Colección: Hispánica
Páginas: 392
Publicación: 11/10/2006
Género: Novela
Precio: 19,00 €
ISBN: 9788420470788
EAN: 9788420470788
Desde Rusia con horror
8/01/10
Reseña de José Luis Fernández Gancedo.
En estos días en los que el General Invierno parece haber establecido su Cuartel General en Gijón, la lectura de “El tiempo de los emperadores extraños” ha sido una excelente compañía durante esas noches en las que las bajo las calientes mantas de mi mullidita cama trataba de combatir el frío.
El grato recuerdo que dejo en mí la lectura de “El arte de matar dragones” (véase “Un caballero en tierra de dragones” - 20/10/09) fue una excelente razón para adquirir la novela en la que Ignacio del Valle nos hace participes de las andanzas de Arturo Andrade, el que fuera teniente de la Sección de Información del Alto Estado Mayor franquista.
Tras el trágico final de la misión que le llevo tras la pista de la tabla “San Jorge y el dragón”, Andrade ante la tesitura de cumplir condena en una de las duras cárceles franquistas o ser candidato a engrosar la lista de bajas de la División Azul decide jugársela y probar suerte combatiendo en un país donde el enemigo son los rusos, los aliados las bestias de los batallones hitlerianos y el mayor y mas letal asesino es El General Invierno.
Allá en tierra de ruskis (rusos), un lugar donde ya no importan los vivos, el cabo Arturo Andrade, macabro asesinato mediante, tendrá la oportunidad de volver a desplegar sus mejores dotes de investigador para descubrir al asesino por orden de sus superiores, unos superiores cuyo único interés en la resolución del caso es que nada empañe la gloria con la que la propaganda franquista ha barnizado la misión de la División Azul.
Ignacio del Valle, a través de la investigación llevada a cabo por Andrade, lleva al lector a descubrir lo que fue aquella locura emprendida por Franco, el cual pretendía con ella conseguir el beneplácito de Hitler - un personaje tan abyecto y despreciable como él – mediante el sacrificio de soldados españoles, muchos de los cuales habían encontrado en el pelotón de fusilamiento o en el hambre y la miseria que les esperaban en su patria, una buena razón para alistarse “voluntariamente”.
La propaganda franquista con la que el régimen presentaba a la División Azul como un glorioso ejercito que estaba machacando al demonio rojo, contrasta con la dura realidad percibida a través de los ojos de Andrade, el cual verá que la mezquindad, la desorganización y los peores vicios de los españoles siguen teniendo vigencia en tierra extraña: Puedes sacar a un español de España, pero no se puede sacar a España de un español.
La relación entre los perros de la guerra hitlerianos y las tropas españoles, presentada como excelente por la propaganda, es sobre el terreno una “alianza accidental” entre una maquina militar perfectamente engrasada y un ejercito desorganizado, carente de medios, enfrascado en una guerra interna entre militares y falangistas y cuyos integrantes son para los alemanes, para los que se creían la raza suprema: Ungeziefer (sabandijas)
“El tiempo de los emperadores extraños” es en definitiva una extraordinaria novela en la que con una esmerada prosa se conjugan la investigación policial y el relato documental de una misión militar destinada al fracaso pues frente a la voluntad de hierro y al poderío militar de la Wehrmacht estaba el pueblo ruso, un pueblo acostumbrado al sufrimiento para el cual no había mucha diferencia entre vivir o morir.
Una novela a través de la cual se nos presenta el horror desencadenado por los emperadores extraños, y se nos habla de la perdida de los valores, de esa inocencia propia de los niños, los únicos capaces de advertir que el emperador de turno va desnudo:
“Sois portadores de niños. Los niños destruirán el presente, pero serán los únicos capaces de construir el futuro. Recordad que mientras llevéis un niño, podréis eludir el mal refugiándoos bajo el manto de la inocencia. Los niños son los únicos que se atreven a señalar la desnudez del emperador. Atravesareis ríos, atravesareis tempestades, podréis atravesar incluso las llamas del Infierno. Los niños son los únicos que aún pueden sostener la esperanza”
Es curioso que la capacidad de leer y escribir no permita a sectarios pseudointelectuales como el autor de la novela y la autora de la critica anterior, abstenerse de emitir juicios de valor sobre asuntos que desconocen en su totalidad, o que han rozado ligeramente por medio del nada fidedigno metodo de la transmision oral de un sujeto sectario en si a uno mas sectario todavia siguiendo una cadena de memeces embellecidas al gusto del consumidor en cada puerto de entrada, hasta llegar a su destino final, el bonito pero historicamente desafinado oido de Magda Robles. El relato de la vida en la division azul, y la subsiguiente interpretacion sociopoliticafilosoficaartistica de la altura de este blog alcanzan los mas altos niveles de bazofia pseudohistorica, solo aptas para el consumo del mas inclito y maleable analfabeto, con una mente lo suficientemente debil para ser manipulada por un ficus haciendo un curso por correspondencia de Caballero Jedi.
ResponderEliminarHay muchos datos y documentacion al alcance del que los quiera ver que hubieran acotado en plenitud las ansias de hacer el ridiculo de Magda e Ignacio, pero como todo buen pijoprogre los dos decidieron simplemente inventarse una realidad paralela, empaquetarla en un envase atractivo presentandolo al lector como la verdad absoluta y la quintaesencia axiomatica de la historia del periodo y sus personas. Cierta gente deberia tener una orden de alejamiento a mas de cien metros del teclado de escribir mas cercano.
PS por cierto Magda, dedicate a deshuesar aceitunas por que la poesia tampoco es lo tuyo