FICHA TÉCNICA
Autora: Harper
Lee
Obra: Matar
un ruiseñor
Género: Gótico
Sureño
Editorial:
Ediciones B
Año
publicación: 1960
Páginas: 435
RESEÑA DE J.E.M. CELESTE
Sobre la autora:
Nelle Harper Lee (Monroeville, Alabama) Nació un 28
de abril de 1926 y gracias a su sensibilidad, bondad y humildad,
características adheridas a su novela, consiguió vivir durante noventa años,
hasta que finalmente falleció el 19 de febrero de 2016.
La novela aunque, como ella en ocasiones ha dicho,
no es autobiográfica sí que tiene un paralelismo con su propia infancia. De
niña, en Monroeville una pequeña localidad de Alabama, vivió muchas aventuras y
experiencias similares a las que le ocurren a la narradora de su novela, Scout
Finch. Por aquel entonces la discriminación racial estaba al orden del día, y
como su padre era abogado, al igual que el padre de Scout pudo sentir en su
propia piel, muchos de las injusticias que se llevaron a cabo por aquel tiempo
con las personas de color.
Durante más de cincuenta años, y tras estar
refugiada en su propia guarida, sin conceder entrevistas ni salir en medios
públicos, Matar un ruiseñor fue la única novela de Harper Lee, hasta que en
2015, publicó una secuela de Matar un ruiseñor: Ve y pon un centinela, novela
que trata sobre la joven Scout Finch.
Sobre
la obra:
Matar un ruiseñor es una obra maestra, escrita con
gran dedicación y cariño, que a lo largo de sus páginas te permite meterte en
la piel de su joven narradora Scout de 6 años de edad y vivir una serie de
experiencias que para un niño de su edad suelen ser muy complejas y duras, pero
que para ella y su hermano, Jem, gracias al gran amor y apoyo de su padre,
Atticus, les mostrará la verdadera cara del mundo de un modo dulce, divertido e
inocente.
La historia transcurre en la ficticia población
Maycomb, a lo largo de tres años de la vida de Scout. Al principio y gracias a
un extraño personaje que vive en la casa de al lado, Boo Radley, Scout, Jem, su
hermano cuatro años mayor que ella, y su amigo Dill, el cual pasa el verano en
Maycomb con su tía Rachel, se ven completamente involucrados en una trama
divertida, ingeniosa y de suspense, en la que intenta averiguar qué le paso a
Boo, y se inventan ingeniosos métodos para hacerlo salir de la casa en la que
lleva años encerrado.
Con el paso del tiempo, se ve como poco a poco, Jem
va dejando atrás su niñez y entrando en una época más compleja de su vida con sus
repentinos cambios de humor: la adolescencia. Scout que aún sigue en esa
primera fase, no consigue entenderlo pero a pesar de sus pequeños roces y
peleas ambos dejan ver a lo largo de toda la historia pequeños gestos de amor,
que te hacen conocer la magnitud que adquiere su fraternal relación.
Por ese entonces, Atticus, el padre de Scout y Jem,
está inmerso en la defensa de un complejo caso, en el que un hombre de color ha
sido acusado por violación. Esto hará que las fantasías y diversiones de los
hermanos se vean afectadas por las críticas y desconformidades del resto de
habitantes, los cuales llamaran despectivamente a su padre: “ama negros”.
Por otro lado Cal, la criada de color de la familia
Finch, les transmitirá a los niños esa figura femenina que quedó ausente con la
pérdida de su madre, y les mostrará ese otro mundo desprestigiado por los
blancos desde dentro.
Finalmente, Atticus no consigue demostrar la
inocencia de Tom Robinson y éste es condenado, dejando una semilla de
injusticia e impotencia en los corazones de Scout y Jem. Este suceso,
desencadenará la ira del padre de la joven violada, y someterá, en la última
parte de la historia, a la familia a un lúgubre desenlace, en el que la
misteriosa figura de Boo Radley cobrará importancia salvándolos con su inocente
canto de ruiseñor.
Enseñanzas y valores:
Matar un ruiseñor no se queda simplemente en una
simple reflexión de las propias vivencias de la autora, sino que va más allá y
trata de transmitir los sentimientos, miedos, aspiraciones de la gente de
aquella época. Además de hacer pensar sobre las inmoralidades llevadas cabo por
aquel entonces.
A lo largo de la obra se tratan temas tan polémicos
como: la violación, la injusticia racial y la destrucción de la inocencia. Bajo
un trasfondo cálido e inocente como lo puede llegar a ser la mirada de un niño.
Una obra que consigue calar en el corazón de personas de distintas edades y
hacerles reflexionar a cada una según sus experiencias, vivencias y
conocimientos.
Otro valor importante que se puede observar a lo
largo de estas cuatrocientas páginas, es el de la importancia del amor
paternidad. Pues Atticus, es una figura clave en la historia sin la cual, ésta
no tendría sentido. Su moralidad, honor, valor, bondad y amor son todo un
ejemplo para abogados, padres o cualquiera que aspire o desee ser mejor persona
en general.
Análisis de la narración:
La delicadeza y sutilidad con que Harper Lee plasma
todo lo que desea, le concede a su obra una dimensión mucho mayor a cualquier
otra novela dramática. Sus palabras no desprenden melancolía en ningún momento,
sino más bien ironía, fuerza y amor. Sus frases y reflexiones han sido
perfectamente construidas, dejando en cada una de ellas una parte de la esencia
del candor de Lee.
Opinión personal:
A lo largo de toda su lectura he sentido dolor,
impotencia y mucho amor y admiración por esos personajes nobles e inocentes que
nos presenta la autora. Este libro ha dejado una huella en mí, que espero que
no llegue a desdibujarse con los temporales que el tiempo nos envía a lo largo
de la vida. Una historia que me ha hecho pensar, reflexionar, aprender y
cuestionarme la esencia de las personas. Por último, solo me queda decir,
aunque creo que se sobreentiende, que me ha encantado.
Frases
y reflexiones hermosas de la obra
“Hasta
que temí perderla, jamás me embelesó la lectura. A uno no le embelesa
respirar.” P. 36
“—Scout
en primer lugar convivirás mejor con todo tipo de persona si eres capaz de
aprender un truco sencillo: no se entiende realmente a nadie hasta que
consideramos las cosas desde su punto de vista.” P. 53
“Las
personas sensatas no se enorgullecen de sus talentos.” P. 158
“La
única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia
individual.” P.167
“—Hija,
no es un insulto que a uno le den un nombre que a otro le parece malo. Ello le
demuestra a uno lo mísera que es la otra persona, y no le hiere.” P. 173
“Uno
es valiente cuando, sabiendo que ha perdido y antes de empezar, empieza a pesar
de todo y sigue hasta el final pese lo que pase.” P. 178
“Al
observarla empecé a pensar que se requería cierta habilidad para ser mujer.” P.
182
“—¿Y
por qué tendría que llorar, señor Raymond?
—Llorar
por el infierno puro y simple en que unas personas hunden a otras… sin
detenerse a pensarlo. Llorar por el infierno en que los hombres blancos hunden
a los de color, sin pensar que también son seres humanos.” P. 313
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