El General En Su Laberinto
Autor: Gabriel Garcìa Màrquez
Reseña escrita por Fernando Pineda
“El General En Su Laberinto”, es un vibrante relato lleno de connotaciones históricas aparecido en 1989, después de un largo proceso de producción que incluyó desde investigaciones y recopilación de datos hasta la escritura en sí misma. El libertador Simón Bolívar es quien inspiró al gran Gabo a construir un texto palpitante, y a la vez conmovedor que le permite al lector transformarse en espectador de un viaje por el río Magdalena en el cual surgen recuerdos de toda índole. A través de la pluma de Gabo, es factible, por ejemplo, revelar la personalidad de Bolívar, conmemorar sus triunfos, descubrir sus sueños y temores, tomar conocimiento de sus mayores infortunios, desengaños y traiciones; descubrir contradicciones en su figura y privilegiar al hombre (con sus virtudes, defectos, fortalezas y debilidades) por encima del héroe que consiguió, con su accionar, colmarse de una gloria que lo favoreció pero que casi simultáneamente, lo elevó hasta el punto de hacerle perder todo vestigio de humanidad.
Por concentrar su contenido en los últimos días de vida de un hombre que quedó en la historia como uno de los más trascendentales adalides de los movimientos independentistas que tuvieron lugar en América del Sur durante el siglo XIX y entregar al lector una especie de reflexión sobre el poder, “El general en su laberinto” representa una opción literaria por de más interesante para quienes se sienten fascinados por la historia y saludan con gran entusiasmo el talento de Gabriel García Márquez para deleitarnos con la escritura. . El general Simón Bolívar ha de transitar su postrera epopeya en un viaje sin término en que ha de plantarse ante la muerte irreversible. Es casi imposible imaginar que Simón Bolívar, se encuentra en el último tramo de su vida, a sus cuarenta y un años, y que representa un anciano de setenta, cuando el cansancio se ha hecho presa de él, los años le están pasando la factura de los excesos, y el racconto de su vida en sus ocho últimos meses de existencia obliga al lector a voltear atrás, a su vida y reflexionar que al final de su existencia, el Libertador se enfrenta a la implacable situación de forjar su inventario, de rendirse cuentas a sì mismo, de pensar y repensar que el hombre que fue casi todo… llegó a ser casi nada.
Una vez que hubo logrado la independencia del dominio español se resquebraja el sueño de unidad producto de la intriga política, se esfuma poco a poco el sueño de formar una gran nación hermanada desde México hasta Cabo de Hornos-.Así Bolívar casi sin proponérselo, inicia su cuasi-destierro, pues parecía que no le otorgarían la carta o el permiso para abandonar su querida tierra, en medio de un delicadísimo estado de salud, ya achacoso físicamente y en la compañía de un abreviado séquito el general se encamina por el río Magdalena hacia el final de sus días El viaje final se emprende en Santa Fe de Bogotá y concluye en Venezuela, su recorrido comprende desde Facatativa, Guadas, Honda, Puerto Real, Ocaña, Mompox, Zambrano, Barranca Nueva, Cartagena, Turbaco, Soledad, Barranca de San Nicolás y Santa Marta. Ya en la Quinta de San Pedro Alejandrino casi agonizando se pregunta : ¿Qué es esto?...¿Estaré tan malo para que se me hable de testamento y de confesarme?...!Cómo saldré de este laberinto¡ Bolívar encuentra en aquel nefasto recorrido El momento justo, (quizás el ultimo )para dar echar una ultima mirada a su trayectoria de vida y de liderazgo, la cual se convierte en una antesala para apreciar su rodar antes de enfrentarse a la muerte.
De forma análoga así como don Quijote hubo de contar con Sancho Panza o una reina Esther con un Mardoqueo, el líder hubo de contar con un seguidor fiel, un creyente, confidente y amigo: José Palacios sería quien ocupara compartiera ese rol privilegiado. Aquel que reía con buen humor seco, el generoso, el que compartía el objetivo de forjar una nación que se adelantaba a la misma Europa, el que sin poseer cultura entendía y retenía en silencio la memoria del otro que la perdía, pero también quien poseía la merced de cuestionar las afirmaciones de Bolívar. "Lo que mi señor piensa, sólo mi señor lo sabe".La obra de García Márquez delinea y encarna en sus páginas el ambiente, los ríos, las aguas, la lluvia, el calor bochornoso, casi asfixiante que se sufre una balsa y desde la cual se ven a lo lejos mujeres caminando al borde del río, todas o la mayoría viudas, mujeres solas que han perdido a su pareja en una lucha que se va como la misma balsa por el río.La notoriedad de Bolívar y su relación con las mujeres se convierten en un punto de ceremonia o culto para él mismo y para los demás. Cada una de ellas le dejó un rastro particular en su memoria, hubo treinta y cinco. "Sin contar las pájaras de una noche, por supuesto", aclaró José Palacios. A todas amó y a todas les juró "amarlas para siempre jamás", y creemos que no les engañaba .
Nos imaginamos a Bolívar, el personaje, el héroe. Su màgico modo de vestir, su presencia y comportamiento, su elocuencia y capacidad discursiva, sus dotes de persuasión, sus estrategias de guerra, de sus ideales, de sus retratos, pero también no debemos perder de vista sus pesadillas, opresiones que le llevaban a sudar y perder las fuerzas hasta quedar examine, no debemos olvidar su capota impermeable que lo cubría y protegía , de su melena que al final se volvió escasa y desarreglada, de sus botas negras de charol para cabalgar, de su potro blanco que cambió por una buena mula y finalmente de una hamaca, para aguantar y hacer dormir un cuerpo consumido y enclenque. El genio novelístico de G. Márquez (el Gabo) entreteje el aspecto histórico. con la severidad de investigación de una de las etapas menos conocidas de Simón Bolívar, de tal manera el Gabo pone bajo la lupa y a través su exquisita pluma una serie de postulados literarios hondamente relacionados con el tema de liderazgo y coloreados con la vida de un personaje prominente
Excelente análisis. La estoy leyendo por segunda vez y es una delicia recordar los detalles olvidados.
ResponderEliminarGabo, leyenda viviente de nuestra literatura.
Es verdad un relato conmovedor
EliminarLo estoy leyendo y no dejo de pensar en los equívocos históricos de los que tiene licencia por ser novela. Pero mostrar a Bolívar en los huesos, vaya, me cuesta todavia.
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