viernes, 30 de diciembre de 2011

Grandes Esperanzas, de Charles Dickens

Grandes Esperanzas
de Charles Dickens


Reseña de Fernando Pineda



De todas las novelas de Charles Dickens, Grandes Esperanzas es la novela más característica del escritor inglés en tanto y en cuanto asocia los temas clásicos de la novelística del autor (huérfano en dificultades), pero además pone especial esmero en el tratamiento de la problemática victoriana de las clases. Philip Pirrip (Pip) es un huérfano que, cierto día, se tropieza con un presidiario que le ruega comida y una lima. 


La señora Havisham, una longeva enriquecida, vive sola y algo "desconsolada" con la sola compañía de Estela, una niña criada con clase y donaire. Sin embargo, Pip descubre un mundo nuevo en sus visitas a Satis, y pronto comienza a trabajar como herrero, enamorado de la muchacha (Estela) que en ese momento se le figuraba una inalcanzable. La señora Havisham le informa de que alguien anónimo le entregará una importa suma de dinero. A partir de este fortuito hecho, la vida de Pip cambiará: de repente tendrá posibilidades de enamorar a Estela. Conquistando a la muchacha, tendrá "grandes esperanzas" de mutarse en un hombre mejor, en un caballero inglés. Pip es el clásico héroe dickensiano: El desamparado que sueña con merecer una vida mejor, las aventuras del hombre de clase baja para esquivar el cruel destino. Quimeras. Nuestro protagonista es favorecido con una herencia anónima y supone que solo con ello accederá a un mundo diferente, mejor, sin embargo Pip continuará amarrado a su anterior vida, la noticia de la muerte de su hermana lo sorprenderá. 


Y pronto comprenderá el desdichado huérfano (a los golpes, los golpes que a veces nos asesta la vida), que la vida nunca será mejor y que Estela nunca pasara a ser otra cosa que las fantasías inalcanzables de una anciana desahuciada. En Satis, la vieja mansión sólo ocupada por recuerdos, allí encontrarán la respuesta. La novela casi ha concluido, no ha sido otra cosa que una historia de sorpresas y cambios Pip (primero niño, después joven y más tarde adulto) siempre pertenecerá a la clase baja y Estela, esa princesa destronada que, fiel a su destino, lo llevará hasta el punto de aborrecerse. Infelicidad, siempre. Satis es el Absalón de Faulkner, un paisaje matizado de recuerdos, lleno no solo de pinos bajos sino también dejados de lado. Dickens recreó un universo tradicional de héroes y anti-héroes, una obra supuestamente sencilla colmada de aflicciones y salvajismos. Hay niños que son niños (como en David Cooperfield), y niños que nunca serán niños (los pillos de "Oliver Twist"), pero también hay hombres que siempre serán niños. Son estos hombres que, pese a la vida, conservan sus ideales. Como en casi todas las novelas de Charles Dickens, en Grandes esperanzas contamos con personajes de caracteres muy estereotipados que se sumergen en historias tortuosas y de innumerables transiciones. 


Sin embargo, en este libro encontramos una ciénaga de tristeza que resalta con mucho por otras grandes obras del maestro inglés, que no era, ciertamente, sobrio en dosis de sufrimiento. Grandes esperanzas nos cuenta la historia de Pip, un joven carente de todo criado por una hermana inhumana y por su marido, un herrero benévolo e inocente. La destreza de Dickens se manifiesta al hacerle participe al lector de una historia de superación y progreso social que, extrañamente, no hace más que correr el velo sobre las miserias de casi todos los personajes y vencerlos bajo el peso de sus depravaciones y errores. El resto, incluido el joven Pip, mostrarán el lado más frívolo de la naturaleza humana, cayendo a la influencia de diferentes elementos (dinero, poder, amor) que les sumen en la degradación o, simplemente, les asolan hasta casi la destrucción. Grandes esperanzas es una novela que suma a las características clásicas de Dickens una visión aún más desvergonzada de la naturaleza humana; tal vez no sea su obra más cruel, pero el abismo de melancolía y amargura es tan profundo que hasta los personajes más histriónicos (Wemmick, por ejemplo; imposible perderse las escenas en casa con su padre) o las situaciones más pintorescas no dejan de llevar sobrentendida una carga de tristeza bastante extravagante. 


