viernes, 2 de noviembre de 2012

La mujer anochecía, de Ada Menéndez

Reseña de José María Ariño Colás

Tengo entre mis manos La mujer anochecía, último poemario de la poeta asturiana Ada Menéndez (Gijón, 1972). Ada presentó en el fórum Fnac de Zaragoza el pasado 7 de junio esta obra escueta, densa, profunda, casi visceral. Tuve la suerte de acompañarla en el acto y escuchar algunos de sus poemas. Tal como dice Óscar D’aniello en el Epílogo del libro: "Mujer arrebatadora, provocadora, sincera". Esa fue mi impresión cuando la saludé y esa ha sido mi impresión después de leer y releer sus poemas.

     Ada Menéndez es - afirma en el prólogo José Luis Piquero - "sufriente pero lúcida, pisoteada pero no vencida, ofendida pero orgullosa: desafiante". Este inconformismo se advierte desde los primeros poemas - SUEÑOS Y PESADILLAS de la mujer anochecía - hasta los que cierran el libro con un broche de ternura - LAS MUJERES ORTO de una mujer anochecía -. Inconformismo y rebeldía ante las situaciones absurdas de la vida en la gran ciudad: Godzilla arrancó de cuajo los puentes de los hombres... Hay un sorteo de aviones por la carretera de Burgos...Zombis en mi ciudad quieren morderme...


     El inconformismo se transforma a veces en una indagación en su propio yo, en un autorretrato poético de color grisáceo: Los poetas olemos a basura. O en rebeldía ante el hechizo engañoso del amor: Reniego a ser una amante pinchada sobre el corcho / de tu colección. Hay una cara oculta y otra cara desenfadada, preñada de tristes presagios: Se me estropea el cutis con los años las / decepciones el tiempo mal invertido / he presagiado un entierro donde nadie llora / donde yo descanso en paz y / se me afea el espíritu.

     Un espíritu que se tiñe de ternura en los tres últimos poemas, broche esperanzador y aspiración personal. Un homenaje a sus seres más queridos a los que admira y mitifica: Quiero ser tú como tú multiplicarme para llegar a ti. Emoción poética, desnudez retórica, espontaneidad, amor, desamor y un sinfín de sentimientos en ocasiones contradictorios, como la vida misma. Un libro para leer y releer durante los cálidos días estivales.

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