martes, 21 de septiembre de 2010

El nombre del viento, de Patrick Rothfuss

Reseña de “El nombre del viento”
Autor: Patrick Rothfuss
Editorial: Plaza & Janés
Pp:  880 Páginas
PVP:  22,90€
Lengua: CASTELLANO  Encuadernacion: Tapa blanda
ISBN: 9788401337208
Año:2009

Reseña de Violant Muñoz

Los nombres son importantes porque dicen mucho sobre las personas. He tenido más nombres de los que nadie merece. Me llamo “Cuouz” quizá hayas oído hablar de mi. Esta es la tarjeta de presentación de esta obra en la que el protagonista es: músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, héroe, asesino … Kvothe se ha convertido en un personaje legendario, cuyos actos (a veces nobles, a veces infames) se cuentan por las noches en las tabernas, adornados y acrecentados por los rumores, las conjeturas y las fabulaciones.

Todos le dan por muerto, cuando en realidad vive en una humilde posada que regenta. Nadie sabe quien es.

Hasta que una noche un viajero, llamado el Cronista, le reconoce y le suplica que le revele su historia, la verdadera, a lo que finalmente Kvothe accede. Pero habrá mucho que contar, le llevará tres días. Este es el primero… Kvothe (que podría pronunciarse ´Kuouz´) es el hijo del director de una compañía itinerante de artistas -actores, músicos, magos, juglares y acróbatas- cuya llegada a los pueblos y ciudades siempre es un motivo de alegría. En ese ambiente Kvothe, un niño prodigio muy alegre y servicial, aprende distintas artes. Para él, la magia no existe; sabe que son trucos. Hasta que un día se tropieza con Abenthy, un viejo mago que ha dominado los arcanos del saber, y le ve llamar al viento. Desde ese momento Kvothe solo anhela aprender la gran magia de conocer el nombre auténtico de las cosas. Pero ese es un conocimiento peligroso y Abenthy, que intuye en el niño un gran don, le enseña con cautela mientras lo prepara para que un día pueda ingresar en la Universidad y convertirse en un maestro de magos. Una tarde en que su padre ha estado ensayando el tema de una nueva canción sobre unos demonios legendarios, los Chandrian, Kvothe se va a pasear al bosque. Cuando regresa ya anochecido, descubre los carromatos incendiados y que todos, también sus padres, han sido asesinados. Unos desconocidos están sentados alrededor de la hoguera, pero luego desaparecen. Durante meses Kvothe vaga atemorizado por el bosque con su laúd por única compañía y cuando llega el invierno se dirige a la gran ciudad...

El nombre del viento, es la opera prima del debutante Patrick Rothfuss, en un formato aparente de “fantasía épica”, pero solo aparente.

Dicen los que entienden más que yo que que Patrick Rothfuss es el nuevo J.R.R. Tolkien pero no caigáis en el engaño: es mejor, porque es diferente.

A diferencia de otras obras de fantasía, el mundo de Rothfuss es tan real, tan minucioso, tan coherente y cercano, que no me daba la impresión de leer fantasía sino una crónica histórica sobre un período que desconocía por completo.

Las primeras cien páginas transcurren casi en su totalidad en el interior de una posada. Un posadero con el pasado más fascinante que podamos imaginar. Y el posadero está dispuesto a contarlo todo.

Su infancia en una troupe itinerante de artistas, su facilidad para el teatro y para aprender cosas nuevas, su habilidad con el laúd. Y la magia. Una magia diferente. Sin efectos especiales, una magia que suena tan auténtica que parece de verdad.

La forma de narrar de Rothfuss consigue atraparte y provocar que vivas lo que lees. Más aún: sentir que el protagonista te habla a ti, que el protagonista eres tú.

Es por tanto, una obra que gusta tanto a los críticos como a los lectores. Y puedo aseguraros que eso es algo que raras veces sucede. Lo que es comercial no suele ser bueno para la crítica.

Se trata de una historia inconclusa, ya que es la primera parte de una trilogía en la que un hombre legendario narra su vida. El libro abarca desde su infancia hasta sus últimos días en la poco convencional Universidad de El Arcano. A partir de ahí se pueden diferenciar tres partes claras en la historia:

Primera infancia, en la que conocemos el feliz entorno de la farándula en que se ha criado y que aparentemente presagia la típica aventura heroica con alegres compañeros de camino.
Infancia en Tarbean y toma de conciencia: Nuestro futuro héroe sufre constantes desgracias mientras bloquea todo recuerdo de su vida anterior. Pero el pasado vuelve para explotarle en la cara y decide retomar el camino interrumpido, marchando a la Universidad.

La Universidad: Todo lo anterior no es más que un extensísimo leit motiv, topamos al fin con el corazón del libro: magia, poder, fama, amor y peligros. Vamos, una novela de fantasía en estado puro. La lectura se acelera, absorbe e intriga hasta el punto de hacerse casi del tirón y el final te deja, como todas las historias inconclusas, con muchas preguntas.