Las novelas de Dickens siempre frecuentan el antagonismo entre dos mundos, el "ideal-noble" y el "mezquino-pragmático". El niño emerge al mundo, y lo percibe tierno ante sus ojos, sólo el destino le reservará la miseria y le enseñará la ruindad , pero aún puede elegir entre rendirse a ese mundo mezquino o preservar ese halo de nobleza con el que todos nacemos. Las novelas de Dickens son el desafío entre estos ideales que cohabitan en personajes humanos, demasiado humanos. En el final de la historia, (si bien algo forzado, pero lo suficiente decente) Dickens deja a Pip sin el dinero obtenido de su impensado benefactor y le otorga el dinero del que se ha hecho merecedor gracias al duro trabajo y a una noble disposición; y si bien no le entrega ni pronta ni fácilmente al gran amor de su vida, en la escena final Dickens le brinda al lector, un tanto livianamente cierto es, es verdad, esa gran esperanza de la nos habla el titulo, “Grandes Esperanzas “ es, sin duda, una de las mejores creaciones del genial inglés, y es fácil aventurar que les deparará a los lectores momentos de literatura inigualables. 

jueves, 29 de diciembre de 2011

Indignaos, de Stéphane Hessel

Título: Indignaos
Autor: Stéphane Hessel
ISBN-13: 978-8423344710
Editorial: Destino
Año: 2011

Crítica literaria de "Indignaos". Autor: Stéphane Hessel

Reseña por Ignacio Fernández Candela.

La indignación a precio de saldo.

Llamar a Hessel intelectual es una deferencia demasiado generosa con quien ha escrito un mediocre panfleto abogando por una revolución de ideas sin argumentos ni coherencia. El libro es una llamada a sordos para que armen mucho ruido; un fenómeno de distracción para hilar indignaciones con sesgo totalitario que nada libertario. Hessel es un farsante pero muy provisto de esa listeza que tanto llama la atención a los incautos que le siguen el juego revolucionario.

Queda la evidencia nada literaria de un propósito demagógico que , con la excusa de la justicia paritaria, ha revertido pingües beneficios a los ideólogos de pacotilla que representa Hessel a la cabeza de un estólido discurso populista de manipulación.

Los tiempos actuales en que desembocan los sistemas instaurados de orden, son el resultado de una evolución de siglos que ha constituido el armazón social y cada vez más multitudinario desde el que edificar las civilizaciones. El tiempo ha demostrado la ineficacia de las utopías ante el pragmatismo de la construcción que deriva del conocimiento aprehendido por la experiencia histórica.

El sistema es una resultante de una progresión que se ha alcanzado después, incluso, de guerras mundiales. Son directrices que facilitan la convivencia de un complejo entramado de disparidad social y política.

Nadie dijo que el sistema fuese perfecto pero establece un orden real por el cual regirse de manera universal, sea cual sea la civilización que lo aplica. Es del todo demagógico, si no ingenuo y paralizante, esgrimir argumentos radicales que pretendan arrancar el enraizado conjunto de aplicaciones devenidas de siglos de Historia experimentada.
 
El romanticismo de la protesta es mayor que la funcionalidad de lo ideado; no es válida la intención si sólo queda en el gesto. La petición de medidas no puede basarse en una arenga sin significado. Los argumentos de Hessel no son consistentes y demuestran un desconocimiento supino de unas reglas multidisciplinares imprescindibles para el rasgo evolutivo de cada país confrontando con sus problemas- en realidad inherentes a la propia realidad de ese sistema que, no siendo perfecto, es una directriz conocida- que pueden resolverse en mayor o menor medida.

En España ha ganado un sistema democrático donde la protesta contra el mismo es una minoría no representativa. Hay modos de construir si no se pierden las fuerzas en estimar inocuas las medidas que pueden abordar conflictos y mejorar la vida de los ciudadanos. La libre competencia ha de ser una realidad del sistema por el que todos nos regimos. La oportunidad es la misma que el deber de aceptar las reglas, de lo contrario ir a contracorriente no es una muestra de rebeldía sino de un despotismo que puede reemplazar una mayoría absoluta que decide trabajar por mejorar las circunstancias colectivas y personales.

El mayor ejemplo de ese revolucionario llamamiento desinflado está en España. Todo progreso conlleva sacrificio pero es un sacrificio real y surte efecto cuando argumenta con justicia una carencia del sistema. En este caso existe una coyuntura delicada pero se cuestiona el pragmatismo de un resultado histórico de construcción civilizada. No es un aspecto el que se cuestiona sino una base de orden civilizado. No es práctico ni aporta nada esa protesta en la que estamos de acuerdo pero no en que sea un paradigma para contraponer a lo establecido. Es una protesta vacía de contenido y los ideólogos del 15M han quedado en evidencia cuando se han manifestado. La ignorancia es tan osada como esperpéntica; por eso ha perdido adeptos por el camino esa revolucionaria y romántica confrontación contra el sistema. Generalizaciones nada inteligentes ni veraces.

