martes, 6 de noviembre de 2018

Veinte mil leguas de viaje submarino, de Julio Verne


Resumen
Un monstruo marino ha puesto en marcha todas las alarmas, y finalmente se organiza una expedición para capturarlo, en la que figuran el célebre profesor de Historia Natural Pierre Aronnax, su ayudante Conseil y el experto arponero canadiense Ned Land, a bordo de la fragata estadounidense Abraham Lincoln. El monstruo resulta ser un sorprendente submarino a las órdenes del capitán Nemo, y el hecho de que deba mantener el secreto plantea un grave problema al capitán en cuanto a la liberación de los tres personajes principales. El capitán Nemo, el sabio atormentado y desengañado de la raza humana, en el que confluyen el individualismo libertario y un exacerbado sentido de la justicia, se ha convertido sin duda en uno de los paradigmas de la novela de aventuras y su presencia ya bastaría para justificar el lugar de honor que ocupa Veinte mil leguas de viaje submarino en el género. Y sin embargo contiene muchos otros alicientes: emoción, conocimiento, suspense, personajes inolvidables, lances inesperados... Uno de los hitos de la novela de aventuras y fuente inagotable para la posterior narrativa de anticipación.
Biografía
Jules Gabriel Verne nació en Nantes, en 1828 y murió en Amiens, en 1905.
Es ampliamente reconocido su trabajo como escritor de novelas de aventuras hasta el punto de ser considerado uno de los padres de la ciencia ficción.
Publicó casi setenta libros, y más de veinte cuentos, protagonizados siempre por héroes de buen corazón que luchaban contra las injusticias, y veían en la ciencia, sobre todo al principio de su obra, el motor para un avance ético de la sociedad.
Opinión
Lo sé, voy a ganarme una enorme reprimenda, pero no puedo morderme la lengua.
No voy a hablar de la trama, nuestra mente tiene registros suficientes a través de la lectura del mismo, películas, dibujos animados y demás formas audiovisuales que todos hemos visto en uno u otro formato, que sería alargar esta reseña, y me gustan cortitas.
No le quito mérito alguno, pues se trata de un clásico que se adentra en algo que para la época era impensable. Ni voy a criticar al autor, me cortarían el cuello como si fueran a cortar mantequilla, pero es que lo he encontrado un ladrillo difícil de digerir.
Me sobran las larguísimas, tediosas, minuciosas y desesperantes descripciones en cuanto a química, historia, geografía y biología marina se refiere. Para los que nos gusta la aventura sin más, tanta meticulosidad aburre demasiado e interrumpe lo esencial de la trama, la verdadera aventura de los célebres personajes en el interior del submarino.
En ocasiones uno puede confundir la lectura con un tratado de biología, y si se despista, con una carta de navegación marina, o en ocasiones con un compendio geográfico o histórico, por lo que todo eso, me parece superfluo, me sobran páginas y páginas de descripciones interminables que despistan constantemente acerca de lo que viven los personajes.
Pese a todo, creo que es una obra que debe leerse, por el simple hecho de sentirse bien con uno mismo… “He leído a Julio Verne”.
Tal despilfarro en descripciones me ha quitado la idea de seguir leyendo alguna más de sus obras, pero no lo descarto en un futuro.

Amigos, sed felices.

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