Dama Imperial, de Andre Norton

Título: Dama Imperial

Autor: Andre Norton - Susan Shwartz

Colección: Fantasía Épica

Editorial: Timun Mas

Páginas: 329

ISBN: 84-7722-364-5

Portada: Royo

Reseña nº 14, certamen de Reseñas Literarias, valora la reseña

SINOPSIS:

Nieve plateada, la hermosa hija de un general de ejército imperial caído en desgracia, ha vivido siempre en el exilio. Lejos del imperio, ha tenido libertad para adiestrarse en las artes de la guerra y de la caza. Un mensajero de la corte cambiará para siempre la sencilla vida de la muchacha.

El emperador ha finalizado el año de luto después de la muerte de su esposa principal y ha convocado a quinientas doncellas para que llenen de vida y de risas los salones de su palacio. Nieve plateada tiene así la oportunidad de mejorar el destino de su padre, pero la joven no está preparada en absoluto para la intensa política de palacio y se avergüenza de su carencia de virtudes femeninas.

Sin pretenderlo, ofende al jefe de los eunucos y ese no será mas que el comienzo de un sinfín de aventuras que el destino le tiene preparadas, aventuras que la conducirán hasta el pueblo de los Hsiung-un en Mongolia, más allá de la protección de la gran muralla.

OPINION PERSONAL:

Es una buena novela para conmemorar el año nuevo chino, este año que entramos en el año del tigre. Maravillosamente ambientada en la china imperial, esta novela, escrita con la delicadeza de un pincel sobre la seda, cuando se desarrolla en el palacio imperial, se vuelve intensa y salvaje, vital y desgarradora cuando su protagonista se traslada a las estepas mongolas.

Allí donde la magia de la tierra yerma es dura, primigenia y chamánica, sola, entre un pueblo hostil, con la única acompaña de su criada, deberá aprender a luchar por conservar su vida. Es una novela que se lee con rapidez, muy bien escrita, realista y a la vez mágica, con la magia de la tierra y los espíritus del comienzo del mundo, con luchas salvajes y encarnizadas por el poder de las estepas.

Es de esas que perduran en la memoria, y que sin tener sagas que las eternicen, siempre que la vemos en la estantería, nos produce una sonrisa cómplice de vieja amiga, y de vez en cuando, la releemos, y la disfrutamos.