Cuestión, el fracaso, que importará un bledo a un nonagenario que hizo su agosto vendiendo un manual de escasa inteligencia, aprovechando la escasa formación intelectual de los potenciales lectores que adquirieron un ejemplar. Patéticamente rentable.

El prólogo de Sampedro es el truco efectista para que el negocio indignante, que no indignado, saliera redondo. Siempre habrá cabezas cuadradas para aleccionarles vaciando sus bolsillos. De pura indignación la cara dura de este negocio temporal que pretende levantar barricadas mientras otros disfrutan de la tumbona al sol que más calienta... el del populismo izquierdista que siempre encuentra incautos de los que nutrirse.

Ignacio Fernández Candela

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Relato corto: Mi enemigo

MI ENEMIGO

Aquella nariz de boxeador acabado y la vomitiva cicatriz que surca su cara desde la ceja izquierda hasta la barbilla, unido al espeso bigote cano y mal recortado, configuran una cara que aborrezco con toda mi alma. El jefe me tiene más que harto. Siempre me envía a solventar los negocios más peligrosos a cambio de un triste sueldo, sin que hasta la fecha hubiera tenido el detalle de un pequeño ascenso en la organización con una minúscula parte en los cuantiosos beneficios que mi trabajo le procura cada mes.
Estoy decidido a cambiar mi futuro y eso pasa por acabar de una vez por todas con él, aunque no es tarea sencilla. Los dos gorilas que le abrigan las espaldas son fríos como el hielo y le profesan una lealtad inquebrantable.
La pasada noche me colé en su despacho, el que tiene en el polígono de Reus bajo la tapadera de una empresa de transporte urgente. Me dirigí hacia el mueble bar y abrí con la llave. Agarré la única botella abierta de güisqui y después de desenroscar el tapón, introduje unos polvos que acabarían con su vida. Agite la botella, le puse el tapón y la dejé en su lugar cerrando con la llave el mueble bar y la puerta de su despacho.
A las siete en punto de la mañana me encontraba abajo, con los moteros de reparto, esperando que me llamara el jefe. Cada mañana tenemos una reunión para organizar los trabajos del día. Desde la parte superior Juan, uno de sus gorilas me hace señas para que suba. Cuando entro, el jefe se encuentra con las manos entrelazadas encima de la mesa y me miraba con cara circunspecta.
De la sobaquera extrae su pistola y la deposita con suavidad sobre la mesa. Mi mirada se pierde en el arma mientras empiezo a sudar como un pollo, quizás se ha dado cuenta que le he envenenado el güisqui, estoy perdido si así es.
Sin decir palabra se alza de su sillón de piel y se aproxima al mueble bar mientras los dos gorilas se sitúan a mi espalda, uno a cada lado. El Jefe se mira un instante en el espejo del mueble y se aprieta el nudo de la corbata, extrae la llave y saca la botella de güisqui.
Después de servirse vuelve a tomar asiento. Yo todavía sigo con la vista perdida en el arma que ha dejado sobre la mesa. La sordina se alarga eternamente y el jefe todavía no ha probado el güisqui, se detiene con una parsimonia desesperante en encender un cohíba. Noto como las piernas me fallan y empiezo a temblar.
Juan pone su mano sobre mi hombro, me giro y me hace una seña para que me aproxime más ante el jefe. El capullo da una calada a su puro y me lanza el humo a las narices, agarra el vaso de güisqui y yo aprieto los dientes. Me mira de soslayo y se lo bebe de un solo trago. Respiro aliviado, lo que sea que quiera decirme no es sobre el güisqui. Se alza de su sillón, pero pronto empieza a dar traspiés sin sentido y se echa las manos desesperado a la garganta intentando chupar un aire que le falta. Los ojos parecen salirle de las órbitas, se está ahogando. Su cara se congestiona y se pone roja como un tomate. Juan se aproxima y lo agarra antes de que bese el suelo.
Le arrea un manotazo en la espalda en un absurdo intento para que recupere el resuello, pues piensa que se ha atragantado.
Solo escucho lejano en mi oído la voz de Juan.
—¡Jefe, jefe! ¿Se encuentra bien?
¿Jefe, me ha llamado Jefe? Miro a mí alrededor, en mi despacho solo estamos Juan, Antonio el otro guardaespaldas y yo. Juan me sostiene y puedo ver con pánico mi jeta reflejada en el espejo del mueble bar. Esa nariz de púgil, el bigote cano y la horrible cicatriz que recorre mi propia cara. Prácticamente sin aire en los pulmones puedo distinguir desde el suelo el vaso de güisqui y la botella. La única llave que abre el mueble bar  pende de un cordón de mi cuello. Entonces empiezo a recordar, pero ya es demasiado tarde.

