Autor: Emilio Salgari
Reseña escrita por Fernando Pineda
Cuando promedia el siglo XVII, Inglaterra y Francia, dos naciones decididamente lanzadas a luchar contra los españoles envían barcos corsarios para menoscabar el comercio entre España y sus colonias. En 1625 dos barcos, llevando a los primeros piratas varan frente a la isla de San Cristóbal y se constituyen allí. Cinco años después su base es asaltada por los españoles y los pocos que logra sobrevivir se cobijan la isla de Tortuga, lugar finalmente habrá de convertirse en su base de operaciones.
.A la isla llega un noble italiano envuelto en no poco misterio, Emilio Roccabruna, conde de Valpenta y Ventimiglia, quien se hace llamar a sí mismo Corsario Negro La historia del Corsario Negro sirve de puntapié para una serie de historias igualmente divertidas. Las muertes de los dos hermanos de Emilio, conocidos como corsario Verde y Corsario Rojo, a manos de su enemigo Wan Guld sirven a nuestro héroe de disparador para intensificar su sed de venganza. Cuando llega a sus oídos la noticia de que el cadáver de su hermano, el corsario rojo, aun se encuentra ahorcado en la plaza central de la ciudad de Maracaibo, el Corsario Negro resuelve viajar hasta ese lugar para primero recuperar el cuerpo y luego poder arrojarlo al océano.
.El rasgo característico de Salgari que lo ayudo para lanzarlo a la fama fue desde siempre, no referirse a sus personajes como narrador de las aventuras de los ancestrales piratas, que despojan a otros de sus pertenencias, asesinan y destruyen todo cuanto tienen a mano, con su distintiva aura de hombres desalmados carentes de valores. Habla, en cualquier caso de hombres esforzados que bregan por la justicia, que profesan firmemente en el honor, la virtud, la honestidad y el respeto por la palabra empeñada. La novela empieza cuando dos bucaneros, Wan Stiller y Carmaux son liberados por "El Rayo" el barco comandado por Roquebrune, el Corsario Negro. Una vez a bordo, los dos le cuentan al comandante el triste final de su hermano, Enrique Ventimiglia conocido como el Corsario Rojo a cuya tripulación pertenecían. Eldesdichado hombre fue ahorcado en la plaza de Maracaibo por el gobernador Wan Guld.
. Es en ese momento cuando El Corsario Negro decide viajar a Maracaibo para rescatar el cadáver de su hermano llevándose consigo a Wan Stiller y Carmaux que conocen el terreno como la palma de su mano, dejando el mando del "Rayo" a su segundo, Morgan. Después de apresar a un soldado español y obtener la ayuda de Moko un africano que tiempo antes había socorrido a Carmaux y a Stiller para que pudieran escapar de Maracaibo. Ya en Maracaibo tropezarán con no pocas odiseas en Maracaibo donde tendrán refriegas con los soldados españoles, después de las cuales y no si n dificultad, el Corsario conseguirá recuperar el cadáver de su hermano y regresar al Rayo, donde después de cumplir con el funeral de su hermano, jurará vengarse del asesino de su hermano el gobernador Wan Guld y toda su familia.Ya de regreso a Tortuga,, los piratas lanzan su ataque contra un buque español; en la embarcación viajaba una mujer rubia y hermosa, que no era otra que Honorata Willerman, duquesa de Weltrendrem, de la cual el Corsario Negro se enamora perdidamente. Después de franquear una endemoniada tormenta el barco finalmente llega a la isla de Tortuga.
.Con la ayuda de otro pirata "El Olones" preparan una flota de filibusteros para atacar Maracaibo. Aunque el ataque tiene éxito, el gobernador logra escapar. El Corsario Negro con la compañía de Carmaux, Wan Stiller, Moko y el soldado que habían apresado tiempo antes, imbuido por la sed de venganza que tiene para con el gobernador quien no se había cansado de maltratarlo, se adentran en la selva persiguiendo al gobernador. Ya en la selva deberán enfrentarse a pumas y jaguares, zorrillos, vampiros, caníbales y arenas movedizas. Casi a punto de lograr su cometido, el soldado y Moko se detienen, mientras que los tres filibusteros continúan acechando a Wan Gula, quien a poco de ser> por sus perseguidores es rescatado por un barco español. Los cazadores acaban convirtiéndose en presas. Consiguen refugiarse en una isla donde enfrentados a los españoles, los superan ampliamente en número. Sin embargo, huyen del cerco de los españoles y son rescatados por el Rayo que junto al Olones llegaba para saquear Gibraltar. Ya allí y después de arduos combates finalizan resultando vencedores; sin embargo el gobernador ha logrado escapar nuevamente.
.De vuelta al Rayo, alguien le entera de la triste realidad. La mujer a quien a mano es otra que la hija de Wan Guld de quien se había juramentado vengarse, acabando con la vida de él y de toda su familia a quien ha jurado asesina. Desgarrado entre el honor y el amor, la joven finalizará sus días, abandonada a su suerte en una barca. El Corsario Negro terminará con el corazón roto. La represalia convertida en venganza, el amor a una duquesa flamenca y la lealtad al juramento suministrado son los tres elementos que determinarán la conducta del protagonista, el caballero Emilio di Roccanera, el Corsario Negro, y que hacen deleitar al lector este entretenido relato del fecundo narrador que fue Emilio Salgari. La acción, los lances de los protagonistas convertidos en deliciosas aventuras, y los emociones de los personajes de esta majestuosa novela de piratas seguramente «capturarán» entre sus páginas a los lectores.
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