Datos técnicos:
Título: Correspondencia entre Carlos Pellicer y Germán Arciniegas.
Autor: Serge I. Zaïtzeff (Preparó la edición, introducción y estudio preliminar).
Editorial: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA). México.
Presentación: Rústica con solapas.
Edición: 1era.
Año: 2002.
ISBN: 970-18-8186-9.
Nº pág.: 222 páginas
Reseña de Raymundo Vázquez Soberano.
De
diciembre de 1918 a marzo de 1920 el poeta mexicano Carlos Pellicer se
encuentra en la ciudad de Bogotá, como representante consular de la
Federación Mexicana de Estudiantes en Colombia. Durante este tiempo
tiene la oportunidad de establecer relaciones de amistad con una pléyade
de jóvenes colombianos que años después destacaran en el ámbito
latinoamericano, entre ellos: Carlos y Juan Lozano, León de Greiff,
Octavio Amórtegui, Germán Pardo García y Germán Arciniegas, la hermandad
de Pellicer con los dos últimos durará toda su vida.
De ahí que
la correspondencia entre Carlos Pellicer (1897-1977) y Germán Arciniegas
(1900-1999) seleccionada por Serge I. Zaïtzeff se convierta en la
actualidad en un testimonio de primer orden que da cuenta de la profunda
amistad que existió entre estas dos grandes figuras de las letras y el
pensamiento latinoamericano. Estas cartas, también da la oportunidad al
lector de asomarse a la efervescencia política y cultural de una época,
bajo el influjo del pensamiento de Simón Bolívar y las ideas de José
Vasconcelos; proyectan la fe compartida en torno al movimiento
estudiantil de la década de los veinte del siglo pasado y la solidaridad
hispanoamericana.
Al respecto, en una de las misivas que
Pellicer envía a Germán Arciniegas en 1921, toca el punto relacionado
con la decisión de Colombia de no enviar representante al Congreso
Internacional de Estudiantes a celebrarse en la Ciudad de México: “[…]
¿Cómo es posible que vengan estudiantes de Venezuela, Perú, Uruguay,
Argentina, Chile, etcétera, y no así de Colombia? Es que acaso pasó lo
mismo que con los cablegramas, que el Gobierno de Bogotá no permite la
salida de estudiantes, así como no permitirá la salida de despachos
cablegráficos? Procure usted averiguarlo y cuéntemelo con toda la
franqueza y sinceridad de que usted es siempre capaz”.
Por lo que
al compromiso hispanoamericano se refiere, en la misma carta el mexicano
le dice al colombiano: “[…] Parece que el gobierno actual se porta bien
—se refiere a la administración de Álvaro Obregón—. Esto no quiere
decir que yo ya haya olvidado que la muerte de Carranza fue un gran
crimen. En fin, mi querido Germán aquí estamos viviendo pensando siempre
en lo mismo, es decir, en nuestra América Española, de la que no
apartamos los ojos un solo momento.”
En cierto modo dice
Zaïtzeff, Pellicer y Arciniegas ejemplifican lo que ellos anhelan para
todos los latinoamericanos, o sea la solidaridad y la amistad a través
del conocimiento mutuo. En su prosa Arciniegas explora a fondo la
diversidad cultural que prevalece en México y en la poesía Pellicer
canta a la grandiosidad de la naturaleza y de la historia de América.
El ensayista y el poeta se complementan en su acercamiento a 'Nuestra
América', la expresión martiniana que Arciniegas hace suya, o la
'América mía' palabras escogidas por Pellicer en el poema que le dedica a
su amigo colombiano. Los dos son el anverso y el reverso de la misma
moneda.
En el libro se incluyen cuatro apéndices: el
primero, son textos de Germán Arciniegas sobre Carlos Pellicer; el
segundo, se denomina: otros textos colombianos sobre Carlos Pellicer; el
tercero, incluye textos de Carlos Pellicer; y el cuarto, se llama:
Pellicer sobre Arciniegas. Además, se incluye un índice onomástico.
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