Viaje a la luna, de Julio Verne

Viaje a la Luna
Autor, Julio Verne


Reseña de Fernando Pineda.

En 1856 fue publicada una novela que al predijo detalles de la que ciento trece años después se convertiría en la primera misión espacial al poner pie en la Luna. Su autor: Julio Verne, reverenciado por muchos, como el padre de la literatura de Ciencia Ficción. 


Un grupo de investigadores comienzan a experimentar con viajes espaciales, tal es el nudo del argumento que Verne nos presenta a finales del siglo XIX. Poco a poco lo que parecía obra de unos alienados tuvo su lógica y el artefacto que logran construir no sin ingenuo ni esfuerzo permitirá aproximarse a la luna ante la mirada azorada de muchos y el asombro de toda la sociedad. Finalizada la Guerra de Secesión, los miembros del Gun-Club, consagrado a la confección de armas de guerra, se encuentran desocupados, sin trabajo a la vista , de manera que entre todos se deciden a construir el mayor cañón del mundo jamás creado, apuntar a la Luna, destruirla, por supuesto, y con su destrucción alcanzar así celebridad y disfrutar el reconocimiento de ser los padres de l. a creación. 


Después de descriptivos estudios matemáticos donde abundan las cifras y los datos técnicos, llega al club un intrépido aventurero que sugiere cambiar la bala de cañón por un proyectil tubular hueco donde puedan viajar algunos hombres. La idea es aceptada con gran alboroto y los hombres se alistan para el viaje. La agudeza y el ingenio de Julio Verne y su asombrosa imaginación contribuyeron para idear la forma e incluso las dimensiones de la cápsula espacial, el lugar de lanzamiento, el país que habría de alcanzar el triunfo y el que sería su antagonista más directo: Rusia; la falta de gravedad, las trayectorias que recorrería el artefacto y su órbita alrededor de la luna, el sistema de corrección de trayectoria por medio de cohetes, e incluso la forma y lugar de regreso: la fantástica narración termina desplomándose en el mar en un lugar situado a cuatro kilómetros del lugar en que amerizó la primera tripulación en realizar una órbita lunar, el Apolo VIII. Esta visión, casi esclarecida para muchos, ¿ se podrá reflexionarla una casualidad de Julio Verne, una necesidad por parte de la NASA, o un tributo velado de algún amante anónimo de la literatura clásica de ficción... 


Sea como sea, nos encontramos frente a un hecho objetivo: el océano Pacífico tiene más de setenta millones de kilómetros cuadrados y el regreso de ambos se produjo sólo con una diferencia de unos 4 kilómetros entre ambos amerizajes. De la Tierra a la Luna fue un auténtico best seller en la época de ese momento en Europa. Muchos han atribuido a Julio Verne idoneidades con alcances futuristas. Julio Verne, se distinguió en relatos de aventuras fantásticas en las que se representaba, casi de manera iluminada, toda clase de proyectos y de ideas de orden técnico que, en años postreros se han fueron convirtiendo en realidad. El siglo XIX se definía por ese sentimiento de connivencia y familiaridad en la ciencia que se verá irradiado en numerosas novelas: predice así sobre el futuro de las ciencias naturales y sobre la revolución técnica, el uso de máquinas que hasta entonces no existían, el viaje a la luna... y sin embargo, algunos críticos se extrañan porque, a pesar de su deseo por transmitir siempre certeza científica a sus narraciones, hubiera elegido como nave espacial una bala de cañón y no un cohete, perfectamente conocido en su época, y que se consideró siempre como más ventajoso, como se demuestra después de que la ciencia moderna recurriera a la utilización de cohetes, Considerado celebre y todo, los literatos del momento le reprocharon no tener un estilo narrativo afín, ignorar la “manera” de narrar clásica... los educadores, turbados por el éxito de sus novelas entre el público juvenil, le atribuían de falso científico y de confundir a los jóvenes, que exigían modelos más clásicos para su formación. 


Los científicos consideraban que las historias de Julio Verne estaban atestadas de graves errores que la matemática, o la astronomía, como ciencias exactas, no podían tolerar. Sin embargo, sus escritos eran tan amenos que ¿a quien le importaba eso ante tan colosal narrativa? 


