Género: Thriller histórico
Editorial: Versátil
Primera edición española: 2010
Número de páginas: 397 páginas
ISBN: 978-84-92929-09-2
RESEÑA y VIDEORESEÑA de Eduardo Gestido Castilla
¿Y si te dijera que todo lo que conoces, no es verdad? ¿Qué harías si descubrieras esa peligrosa verdad oculta a los ojos del mundo? Necesitarás mucho valor para enfrentarte a este reto.
Hace siglos, a finales del siglo XVI, el tesoro de una rica familia del este, los Báthory, cayó en las manos equivocadas. Esas manos que mancharon de sangre el nombre de Dios, y que ahora juegan con el mundo desde sus influyentes posiciones sociales. La liga Ultra-Católica Francesa. No tardarán en descubrir, que ese tesoro guarda un inminente peligro. Tratarán de destruirlo por todos los medios, pero será imposible. Optarán por guardar la verdad, por los siglos de los siglos, protegiendo el secreto, para que nadie sea capaz de revelarlo. Pero no será así por mucho tiempo. Anna, una universitaria como cualquier otra, una fría noche en Florencia, en pleno siglo XXI, tendrá un horrible encuentro con unos hombres encapuchados, que tratarán de hacerle daño, pero Thomas, un perfecto desconocido, aparecerá en el momento preciso para ayudarla. Después de una terrible pelea entre ellos, Thomas le exigirá a Anna que abandone Florencia, para huir con él a un lugar muy lejano. Huyendo también del mundo que siempre ha conocido. ¿Pero, por qué…? No sabía en ese momento, lo importante y peligroso que sería su papel. ¿Estará dispuesta a dejarlo todo atrás para descubrir la verdad?
Comenzamos esta aventura milenaria en el año 1586, en Cracovia, Polonia, en un prólogo exquisitamente narrado que nos sitúa en la turbia situación de Ferenez de Nádasdy, un joven guerrero considerado el héroe de Hungría, que se ha reunido con el rey Esteban para comunicarle el sospechoso estado de su esposa, a la vez prima carnal del rey, Erzsebet. Le confiesa su preocupación, ya que su mujer, cada día se muestra más pendiente de su aspecto, que aunque sigue siendo hermoso, las marcas de la edad comenzaban a hacer acto de presencia. Le explica a su primo político, el rey, cómo se ha convertido en una mujer fantasmagórica, en una bruja que organiza extrañas fiestas exclusivamente para mujeres. Cada día se vuelve más fría y lejana, y en sus pupilas, ya no hay amor. Se ha convertido en una mujer totalmente despiadada. Con suma preocupación, le pedirá un favor al rey que será declinado de inmediato: necesita acceder al tesoro de la familia Báthory, que ahora descansa en manos de la Iglesia ultra católica de la cual, la familia forma parte. Aquel tesoro que los pocos valientes se atreven a llamarlo como “Asmodeo”, el nombre del demonio que Salomón asignó para ser “El guardián de los secretos”: La llave a la eterna juventud, que arrastra consigo una horrible maldición.
“El guardián allí te espera.
Ella te indica el lugar,
La que reza bajo la palmera,
La que vino por el mar.
El infierno está bajo el cielo
Y allí podrás observar,
Que entre la sombra de su cueva,
Las paredes pueden hablar.”
Este libro está narrado en primera persona por Anna, que después de un prólogo que he descrito, nos sitúa en nuestro mundo actual, en Florencia. Ella es una joven normal, simpática y con un futuro muy prometedor, pero que aunque tiene todo lo que necesita, siente un vacío eterno en su interior. No sabe, la pobre, ¡todo lo que le espera! Dividido en tres partes, y cada parte adornada con una cita religiosa y muy inquietante, nos invita a querer saber qué se esconde detrás de siglos de historia de mentiras y traiciones. ¿Qué es el Asmodeo? ¿Cuál es el terrible secreto que guarda en su interior? Para averiguarlo, nos encontraremos en una trepidante aventura llena de lugares increíbles de Europa, con unos protagonistas profundos y bien delineados. Desde que empiezas a leer, te asaltan miles de preguntas. ¿Quiénes son esos hombres que atacan a Anna en medio de la calle? ¿Por qué Thomas sabía dónde y cuándo encontrarla? ¿Qué es lo que hay detrás del Guardián de los Secretos?
