tempranamente toda su destreza como narrador y también lo
esencial de su visión del mundo. lo largo de las páginas de Cuentos de
Amor y Locura el lector se encuentra con unas cuantas de sus historias
imperecederas y un buen numero de personajes que quedarán en la memoria
del lector como si los hubiera conocido a lo largo de una voluminosa
novela. La vida de Quiroga fue una parábola trágica.
En
cuentos de amor de locura y de muerte nos encontramos con el Quiroga
que ha conocido muy de cerca las realidades del amor, de la locura y la
muerte, realidades que son, en ultima instancia, la constante fatal que
traspone los cuentos escritos por un ser ermitaño como hombre y como
escritor. Cuentos de un hombre incomunicado en plena selva, en la zona
lindante con Misiones, y también ya alejado de lo que aprendió leyendo
a Maupassant o a Chejov. Algunos cuentos reunidos en el volumen de 1917
podrán parecer al lector ingenuo, fuera de quicio y morbosos, así y
todo, no dejan de ser el homenaje a la maestría en un genero que es casi
dominio literario del sub-continente latinoamericano. A pesar de la
horrenda ocurrencia que encierra la gallina degollada, puede advertirse
la espeluznante frialdad de la narración, como allí impera una lógica
inconmovible y mortífera. Los cuatro niños idiotas han sacado provecho
en el corral de la lecciòn como descabezar a su propia hermana, la única
normal en la casa. En El solitario un hombre ofuscado con un trabajo de
orfebre le arranca la vida a su esposa hundiéndole un alfiler en el
corazón.
En Quiroga no subsiste la idea de éxito o de
felicidad forjada en sus cuentos. Los seres tan solo se limitan a
luchar, a enfrentarse entre si y a luchar contra los obstáculos de la
naturaleza. En la noche, el celador de una tienda y su mujer remontan el
Paraná cuando se halla peligrosamente crecido. El hombre es emponzoñado
por una raya y la mujer se ve obligada a remar sola a través de la
noche. Los personajes que se vuelven protagonistas de los cuentos son
individuos incomunicados, ermitaños, que han optado por la selva como
lugar de vida a la avidez social de las ciudades. A través de todos sus
cuentos el escritor uruguayo va dejando claro la ineptitud del hombre de
la ciudad y subrayando la superioridad de los hombres y los animales.
A
estos últimos los dibuja inmersos en una felicidad casi ideal, dejando
atrás a las torpezas humanas. En la Miel Silvestre un joven de la ciudad
tras dar un paseo por la selva como si hiciera una caminata por un
parque, ingiere un poco de miel silvestre, es victima de una parálisis y
fallece engullido por las hormigas. En el cuento figurado La Patria,
los animales de la selva anhelan la perfección intelectual, leen libros
escritos por humanos y procuran vivir conforme a las leyes humanas. En
La Insolación, dos perros se tumban a la sombra durante una insoportable
oleada calida, mientras su amo se esfuerza trabajando temerariamente
bajo el sol que ya se ha llevado la vida de un caballo. En definitiva,
Horacio Quiroga pone especial énfasis en el contraste entre la
descomposición de la vida humana y la natural armonía en que viven los
animales.
Todos sus cuentos están enmarcados por un
ímpetu señalado por el interés que despiertan desde el vamos. En escasa
líneas dibuja como nadie el escenario que rodea al hom
Me encanta este autor, tiene relatos buenísimos =)
ResponderEliminarBesotes
es la primera vez que leo este autor y la verdad esque no se porque no lo hize antes <3 me encanta !! <3
ResponderEliminar:v
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