BASTA repasar algunos de sus párrafos : "Una detonación espantosa, inaudita, sobrehumana, de la que no hay estruendo alguno que pueda dar la más débil idea, ni los estadillos del rayo, ni el estrépito de las erupciones, se produjo instantáneamente.(….) Un haz inmenso de fuego salió de las entrañas de la Tierra, como de un cráter. ...el suelo se levantó y apenas hubo uno que otro espectador que pudiera entrever un instante el proyectil hendiendo victoriosamente el aire en medio de inflamados vapores”. El éxito de De la Tierra a la Luna se fundamentaba inexcusablemente en este “falso” tecnicismo del que le acusaban: aquí nos satura con cifras, datos técnicos y geográficos, pero a diferencia de otras novelas de su mismo estilo, ésta escapa con mayor suerte del cargado estilo narrativo del realismo-naturalismo de muchas otras novelas.. Julio Verne escribió muy poca ciencia-ficción “pura” tal y como hoy la concebimos, por lo general su obra es de rasgo aventurero y pseudos-tecnológico, sin embargo, en su condición de precursor y creador del género, la gran mayoría de su público y crítica lo reconocen como el primer escritor moderno de narrativa de aventuras de “ciencia-ficción”.


martes, 27 de diciembre de 2011

En carne viva, de Amando Lacueva

Título: En carne viva
Autor: Amando Lacueva
Año: 2011
Edición: Digital
Precio: 3€

Comentario de Fran Picón, poeta.

Crece; la impostura que reviste el sentimiento prestado al poeta; reflejo de un instante de armonía, pero no es su sentir, … y lo lamento.  

Así empieza la Antología Poética de Amando Lacueva, “En carne viva”, unos versos que me recuerdan a Pessoa cuando hablaba de que “el poeta es un fingidor que hasta finge que es dolor el dolor que en verdad siente”. Es su primer poema, Marinero de letras, una declaración de intenciones que se pone de manifiesto en los versos con los que inicio este prólogo y, es también un poema que nos induce ya a una conclusión, también muy en la línea de Pessoa, cuando nos dice:
  
¡Pobre poeta, pobre embustero!
Mal actor que encarna,
todos los sentires del alma. 


Nos encontramos ante una vida contada en verso, una historia poética y personal que nos lleva a diálogos poéticos, en los que se sentencian ideas tan absolutas como la de que ni siquiera la muerte mata. Nos muestra versos imperativos que parecen suplicar más que imponer. Una rima de soledades entre la gente, de vacíos, de carencias, de lágrimas.
Una melodía de una mente, por momentos, atormentada, que lamenta las cosas perdidas, que justifica lo injustificable y que, se rebela ante lo inalcanzable para vivir una verdad lastimera, desgarradora, pero virtuosa.

martes, 20 de diciembre de 2011

Bad One y el caso de la momia del museo Británico, de Ricardo Lampert

Título: Bad One y el caso de la momia del museo Británico
Autor: Ricardo Lampert
EAN: 9788483524664
ISBN: 9788483524664
Año: 2011
Mandala Ediciones

Reseña de Amando Lacueva.


Dicen que la comedia como género literario está desierto, y quizás tengan razón esas voces que se alzan para reclamar el lugar que le corresponde dentro del bombardeo de novelas históricas y de ciencia ficción o fantásticas que nos invaden. Como si los escritores no supiéramos escribir otra cosa. ¿Acaso tienen razón?

Alegan que es probable que los gustos hayan cambiado y que los escritores releguen el género hacia otros con mayor reclamo por parte de los lectores. Yo no lo creo.

Dentro del género dramático, la tragedia y la comedia siempre han gozado de un excelente público y de grandes adeptos, pero es cierto que hoy día cuesta encontrar una obra donde la comicidad supure en sus renglones. Quizás la última que tuve en mis manos fue La sombra del águila, de Arturo Pérez Reverte.

Pero por suerte para los nostálgicos del género y los amantes de la sonrisa, la carcajada, la comicidad y el divertimiento, tenemos un autor que ha demostrado valentía en estos tiempos de crisis en los que solo estamos ávidos en leer sobre beligerancias, semidioses y mitos escatológicos. Su nombre es: Alfredo Pérez, aunque firma sus obras con el seudónimo de Ricardo Lampert.


Alfredo, o Ricardo, como a él le gusta ser conocido en el mundo literario, nos presenta su segundo trabajo cuyo personaje principal, Bad One, ya tuvo sus aventuras y desventuras en la primera novela que editó, y que lleva por título: Bad One y el caso del doble asesinato en el Támesis. Así pues, es tiempo de presentaros su segunda novela: Bad One y el caso de la momia del museo Británico.

Sentaos y apretad la mandíbula con fuerza. Es el primer consejo que me permito ofreceros para que no sufráis un disloque de vuestra quijada. Y es que la elocuencia, la comicidad, el ingenio, las salidas locuaces de sus personajes y las situaciones de jocosidad con las que Ricardo nos regala, provocan unas carcajadas que descompondrán tu semblante.

