lunes, 28 de febrero de 2011

El encantador de abejas, de Ramón Cerdá

AUTOR: CERDÁ SANJUAN, RAMÓN


EDITORIAL:  Editorial Club Universitario

ISBN: 978-84-9948-018-3
EAN: 9788499480183
PRECIO:  26 € 
AÑO: 2010
LUGAR DE EDICIÓN: San Vicente
COLECCIÓN: ECU NARRATIVA
Nº COLECCIÓN:
NÚMERO PÁGINAS: 400

Reseña de Amando Lacueva:


El encantador de abejas es el tercer título que cierra una atípica trilogía. La habitación de las mariposas, la cual tuvimos el placer de leer y reseñar, y El fantasma de los sueños, son obras que pueden leerse en el orden que uno desee, por separado o de forma continua, pues la única relación entre ellas es el personaje de Consuelo, de quien ya tuvimos ocasión de hablar en nuestra reseña de La habitación de las mariposas.

Para conocer el alcance del título, tendrás que leer toda la obra, de esa forma podrás entender su verdadero significado.
Pero abordemos los temas espinosos que Ramón Cerdá nos presenta en esta novela:
Seguro que en alguna ocasión os habéis planteado la eterna cuestión de la reencarnación, no os preocupéis, no sois los únicos. Muchas religiones como la egipcia, griega, hindú, budista o romana, así como el hinduismo, budismo y taoísmo, por nombrar algunas, tienen la creencia de la reencarnación, telón de fondo fundamental en esta obra, ¿Pero, habíais pensado en todo caso que la reencarnación es una forma de inmortalidad?, ¿No? Ramón Cerdá rompe moldes con esta novela y nos presenta una trama compleja donde sus personajes recuerdan sus vidas pasadas, y de ahí, bajo esa consciencia de haber vivido en otras época y lugares, teniendo consciencia de las mismas, es cuando los personajes se plantean si son o no inmortales.
La trama, hábilmente construida, gira en torno a tres épocas bien diferenciadas, donde personajes tan dispares como un centurión romano, Jack el Destripador y un vulgar empleado de correos, tienen un vínculo en común.
Los primeros trazos de la obra, algo que aclara Ramón Cerdá en su nota de autor, me recordaba enormemente al caso del supuesto caníbal de Rotenburgo, (Armin Meiwes, en Alemania, quien se comía a sus víctimas que consentían en ello y quedaban por internet) ¿Verdaderamente macabro, cierto?, pues eso no es nada cuando os adentréis en las páginas que conforman esta novela, pues nos encontramos ante una obra, si no de terror o gótica, si sangrienta, sádica, cruenta, feroz, brutal, pues el autor no escatima esfuerzos y detalles en revelarnos escenas que nos pondrán la piel de gallina y erizará nuestro vello, os lo garantizo.
Alberto, un hombre que lleva postrado en una silla de ruedas frente al ordenador desde hace quince años debido a un accidente de tráfico, se ha convertido en un ser inadaptado y solitario que vive a través de internet. La casa que habita, fue escenario en los años sesenta de un crimen atroz, y dado que tiempo es lo que le sobra, decide indagar en la red desde la soledad de su cuarto. Se hace llamar Cáncer en los chats, y contacta, intentando ahondar en lo que sucedió, con una persona que se apoda Ripper.Ripper, (Jack), al igual que él es un ser solitario y huraño, un hombre maduro que padeció en su juventud horribles pesadillas, muy reales,… Así empieza la trama del Encantador de abejas, una historia que te llevará desde meses antes del nacimiento de Jesús, pasando por finales del siglo XIX, hasta nuestra época actual, donde Consuelo, el médium, intentará evitar por todos los cauces a su alcance, junto con Maria, que la historia no vuelva a repetirse.
Os lo advierto, es una novela para adultos, no apta para mojigatos o personas con escrúpulos, pues las escenas han sido extraídas de una mente que nada tiene que envidiar a Jack el Destripador.



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