miércoles, 13 de julio de 2011

El mafioso que amaba la literatura, de Juan Sebastián Rojas








TÍTULO: El mafioso que amaba la literatura
AUTOR: Juan Sebastián Rojas
Colección: Narrativa
Páginas: 140
Publicación: Ediciones 2011
Género: Relatos
ISBN: 978-1-937482-03-9





..RESEÑA: Obra inédita intitulada El mafioso que amaba la literatura. Se trata de 17 relatos inspirados en Kafka, en Tolkien, y “Sicario con alas”, en Fernando Vallejo. El lenguaje suele ser sencillo y preciso, buscando dar la impresión de no haber sido elaborado. Pero, cuando se considera necesario como en el relato que le da nombre al libro, el lenguaje es ampuloso. Se recurre a colombianismos normalmente para romper las fronteras entre lo culto y lo popular. Los textos contienen, a veces de manera explícita como en “Hombres de prosa”, reflexiones sobre la expresión literaria, y son, la mayoría, narraciones de un mundo alucinado y perdido para sí mismo. De ahí que hasta el nombre de la ciudad de Cali, a la que más se hace alusión, cambie por Khali. Se puede encontrar un relato poético (entre otras, desprovisto de trama) como “El bus equivocado” que trata igualmente sobre la capital del Valle, y un relato llamado “Mi nostalgia” que retoma elementos de la obra de teatro barroca La vida es sueño para expresar la añoranza de los seres queridos. Se recurre con frecuencia al tema bíblico mezclándolo a la realidad nacional como ocurre en el nanorelato “La Tierra y el Edén”. Las palabras “humor”, “fantasía” y “barbaridad” pueden definir globalmente los textos, narrados casi siempre en primera persona, por niños, como en “Diario de la pequeña Poli”, o, como en “Dos contra uno”, por jóvenes incautos e incomprendidos que se parecen poco a los angelitos empantanados de Andrés Caicedo. La tercera edad no se queda sin su representante en “Vampiro de París”, al igual que otras edades como en el relato “Es la Torre de Khali que se llenó de…”, narrado por una madre adulta. Se pueden apreciar separadamente los textos, pero la obra puede hacer un conjunto que daría cuenta de cómo lo disparatado es más cercano a la esencia del ser humano que lo cuerdo.ad.

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