Muchas incógnitas que necesitan de una pronta solución, por lo que no nos queda más remedio que adentrarnos cada vez más, siguiendo con atención los pasos de nuestros protagonistas. La ambientación es perfecta, la descripción de los lugares, citando grandes monumentos y calles perfectamente delineadas, nos trasportan automáticamente en un viaje por toda Europa. Y no sólo por lugares, sino por las décadas de la historia. De vez en cuando nos ponemos el traje del Viajero del Tiempo, y vamos hacia el 1500, donde confabulaban los grandes católicos, tratando de esconder el Asmodeo, el códice, la verdad sobre nuestra existencia.
Me leí esta novela en un abrir y cerrar de ojos y me encontré en ella un mundo totalmente distinto al que pensé que iba a encontrar. El romance es un segundo plano, un tentempié que nos entretienen en momentos puntuales, pero lo que hay detrás de la trama es mucho más grande. Un argumento bastante pretencioso, con mucha investigación a cuestas, un puñado de personajes reales y tenebrosos que poblaron nuestra historia y nuestros libros de texto en la escuela, como la terrible Erzsebet Bathory. Iglesias milenarias, llena de mentirosos y torturadores. Secretos inconfesables y unos protagonistas enternecedores, que mantienen un lazo inquebrantable, un puente entre el pasado y el presente. Es un libro lleno de aventuras, al más puro estilo de “La búsqueda”, con un gran despliegue de inteligencia y cultura, que Carolina ha sacado de sus propias experiencias, para narrarnos una original idea sobre la religión, sobre la propia humanidad. La propia autora nos advierte al comienzo de la historia, diciéndonos que necesitamos valor para leer lo que vamos a leer. Y es cierto, pues mucha gente necesitará dejar a un lado sus creencias, y mirar más allá, porque “El guardián de los secretos” puede hacer temblar los cimientos de nuestra fe, para enfrentarnos la respuesta a la pregunta más buscada: ¿de dónde venimos, a dónde vamos?
Lo único que no me gustó, fue los repentinos sentimientos que Anna tiene por Thomas, en el avión. Allí uno se da cuenta de que ha habido un acelerón de partículas. Por lo demás, todo bien, una novela para todos los públicos, con todos los ingredientes que la hacen irresistible. Anna y Thomas, su ángel de la guarda, nos llevarán de la mano por un mapa dibujado con mucho esmero y cariño, para contarnos unas aventuras, que bien podría no terminar aquí. ¿Qué es más grande que el tiempo y la propia muerte?
Hace siglos, a finales del siglo XVI, el tesoro de una rica familia del este, los Báthory, cayó en las manos equivocadas. Esas manos que mancharon de sangre el nombre de Dios, y que ahora juegan con el mundo desde sus influyentes posiciones sociales. La liga Ultra-Católica Francesa. No tardarán en descubrir, que ese tesoro guarda un inminente peligro. Tratarán de destruirlo por todos los medios, pero será imposible. Optarán por guardar la verdad, por los siglos de los siglos, protegiendo el secreto, para que nadie sea capaz de revelarlo. Pero no será así por mucho tiempo. Anna, una universitaria como cualquier otra, una fría noche en Florencia, en pleno siglo XXI, tendrá un horrible encuentro con unos hombres encapuchados, que tratarán de hacerle daño, pero Thomas, un perfecto desconocido, aparecerá en el momento preciso para ayudarla. Después de una terrible pelea entre ellos, Thomas le exigirá a Anna que abandone Florencia, para huir con él a un lugar muy lejano. Huyendo también del mundo que siempre ha conocido. ¿Pero, por qué…? No sabía en ese momento, lo importante y peligroso que sería su papel. ¿Estará dispuesta a dejarlo todo atrás para descubrir la verdad?
Comenzamos esta aventura milenaria en el año 1586, en Cracovia, Polonia, en un prólogo exquisitamente narrado que nos sitúa en la turbia situación de Ferenez de Nádasdy, un joven guerrero considerado el héroe de Hungría, que se ha reunido con el rey Esteban para comunicarle el sospechoso estado de su esposa, a la vez prima carnal del rey, Erzsebet. Le confiesa su preocupación, ya que su mujer, cada día se muestra más pendiente de su aspecto, que aunque sigue siendo hermoso, las marcas de la edad comenzaban a hacer acto de presencia. Le explica a su primo político, el rey, cómo se ha convertido en una mujer fantasmagórica, en una bruja que organiza extrañas fiestas exclusivamente para mujeres. Cada día se vuelve más fría y lejana, y en sus pupilas, ya no hay amor. Se ha convertido en una mujer totalmente despiadada. Con suma preocupación, le pedirá un favor al rey que será declinado de inmediato: necesita acceder al tesoro de la familia Báthory, que ahora descansa en manos de la Iglesia ultra católica de la cual, la familia forma parte. Aquel tesoro que los pocos valientes se atreven a llamarlo como “Asmodeo”, el nombre del demonio que Salomón asignó para ser “El guardián de los secretos”: La llave a la eterna juventud, que arrastra consigo una horrible maldición.