Cerrarás las tapas de la novela. Pasearás frente a un bar, e inevitablemente, te tomarán por un chiflado cuando prorrumpas en tremendas risotadas, porque las situaciones y las escenas, te asaltarán sin previo aviso, y no te dejarán tranquilo en una larga temporada. Explotarás en mil risas contagiosas en el lugar más impensable, dado que, Bad One y el caso de la momia del museo Británico de Ricardo Lampert, es como el chocolate, que después de leída, deja ese buen sabor que perdura en el tiempo.

Sus personajes, son como te los imaginas, porque ellos hablan por sí mismos bajo la pluma y dirección de Ricardo, que los ha construido de una forma creíble y maravillosamente cómica. La vas a leer como suelo decir, en una sentada, de un tirón, si es que tu estómago resiste los envites de hilaridad y todavía mantienes la quijada en su lugar. Por cierto, no cometas el error de no leer los pies de página. No son nada al uso, ni demuestran erudición, y Ricardo no lo pretende, pero es que son para desternillarse.

No hace falta que os diga que la recomiendo con los ojos cerrados.

Y ahora, a esperar la tercera entrega que confío y deseo, no tarde en aparecer, para simplemente, regalarnos unas pocas tardes de sonrisas.

Sinopsis

Ricardo Lampert
BAD ONE es un detective de Scotland Yard, peculiar y con un carácter irritable y solitario. Ávido de investigar, se aburre si no tiene entre manos un caso interesante. Al fin un doble asesinato le brinda la oportunidad de lucir sus cualidades “innatas” en la investigación de este crimen: dos personas son halladas en el Támesis atados y cosidos de forma macabra por los labios. Otros personajes le sirven de comparsa para dar el juego necesario a la acción y al diálogo: su ayudante tartamudo Cocowa; su fiel amiga y consejera Agatha; el jefe Livingstone, con sus singulares teorías sobre la vida; Sara, la bella hija de éste y eterna enamorada de Bad; un islamista fanático y bajito empeñado, durante toda la novela, en dar muerte al detective. Además de todos sus compañeros de trabajo cuyos apellidos recuerdan, singularmente, a conocidas marcas de tabaco. La historia se desarrolla al hilo de la investigación de éste doble asesinato y a través de unas hilarantes situaciones, en donde no faltan el suspense, el sexo y la ternura, el mejor investigador de todos los tiempos: Badwind Eugene One tercero, nos conduce por las calles de Londres hacia un sorprendente final.

Mi manantial de Ternura, de Oscura Forastera

Título: Mi manantial de Ternura
Autora: Oscura Forastera
Editorail: LápizCero Ediciones
Año: 2011.
ISBN: 978-84-92830-50-3
Colección: La voz de Calíope.

Reseña de Ignacio Fernández Candela.

Beberse el manantial de un alma admirable

Confieso la adicción a la buena Literatura que me impregna de letra el fondo rebelde de mi alma- acaso reflejo de imparcial e inmisericorde espontaneidad- en constante búsqueda de razones que se me alleguen al corazón. Por ello leo a autoras como Oscura Forastera, seudónimo de una mujer admirable que tras la identidad de María sensibiliza un mundo demasiado real y lo convierte en una fantasía del espíritu, intemporal y anárquica, para establecer un orden nuevo de la sensibilidad con la que encandila a sus lectores.

Adicto y dependiente, bebo de su Mi Manantial de ternura con la implicación sucinta del sentir lector que se adhiere en cada párrafo a sabiendas de esas razones de un espíritu fuerte que se desparrama melancólico, con la consistencia de un ser luchador no exento de la virtuosa dulzura de las inspiraciones, en este caso tan carismáticamente personales.

Con las letras de Oscura Forastera la adicción y la dependencia son un privilegio de sencilla fortuna a la que tiendo a allegarme últimamente con la sensación de saciedad que me traspasa naturalmente en busca de más alma ajena para vislumbrar la mía propia. María sumerge, aísla, independiza el consciente para advertirla con la sugestión del inconsciente que la reconoce sutil a medida que se leen sus emociones trascritas con testimonial verso e inmanente relato tan afín a la buena letra. Oscura Forastera es reacia a la artificiosidad de las enmarañadas sugestiones, manidas, del amor y del sacrificio; imprime su propio impulso tajante, original, disparmente emocional sin perder la esperanza de las dulzuras pese a la adversidad de los designios del destino. Es amante de las veleidades en el detalle de las profundidades y honda observadora de las aparentes insignificancias para crear un mundo donde los hijos de su silencio se expanden, conformando un significado de versatilidades dispares que se dilatan en esencias, con la sensación de leer un espíritu en su más trascendente significación.

