miércoles, 2 de junio de 2010

Peter Pan, de James Matthew Barrie



James Matthew Barrie
Espacio Uno > Fantasía
ISBN: 978-84-937450-1-1
PVP: 22€

Reseña de Anabel Botella

Peter Pan es uno de esos mitos modernos que parece que siempre han estado ahí. Todos creemos conocerlo bien. Incluso da nombre a un síndrome psiquiátrico de plena actualidad. Pero si alguien pregunta por su origen, poca gente sabría contestar adecuadamente. Mucha gente incluso se sorprendería al descubrir que el personaje tiene poco más de un siglo de edad.
James Matthew Barrie fue un exitoso autor escocés en el Londres de finales del siglo XIX y principios del XX. Las circunstancias desgraciadas de su infancia marcaron tanto su personalidad como su obra. Perdió a un hermano a una temprana edad y su madre cayó en una profunda depresión que causó que se desentendiera del cuidado de sus otros hijos. Esto le causó enanismo psicogénico (no sobrepasó el metro y medio de altura de adulto).
Construyó a su alrededor una barrera protectora hecha de cinismo, misoginia, misantropía, ingenio agudo y profunda desconfianza que no permitían vislumbrar al hombre sensible y profundamente imaginativo que volcaba en sus narraciones, sobre todo en aquellas que dedicó a los niños, seres inocentes y puros, su auténtica pasión y, posiblemente, los que hacían que el mundo fuera un lugar mínimamente soportable.
Esta pasión, vista hoy, se nos antoja escandalosa. De hecho la controversia sigue rodeando al autor (al igual que sigue pasando con Lewis Carroll o, más recientemente, Michael Jackson, personajes claramente desubicados e inadaptados en el mundo que les tocó vivir y que buscaron en la infancia y en la compañía de niños una manera de refugiarse y sobrellevar su existencia).
Pero polémicas al margen, esta magnífica edición de Neverland Ediciones nos permite acceder a toda la obra de este magnífico autor en torno a su creación más universal, el mítico niño que se negó a crecer. El libro es, como he dicho, una magnífica edición, cuidada y bella. Un ejemplar que brillará por derecho propio en nuestra biblioteca. Tal vez, por ponerle alguna pega, se echan en falta algunas ilustraciones. Pero es una pega menor.
Por cierto, el prólogo de Silvia Herreros de Tejada es magnífico en su labor de introducir la obra, informando adecuadamente de qué es lo que nos vamos a encontrar y dejándonos con el deseo de adentrarnos cuanto antes en sus páginas.
En primer lugar nos encontramos con El pajarillo blanco, novela de 1902 en cuyos capítulos centrales aparece por primera vez el personaje de Peter Pan. De hecho, debido al éxito del personaje, dichos capítulos se publicaron independientemente en 1906 con el título de Peter Pan en los jardines de Kensington.
La novela trata de la relación de un militar cascarrabias, miembro de la acomodada sociedad burguesa de la Inglaterra de principios del siglo XX con un niño, David, que lo adopta como “padre” en el mundo privado de fantasía que crean juntos. La novela nos muestra las dos caras del personaje (claro alter ego del autor), cascarrabias, despectivo, clasista, incluso cruel en su relación con el mundo, especialmente las mujeres, sobre todo la madre de David, y tierno, sensible y tremendamente imaginativo cuando se refugia en su mundo de fantasía con David. La obra destila una sensibilidad y una belleza que pueden resultar incluso turbadoras. En ella el autor se desnuda y nos muestra todas sus filias y sus fobias (el poder liberador de la imaginación, la infancia, la desconfianza en el amor, sobre todo en el maternal, que él nunca gozó, etc.).
Los capítulos centrales que conforman Peter Pan en los Jardines de Kensington parecen un poco desligados del resto de la obra, son más un cuento infantil, alejados del tono general del resto de la novela. Aquí se desarrolla el personaje del niño que no olvida que antes de serlo fue pajarillo y a los siete días de nacer sale volando por una ventana. Tras una serie de peripecias descubre que ya no es un ave, pero ya es tarde para regresar a su casa. Al intentarlo descubre que la ventana tiene rejas que le impiden entrar y a través de ellas ve a su madre junto a otro bebé. Por lo tanto queda atrapado en su nuevo estado dedicado a rescatar a los niños que se pierden en los jardines o a enterrarlos (“de dos en dos, para que nunca estén solos”), cuando no llega a tiempo y no lo consigue.
El personaje no se parece todavía demasiado al que nos ha llegado hasta hoy (ese muchacho descarado y rebelde con los adultos y la idea de crecer), pero tuvo el suficiente impacto en su momento para que el autor le dedicara una obra de teatro que se estrenó en 1904, con un éxito monumental. Nunca se había visto nada igual sobre un escenario y después del estreno, Barrie supo que había logrado el sueño de todo escritor: un éxito y un personaje que le garantizaban la inmortalidad.
En esta obra el personaje tiene ya las características con las que nos ha llegado hasta nuestros días y se representó con notable éxito durante años. Barrie modificaba el texto continuamente y no fue hasta 1928 en que se decidió a publicar una versión definitiva del texto. Se incluye además una escena final que Barrie escribió en 1908 para sorprender al público, aportando a la obra un final alternativo y que se concibió para ser representada una única vez.
Completa este volumen la novela Peter y Wendy, fechada en 1911 y que es una novelización de la obra de teatro (se ve que el público la pedía a gritos). Esta es la obra que más conocemos gracias a las adaptaciones cinematográficas, aunque no está exenta de sorpresas. Conocer un argumento no significa conocer una obra.
Se incluye además un prólogo a la obra teatral fechado en 1928 en el que Barrie se muestra melancólico recordando a los niños Lewellyn Davies (uno de ellos es el David de El pajarillo blanco) junto a los que fue construyendo el mito de Peter Pan.
En resumen pues, una obra necesaria que hay que agradecer a sus artífices, que agradará a aquellos que quieran conocer mejor no sólo al personaje y al mito, sino a un gran autor injustamente olvidado y devorado por la enormidad de su propia creación.

3 comentarios:

  1. Tengo que leer este libro, me encanta la historia de Peter Pan desde niña pero nunca he leído los libros originales, solo las peliculas adaptadas a la gran pantalla y de sobra es sabido que no es lo mismo.

    Gracias por la reseña, intentaré leerlo pronto. Un beso.

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  2. Leí muy recientemente este libro que tenía por archisabido. Me encantó, sin embargo, la ensoñación procedente de épocas que mi mente olvidó hace mucho, pero que perviven en alguna ignota región de mi ser vetusto a la par que puro.

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