“El guardián allí te espera.
Ella te indica el lugar,
La que reza bajo la palmera,
La que vino por el mar.
El infierno está bajo el cielo
Y allí podrás observar,
Que entre la sombra de su cueva,
Las paredes pueden hablar.”
Este libro está narrado en primera persona por Anna, que después de un prólogo que he descrito, nos sitúa en nuestro mundo actual, en Florencia. Ella es una joven normal, simpática y con un futuro muy prometedor, pero que aunque tiene todo lo que necesita, siente un vacío eterno en su interior. No sabe, la pobre, ¡todo lo que le espera! Dividido en tres partes, y cada parte adornada con una cita religiosa y muy inquietante, nos invita a querer saber qué se esconde detrás de siglos de historia de mentiras y traiciones. ¿Qué es el Asmodeo? ¿Cuál es el terrible secreto que guarda en su interior? Para averiguarlo, nos encontraremos en una trepidante aventura llena de lugares increíbles de Europa, con unos protagonistas profundos y bien delineados. Desde que empiezas a leer, te asaltan miles de preguntas. ¿Quiénes son esos hombres que atacan a Anna en medio de la calle? ¿Por qué Thomas sabía dónde y cuándo encontrarla? ¿Qué es lo que hay detrás del Guardián de los Secretos?
Muchas incógnitas que necesitan de una pronta solución, por lo que no nos queda más remedio que adentrarnos cada vez más, siguiendo con atención los pasos de nuestros protagonistas. La ambientación es perfecta, la descripción de los lugares, citando grandes monumentos y calles perfectamente delineadas, nos trasportan automáticamente en un viaje por toda Europa. Y no sólo por lugares, sino por las décadas de la historia. De vez en cuando nos ponemos el traje del Viajero del Tiempo, y vamos hacia el 1500, donde confabulaban los grandes católicos, tratando de esconder el Asmodeo, el códice, la verdad sobre nuestra existencia.
Me leí esta novela en un abrir y cerrar de ojos y me encontré en ella un mundo totalmente distinto al que pensé que iba a encontrar. El romance es un segundo plano, un tentempié que nos entretienen en momentos puntuales, pero lo que hay detrás de la trama es mucho más grande. Un argumento bastante pretencioso, con mucha investigación a cuestas, un puñado de personajes reales y tenebrosos que poblaron nuestra historia y nuestros libros de texto en la escuela, como la terrible Erzsebet Bathory. Iglesias milenarias, llena de mentirosos y torturadores. Secretos inconfesables y unos protagonistas enternecedores, que mantienen un lazo inquebrantable, un puente entre el pasado y el presente. Es un libro lleno de aventuras, al más puro estilo de “La búsqueda”, con un gran despliegue de inteligencia y cultura, que Carolina ha sacado de sus propias experiencias, para narrarnos una original idea sobre la religión, sobre la propia humanidad. La propia autora nos advierte al comienzo de la historia, diciéndonos que necesitamos valor para leer lo que vamos a leer. Y es cierto, pues mucha gente necesitará dejar a un lado sus creencias, y mirar más allá, porque “El guardián de los secretos” puede hacer temblar los cimientos de nuestra fe, para enfrentarnos la respuesta a la pregunta más buscada: ¿de dónde venimos, a dónde vamos?
Lo único que no me gustó, fue los repentinos sentimientos que Anna tiene por Thomas, en el avión. Allí uno se da cuenta de que ha habido un acelerón de partículas. Por lo demás, todo bien, una novela para todos los públicos, con todos los ingredientes que la hacen irresistible. Anna y Thomas, su ángel de la guarda, nos llevarán de la mano por un mapa dibujado con mucho esmero y cariño, para contarnos unas aventuras, que bien podría no terminar aquí. ¿Qué es más grande que el tiempo y la propia muerte?
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