Autor: Francisco Narla.
Editorial: Ediciones Ava.
Nº de Páginas: 416.
Cubierta: Cartoné.
ISBN: 978-84-9355-062-2.
Reseña de Déborah Albardonedo
En un idílico y recóndito valle de la olvidada Galicia interior del noroeste español durante el primer cuarto de siglo pasado las leyendas cobran vida.
El tranquilo y bucólico estilo de vida queda descarnado con la sangre, el mal y la muerte.
Hombres lobo, brujas, ánimas, maleficios, cosechas corruptas… los delirios macabros y tenebristas de las noches de pesadilla han salido de entre los bosques camuflados en las mandíbulas hediondas de una bestia sin corazón.
Por entre el dolor y la desesperación de todo un pueblo, un hombre; el molinero del lugar, que al tiempo que lucha por olvidar su atribulado pasado debe guardarse del inquietante presente.
Lo sobrenatural aparece envuelto en brumas para ser dilucidado al final de la historia, una trama de inesperado desenlace que descubre lo racional en lo imposible.
La novela juega con maestría con el clasicismo costumbrista propio de una obra del siglo XIX, aprovechando la descripción de la vida y usos del interior rural para sacar a la luz los horrores velados que la tradición hubiese preferido dejar atrás.
Editorial: Ediciones Ava.
Nº de Páginas: 416.
Cubierta: Cartoné.
ISBN: 978-84-9355-062-2.
Reseña de Déborah Albardonedo
En un idílico y recóndito valle de la olvidada Galicia interior del noroeste español durante el primer cuarto de siglo pasado las leyendas cobran vida.
El tranquilo y bucólico estilo de vida queda descarnado con la sangre, el mal y la muerte.
Hombres lobo, brujas, ánimas, maleficios, cosechas corruptas… los delirios macabros y tenebristas de las noches de pesadilla han salido de entre los bosques camuflados en las mandíbulas hediondas de una bestia sin corazón.
Por entre el dolor y la desesperación de todo un pueblo, un hombre; el molinero del lugar, que al tiempo que lucha por olvidar su atribulado pasado debe guardarse del inquietante presente.
Lo sobrenatural aparece envuelto en brumas para ser dilucidado al final de la historia, una trama de inesperado desenlace que descubre lo racional en lo imposible.
La novela juega con maestría con el clasicismo costumbrista propio de una obra del siglo XIX, aprovechando la descripción de la vida y usos del interior rural para sacar a la luz los horrores velados que la tradición hubiese preferido dejar atrás.
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