jueves, 22 de abril de 2010

El baile de las chicas muertas, de Rachel Caine



Rachel Caine
Editorial: Versatil Ediciones, V. Ficción / Marzo 2010
ISBN: 9788492929054
Género: Paranormal Juvenil
Serie: 2º- Vampiros Morganville

Título original: The Dead Girls' Dance
Editorial original: Penguin Books / Abril 2007
ISBN original: 9780451220899



Reseña de Eloisa N. Leiva


Al fin cayó en mis manos la segunda parte de Los vampiros de Morganville, al que le tenía muchas ganas después de ver cómo acababa “La Mansión Glass” (ver reseña aquí) en la cual quedé en aire, sin poder respirar. ¡No podía acabar así! ¡Tenía que haber algo más y pronto!
Y este marzo, lo hubo, apareció “El baile de las chicas muertas” un nombre que por sí sólo congela la sangre y te hace imaginar un sinnúmero de situaciones peligrosas que nada más que Claire y sus amigos podrán sortear, mientras se mantengan unidos.
La Mansión Glass fue un libro que me maravilló. Sus personajes y el hecho de que sus vampiros no fueran los héroes, fue lo que más animó la historia en la que Claire se vio envuelta.
Esos escenarios tan tétricos y a la vez urbanos, siguen apareciendo en esta secuela, que no tiene nada que envidiar el primer libro.
El comienzo es justo después del final del tomo uno, sin saltos en el tiempo, justo en el mismo lugar donde perdimos el aire. En aquella situación fría, dolorosa, increíble. Me era imposible encajar el golpe; no, sufrí mucho con ese final, no me hagáis sufrir con este principio.
Pero lo hicieron, de una manera cruda te muestran como la gente enceguecida por la venganza, puede acabar con un inocente, llegando a límites insospechados, en los que puede llegar hacer desaparecer aquel cruel delito, del cual nosotros sólo pudimos ser testigos sin tener ningún arma para ayudar, para cambiar la situación.
El libro no sólo se centra en aquel duro golpe para los habitantes de la mansión, no olvidemos que están los moteros y el padre de Shane, están armados y son peligrosos (sí, ¡pareció la frase de una película de humor!) y que se servirá de cualquier medio para llevar a cabo su venganza, aún si en esto pierde la vida, o la vida de su hijo.
No puedo revelar más, pues si continúo, no podré evitar contar todo el libro y sé que debo dejar que ustedes mismos se maravillen con lo que ocurre, vibren como yo lo he hecho.
El nombre “El baile de las chicas muertas” me llamó poderosamente la atención y, en cierta forma, es obra del azar y por otra no, el baile existe dentro de la historia, pero no tiene la importancia que podríamos esperar para ser el título de la segunda parte, aunque cuando lo terminas, sabes que no habría podido ser más acertado; al final, es el baile, es un baile de acción y de acontecimientos sin parar. Que las chicas estén o no muertas, es cosa de suerte, o de lo que Rachel Caine quiera que pase.
El libro no te deja descanso, no te permite en ningún momento dejarlo para tomar aire, o para continuarlo a la noche siguiente. En mí está el ejemplo, lo leí de una vez toda una noche, sin dormir. Por su culpa al día siguiente estuve media muerta, así que sólo me faltaba ponerme a bailar.
Cuando lo coges, ya has caído y no podrás escapar, no podrás parar una vez lo has empezado. Tiene un ritmo frenético, pero lejos de cansarte, te engancha desde la primera hoja, no hay momento del libro en que no haya acción, en que no suceda algo que te haga aferrarte al sillón, a las sábanas o a dónde quiera que lo estés leyendo, es un no parar y te absorbe por completo, llevándote al mismo Morganville, siendo un ciudadano más, parte de la Mansión Glass, la cual ve cómo las cosas cambian en su interior; ya sabremos en las próximas entregas si esos cambios son para bien o para mal.
Personalmente pienso que el chicle de los vampiros se está estirando mucho, pero de la misma manera pienso que Rachel Caine está haciendo un estupendo trabajo, ya que no sólo nos da una visión diferente de los vampiros que tenemos hasta en la sopa, sino que nos recuerda que pueden ser perversos y su sed de sangre es mayor a cualquier sentimiento.
¡Y hay un nuevo inquilino! Tenemos un nuevo vampiro en Morganville y para mí no puede ser mejor, es único, sexy… lo amo. ¿Edward Cullen? Ni hablar; él es capaz de erizarte el vello, de carcomerte por dentro, con una mirada, tiemblas de emoción; imagino su voz con una claridad pasmosa… ¿queréis saber quién es…?
Es-un-se-cre-to.
Vamos a ver qué sorpresas nos tiene preparada la autora con este recién creado vampiro (¡ay oh má qué rico!), el primero en muchos años en Morganville.
No puedo más que deciros, que si habéis degustado la primera parte de esta saga, tenéis que seguir el camino trazado hasta el placer más pecaminoso, y en esta segunda entrega, no os perderéis detalle de las aventuras que han preparado para nosotros. Una buena secuela, que me deja con las ganas de leer el tercero, con la incertidumbre de lo que ocurrirá, y si seré capaz de soportarlo.
Si no tenéis aún la suerte de haber leído “La Mansión Glass”, estáis tardando mucho, porque es un libro lleno de todo aquello que nos gusta, amor, acción, injusticias, misterio, chicos guapos…
Con estos dos libros, tenéis diversión asegurada, aventura a punta pala, acción en los rincones más hostiles, y por supuesto, un suave y apasionado toque romántico que sin llegar a lo pasteloso, nunca viene mal y es bien recibido.
Los vampiros de Morganville, son los vampiros que necesitamos.

2 comentarios:

  1. Buenoo ami tambien me gusto mucho ya ke le e leido mas de 4 veces, pues esta saga te enseña como puedes llegar a tener un lazo de amistad tan fuerte, asi como una confianza entre ellos,el poder de esa amistad logra llegar hasta las personas mas temibles, haciendoles respetar alos mas debiles..bueno es algo ke no se ve en la vida real..Caine nos da un buen libro yo les recomiendo los otros 5 ya ke tube la oportunidad de tenerlos y leerlos

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