La narración de Rothfuss es única, contada por su protagonista desde su exclusiva perspectiva y de forma secuencial. No hay pequeños relatos, sino sucesión de hechos, un anecdotario en orden cronológico. En mi opinión, el autor es demasiado preciosista. Por el contrario encontramos un mayor dominio del diálogo, que transcurre con mayor ligereza y tal vez sea por eso que lo mejor del libro coincida con la aparición de nuevos personajes y con la interacción entre éstos. Pero lo que más me ha llamado la atención es el uso magistral de la ironía.
Encontramos a todos los personajes al uso: la chica, los amigos, el mentor, el villano... no falta nadie y faltan todos, porque sólo existen en la medida que se cruzan con el héroe. El protagonista discurre a ojos del lector como niño prodigio repelente, criatura desamparada y adolescente problemático. En general sus actos son coherentes: buscan la comprensión del lector, no su simpatía.
La historia se contextualiza en un mundo medieval prototipo, con una fuerte influencia religiosa, y dividido en cuatro grandes regiones. Encontramos sólo humanos y algunos seres de carácter sobrenatural en cuya existencia se cree según lo supersticioso de la zona. El itinerario geográfico se reduce al mínimo y la acción bélica es inexistente.
La religión podríamos clasificar en dos tipos:
-Leyendas populares, expresadas a partir de la propia experiencia de Kvothe, piezas teatrales y canciones infantiles
-El Gran Relato oficial, abanderado por una Iglesia monoteísta que además ostenta poder judicial.
Como no podía ser de otra manera, con el tiempo Kvothe descubre que los cuentos que oyó siendo un niño ocultan mayores verdades que las prédicas de los sacerdotes.
La Universidad en la que estudia Kvothe se aprende todo lo que cabría esperar de una institución actual, (ingeniería, medicina, retórica, aritmética, química...) pero con la diferencia de que la magia se halla presente en todos sus aspectos.
Podríamos decir que hay dos tipos de magia:
-Magia práctica, llamada Simpatía que se basa en la disciplina mental.
-Magia metafísica, referente al poder de los nombres. Es la que lleva a Kvothe a la universidad y parte de la idea de que el verdadero nombre de las cosas te otorga control sobre ellas.
Se trata de un libro ambicioso y difícil de juzgar sin conocer la historia completa, cuya división parece responder más a una razón práctica por parte de la editorial.

Está bien escrito aunque excesivamente recargado para mi gusto (reitero el matiz), entretiene, intriga y te deja con ganas de leer más. La novela es casi enteramente un flashback, pero detallado de una manera natural y fresca. Además es coherente (algo que agradezco enormemente) pese a tratarse de una novela de fantasía y aventuras es creíble. Y su ritmo lento, nos los justifica el propio autor en boca del protagonista, que nos cuenta que una historia así, no se puede narrar con atropellos ni precipitaciones.
Es por ello que la recomiendo a público de todas las edades, os encontrareis con una historia profunda, bien escrita y de calidad.


3 comentarios:

  1. La leí hace unos meses y me encantó. Lamentablemente, parece que la segunda parte aún tardará en salir.
    Así que haré tiempo releyéndomela...

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  2. Buenas:

    Gran parte del texto de este artículo es un plagio de la reseña que hice en mi blog, de la que se han copiado párrafos de forma literal sin citar su origen, omitiendo o suavizando los aspectos negativos que observé en la novela, remitida por la propia editorial para su crítica.

    http://www.versoblanco.com/2009/05/el-nombre-del-viento-patrick-rothfuss.html

    Ya había visto el plagio en facebook, donde denuncié la página y fue eliminada, pero no sabía que aún permanecía en este blog.

    Entiendo que el resto del miembros del equipo de "Reseñas literarias" no son responsables del plagio e imagino aceptarán de buena fe que las colaboraciones son autoría de los críticos que las envían (en este caso Violant Muñoz).

    Pido a los administradores del blog que eliminen el artículo o indiquen la fuente y a la señora Muñoz, como editora que dice ser, le agradecería al menos la misma profesionalidad y respeto que mucha otra gente, simples bloggers aficionados a la literatura, tenemos con el esfuerzo ajeno. Personalmente, me hace dudar de que siquiera se haya molestado en leer la obra.

    Mi reseña se publicó con licencia creative commons, si le gustaba no tenía más que copiarla o modificarla al gusto sin necesidad de autorización previa, indicando la autoría orginal con un enlace a la fuente. Se ve que eso era demasiado trabajo para usted.

    Gracias y un saludo.

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  3. Hola Patricia:
    Como bien indicas, Reseñas literarias nada tiene que ver con el tema que comentas. Nosotros recibimos reseñas firmadas que nos autorizan a colgarlas tanto en este blog, como en la página y grupo de Reseñas Literarias. La reseña que llegó a mi correo va firmada por la editora Violant Muñoz y dado que no es la primera aportación al grupo que hace no tenemos que dudar de su autoria, tampoco de tus palabras. Una vez comprobadas tus palabras, si observo que no te falta razón, la eliminaré del blog.
    En cuanto a la denuncia que realizaste en FB, no tenía idea ni el motivo ni la persona que la reaizó, pero si es cierto que tuve verdaderos problemas con mi perfil, algo que encuentro un verdadero absurdo máxime cuando reconoces que ni yo, ni mi grupo tenemos nada que ver y en todo caso, te hubiera agradecido un comunicado a mi perfil, o por correo, pues en la página lo puedes encontrar con facilidad, antes de obrar de la forma que hiciste, provocando a alguien que solo pretende difundir la literatura, un verdadero quebradero de cabeza. Por otro lado si no tienes acceso a mi correo, te lo tejo para que podamos hablar con mayor tranquilidad.
    alacueva60@hotmail.com
    Un saludo

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