sábado, 10 de diciembre de 2011

Debate, el autor y las redes sociales


No nos engañemos, crear una página o un grupo en las redes sociales, no es sinónimo de que tu obra vaya a ser popular. La incidencia que tienen las redes sociales es ínfima, por no decir nula. Si un escritor confía que publicitando su obra por estos medios va a conseguir encumbrar su obra, que sea conocida, incluso que se popularice, se engaña a sí mismo. Mi experiencia en blogs, páginas, grupos y muros me dice que los post son rápidamente sustituidos por otros de personas que hacen lo mismo que tú, quedando el tuyo relegado al cabo de una hora, a la undécima posición, lugar al que nadie accede, ni ganas. En otros casos, las páginas o grupos parecen dormidos y no son visitados por nadie, es como predicar en el desierto. Las únicas personas que se acercan hasta tu obra, son con las que has logrado entablar una pequeña amistad a través de esos medios. Ya sea por cortesía o por educación, o simplemente por esa nueva amistad recién nacida, se aproximan para dejarte un "me gusta" y los menos, un pequeño comentario para satisfacer el ego del artista, y con eso, date por satisfecho. Pero tenemos que abrir los ojos, sabemos que estar fuera todavía sería peor. Sin embargo muchos de nosotros nos esforzamos demasiado y dedicamos mucho tiempo, yo el primero, algo que voy a corregir desde este mismo instante, en intentar inundar los muros posteando nuestras obras, creando páginas y blogs. No, no es lo que nos hace falta, lo que realmente sirve, es el trabajo bien hecho, y dejar que madure para que lo que verdaderamente funciona en este mundo, el boca a boca, haga el resto.

Con ello no quiero desanimar a nadie, pero cuando veo las estadísticas de visitas, interacciones, y ese largo etcétera con el que te regalan los medios virtuales, te das cuenta que en realidad hay mucha paja y poco grano.

Sucede exactamente lo mismo con las webs especializadas en reseñar obras. Mil visitas, dos mil visitas, quizás repercutan en una venta que se pierde por el largo camino que va desde el librero, distribuidor, editor y autor. No es un escaparate idóneo para promocionarse, en realidad, ninguno lo es, salvo que te preceda la fama por uno u otro motivo y lo tuyo sea pertenecer a la noble casta de los autores mediáticos. Ya conocéis la cantinela,...: Unos tienen la fama y otros cardan la lana.

Pero no hay que generalizar, los que ahora son conocidos, antes no lo fueron. Quisiera recordar casos como el de Ildefonso Falcones, Santiago Posteguillo y el mismo Zafón, personas que hasta hace pocos años nadie sabia de ellos, pero después de mucho trabajar, de mucho padecer, hicieron algo que los encumbraron. Escribieron bien. Precisamente esas son personas que no interectúan, por lo menos yo, desconozco que lo hagan, sin embargo ahí están, arriba de todo, y no tiene más secreto que el de los méritos logrados con el esfuerzo de su obra bien hecha y el boca a boca de los lectores.

El que alguien vea tu trabajo en el estante de una librería, la tome en sus manos, lea la sinopsis, huela las hojas y la portada, y quizás, alguien le haya soplado que es entretenida, es mil veces más efectivo que cualquier post que haya sido visitado por 10000 personas. El resto, el resto se reduce a un pequeño mundo virtual que desde tu posición frente a la pantalla del ordenador, parece enorme, pero no lo es, pues solo son un puñado de buenos amigos.

4 comentarios:

  1. Hola, yo no creo que la incidencia en las redes sociales sea nula, precisamente es donde te enteras de las cosas muy rápido, pero claro, si el libro es malo aunque le hagas mucha propaganda no quiere decir que mucha gente lo vaya a leer, pues el boca a boca funciona mucho mejor

    saludos =)

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  2. Me parece muy interesante tu comentario. Y lo traslado a http://sobreliteraturafantastica.blogspot.com por si alguien se quiere acercar a comentar.
    Quizá hay que buscar el punto medio. Lo cierto es que hay mucha gente decidida a recibir, lo espera todo y lo quiere todo, pero creo en el viejo refrán de que hay que dar para recibir, y que conste que ni aún así, a veces,funciona.
    Yo he conocido gente valiosa a través de la red. He sabido de obras que de otro modo no habría podido leer. También puedo poner en el otro lado cosas negativas.
    Pero yo seguiré luchando por aquí. Creo que si una obra es medianamente buena alcanza repercusión.
    Un abrazo, y siempre es de agradecer esta página que deja lugar a la presencia de tantos y tantos libros.
    Un abrazo.

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  3. No todos alcanzaremos la gloria.
    Este medio nos permite algo que de otro modo sería impensable, participar, ser parte.
    Por mi parte, estoy más que satisfecha de las posibilidades que me ofrece el sistema de redes.
    Nunca hubiera ampliado tanto mi círculo comunicativo. Amigos y amigas en letras que escuchan y otorgan su palabra.
    Se ha democratizado el escribir y producir.
    Estamos en transformación.
    Nada volverá a ser lo mismo.
    Basta que una mirada recorra los trazos de esas letras que posteo, para que me sienta bien pagada.
    Para pagarme la vida tengo un oficio que ejerzo.
    Esto es, en mi caso, entretenimiento.
    Un abrazo

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  4. Como autor y tipejo con un blog y presencia en redes y foros a los que he dedicado un millón de horas, puedo decir que lo que dices es del todo acertado. Y añadir que lo de los blogs engancha, irremediablemente, y que sirve para algunas cosas pero que su importancia está sobrevalorada.

    ¿Solución? Yo no la tengo. Sin conclusiones, de momento.

    Saludos. Me ha parecido un artículo realmente interesante.

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