Mi Manantial de ternura es una maravillosa prueba literaria de la versatilidad de una creadora que sabe estimular el interior de los sentidos que la captan, con la imaginación sorpresiva de un corazón tan sentido como crítico, consciente de los devenires del sino y de la oportunidad de rebatirlos; no se acomoda en el conocimiento de lo aprendido sino que ausculta la desconocida capacidad que las musas facilitan con un magín desbordante. Magines que se desparraman en ocasiones como cascadas de frenéticas argumentaciones- sus novelas y cuentos son excepcionales muestras de su capacidad imaginativa: Lady Amy , Luna, Érase una vez una estrella, Heaven etc.- o como suaves cristalinidades que desembocan en este manantial de la dulzura que nos convoca a la reflexión sosegada de los sentimientos magnánimos, los que fluyen en el silencio de un despertar consciente de nuestra sustancia emocional ante el reto de la vida.

Mi Manantial de ternura comunica sentimientos dadivosos, fluyentes de una esplendorosa alma familiar, paradójicamente llamada Oscura Forastera… todo un manantial de inspiradas y claras dulzuras.

Ignacio Fernández Candela

lunes, 19 de diciembre de 2011

El corazón delator, de Edgar Allan Poe

El Corazón Delator
Autor : Edgar Allan Poe 

Reseña escrita por Fernando Pineda

El Corazón Delator es la historia un hombre que convivía con un viejo, al cual estimaba …; el viejo tenía un ojo parecido al de un ave de rapiña, y el hombre experimentaba muchísima rabia cada vez que el viejo lo miraba, esta furia llevo al hombre a decidirse a matar al viejo y así conseguiría librarse de esa mirada definitivamente, para siempre. 

El hombre concibió un plan por mucho tiempo la manera por la cual acabaría con la vida del viejo. Hasta que un día entró a la habitación del viejo y levantó el colchón de la cama junto con el viejo y lo lanzó al piso, el golpe que recibió el asesino fue certero y letal. Luego de asesinar al viejo, le seccionó la cabeza, las manos, las piernas, y levantó unas tablas del piso de la habitación y ocultó el cuerpo desmembrado en ese lugar. 

Minutos después, Tres policías llamaron a la puerta, los uniformados habían sido convocados por un vecino que había escuchado ruidos. El hombre se condujo con total normalidad, invitó a los policías a desfilar por la habitación del infortunado anciano y les dijo que este se hallaba de viaje, acomodó cuatro sillas casi en circulo, invitó a los policías a que se sentaran asiento y él, puso su silla sobre las tablas que ocultaban el cuerpo del desafortunado hombre . 

Mientras progresaba la conversación, el hombre empezó a percibir débiles sonidos nuestro protagonista interpretó que aquellos débiles sonidos se asemejaban al latido de un corazón, el hombre comenzó a inquietarse y mostrarse nervioso, ( el sonido era cada vez más fuerte y suponía que los policías también lo escucharían, entretanto los policías solo conversaban gustosamente. El latido del corazón exaspero al hombre, y este terminó por confesarle a los policías que él había terminado con la vida del viejo y había ocultado el cuerpo debajo de las tablas del piso.¡Es cierto! 


Siempre he sido nervioso, muy nervioso, y aun estoy terriblemente nervioso. ¿Acaso piensan ustedes que estoy loquito? La enfermedad agudizó mis sentidos en vez de destruirlos o embotarlos. Y mi oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que podía oírse en la tierra y en el cielo, también escuché muchas cosas en el infierno. ¿Entonces, cómo puedo estar loco? Escuchen... observen con cuánta cordura, con cuánta tranquilidad les cuento mi historia. Me es imposible decir cómo aquella idea me entró en la cabeza por primera vez; pero, una vez concebida, me acosó noche y día. Yo no perseguía ningún propósito. Ni tampoco estaba colérico. Quería mucho al viejo. Jamás me había hecho nada malo. Jamás me insultó. 

