viernes, 18 de junio de 2010

Willow, de Julia Hoban


Titulo: Willow
Titulo original: Willow
Autor: Julia Hoban
Editorial: Ediciones Ambar
Fecha de Publicacion: Septiembre 2009
Encuadernacion: Rustica
Tamaño: 15x23 cm
Paginas: 336
ISBN: 9788492687053


Reseña de Anabel Botella


Hola a todos. La historia que os traigo hoy era una novela que tenía muchas ganas de leer desde que leí la sinopsis, y la verdad es que no me ha decepcionado. Willow es de Julia Hoban y está publicada por Ámbar.
Willow es una chica de 16 años que vive en casa de su hermano David desde que murieron sus padres en un accidente de coche. Willow se siente culpable porque piensa que sus padres seguirían vivos si ella no hubiera conducido el coche. También se siente culpable porque su hermano David se tiene que hacer cargo de ella. Willow alivia el dolor que siente, y que no deja salir, con una cuchilla. Después de ocho meses Willow no ha podido superar ese dolor. Nada es igual a como lo recordaba, ya no será la hija de nadie y ya no hablará con sus padres de sus sueños universitarios.
El dolor auto infringido es lo único que le queda en su día a día. David, su hermano, apenas le habla y no tiene relación con sus compañeros de clase. Un día conoce a Guy, un chico que visita su biblioteca y casualmente descubrirá su secreto. Entre ellos nacerá la necesidad de compartir la angustia de Willow. Guy tratará de que Willow se abra al mundo y que comparta su dolor. La carga que lleva Willow resulta demasiado pesada para llevarla sola. Guy será la mano amiga a la que acudir cuando el dolor sea insoportable. Si hay una palabra que define a esta novela es desgarradora.
Esta historia me hizo replantearme muchas cosas de mi día a día. Cuando terminé la novela, la sensación que me quedó es la de ser afortunada, pues podía compartir mis sonrisas, mis sueños o mis penas con mi familia. Para mí supone un gran alivio descargar estas emociones, como supongo que le sucedería a Willow antes de que ocurriera el accidente de sus padres. ¡Cuánto valor tiene un abrazo cuando estás sola! ¡Cómo llegas a echar de menos un olor, una nota o una conversación cuando todo desaparece de golpe y porrazo! Así es como se siente Willow, añora los grandes detalles, aunque también la cotidianidad de su vida pasada. ¿Dónde quedaron aquellos recuerdos que la persiguen, pero Willow no es capaz de sacarlos a la luz? Willow prefiere esconder su vida pasada, enterrarla como hizo con sus padres. No puede sufrir, como tampoco debe concederse llorar.
La única salida que le queda a Willow es la autodestrucción… hasta que conoce a Guy. Guy es un soplo de aire fresco en la vida de Willow, un chico que será su salvavidas. Me gustan este tipo de personajes buenos, que dan todo lo que tienen, sin reservas y con generosidad, y Guy es de estos chicos. Se podría decir que Guy es un ángel de la guarda aunque respetando el espacio de Willow. Y es que tanto en Guy como en Willow hay una necesidad de amar. Uno de los atractivos de esta historia es está narrada de forma sencilla, en presente (esto me desconcertó en un principio, aunque enseguida me habitué a ello). La autora se aleja de florituras innecesarias para que la trama sea más efectiva. Compartes la soledad de Willow, las lágrimas de David, la impotencia de Guy y el desgarro de una muerte.
Hay algunos momentos en las conversaciones que mantienen las nuevas amigas de Willow en los que aparentemente no pasan nada, pero es sólo apariencia, pues intuimos los pensamientos de ella y sus emociones. Es entonces cuando Willow encuentra la mano suave de Guy y él la rescata del abismo de la soledad. ¿Qué más puedo decir de esta novela? Willow es una historia de amor, pero no es un amor desaforado y a primera vista, pues es un sentimiento que va apareciendo a pesar de la protagonista. Y es que hay una verdad común a todos nosotros: el amor es lo único que nos puede salvar.

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