Su dinero no me interesaba. Me parece que fue su ojo...Asì empieza “ElCorazòn Delator de Edgar Allan Poe, la historia un hombre que vivía con un viejo. Con Edgar Allan Poe (1809 - 1849), narrador y poeta norteamericano, se inicia el cuento moderno tal como lo conocemos hoy. Cuando apenas contaba con veinticuatro años obtuvo el primer `premio en un certamen literario con su cuento "Manuscrito hallado dentro de una botella". Sus más famosos cuentos son: La caida de la Casa Usher, Los asesinatos de la Rue Morgue y El corazón delator. Su poema más famoso es El Cuervo, publicado en 1845. En 1849 muere en Nueva York, pobre, sumergido en la miseria y en un estado de abandono total a causa de su dependencia al alcohol. El corazón delator es uno de los cuentos más populares de Poe, a veces es llevado también al ámbito del teatro para presentarlo como un monólogo. Los cuentos de Poe se identifican por su fuerte ambientación en la que se provoca temor a sus lectores. Poe no solo fue maestro del cuento del misterio, sino que también fue uno de los innovadores de las historias policiales y de detectives, (Asesinato de la Rue Morgue).

La descripción pormenorizada del ambiente donde se desarrolla la narración es uno de los elementos más trascendentales del cuento y también de la novela modernos. Pero cuando esta ambientación está muy marcada se dice que el cuento es atmosférico, esto es que empieza a importar poco la trama, el personaje actúa afectado por esa ambientación. En este cuento la atmósfera que envuelve al narrador es aterradoramente sombría y está sugestionada por las aversiones del personaje, lo que crea un aterrador temor en el lector, que espera un desenlace funesto de acuerdo a sus fantasías. Poe siempre se caracteriza además por su tendencia hacia lo terrorífico, crea una sensación difícil de soportar de aprensión y temor en el lector y lo mantiene hasta el último instante, en suspenso. 


En “El corazón Delator”, el lector esta convencido hasta casi el final que el personaje principal (que viene a ser un anti-héroe), parece que se saldrá con la suya, porque el crimen es casi perfecto, pero Poe le da un giro impensado: se revela que el personaje principal realmente está trastornado. Los lectores quedan descolocados con este final pues siempre habían sido de la idea que el narrador no lo estaba. El relator se declara culpable por sí solo, y la causa para este giro es que el lector se percata que el narrador es victima de un desequilibrio mental: está loco y necesariamente debe ir al manicomio, y el lector se somete a este final, termina aceptándolo y se siente satisfecho porque es creíble.

viernes, 16 de diciembre de 2011

La Regenta, de Leopoldo Alas Clarín

La Regenta

Autor: Leopoldo Alas Clarín.

Reseña  escrita por   Fernando Pineda



En una ciudad de provincia, Vetusta, pasa sus días y sus noches Ana Ozores. De familia noble, su época de bonanza había quedado atrás. Casada con Don Víctor Quintanar, regente de la Audiencia, de allí sobrevenía el nombre, la Regenta.

 Ana se casó con Don Víctor, lo amaba poco y su matrimonio resultó de conveniencia. Bastante más joven que su marido, siempre le unió a aquel hombre más un sentimiento de amistad y gratitud que de amor marital, su vida se sucede entre la soledad y el hastío. Ana es una mujer huraña, carga con la frustración por no poder convertirse en madre y ambicionar encontrarse en la vida con algo mejor y desconocido. Así las cosas, la religión se transforma en la única válvula de escape dentro de la ciudad.

Después de conocer a Don Fermín de Pas, Magistral de la catedral, este se convierte en su confesor. Ana se siente seducida y experimenta una gran admiración por él. Pero la religión no le resulta suficiente. Con el tiempo, conoce a Don Álvaro Misael Don Juan de Vetusta, quien pronto se enamora de la Regenta; ella  desde que lo conoce ya no se siente tan triste. El Magistral no disimula sus celos, sin embargo, Ana y Álvaro se convierten en amantes. El Magistral se acuesta con Petra, la criada de Ana, a la que le ordena que espíe a Ana con la promesa de convertirla en su nueva criada. Petra, un día, le cuenta que ha sido testigo de alguna vez cuando Ana se acuesta con Don Álvaro, quien trepa por el balcón de la habitación de la Regenta, mas de una noche. Es entonces cuando

El Magistral trama un plan. Le solicita a Petra que adelante una hora el reloj de Don Víctor, el marido de Ana. Éste observa a Don Álvaro saltar del balcón de su mujer. Cuando finalmente, Don Álvaro obtiene el amor de Ana, su amor es desenmascarado y la reputación de la regenta se arruina, por completo. La ciudad le da la espalda y su marido Don Víctor se ve obligado a retarse a muerte con el amante de su esposa Don Álvaro. En este duelo muere Don Víctor , después Mesías huye y Ana queda completamente abandonada a su suerte. Incluso el sacerdote la rechaza cuando le ruega clemencia..Cae enferma durante un mes. El Magistral le echa una mirada con su mejor expresión de asesino. Ana siente miedo y cae desmayada, y el hombre se marcha dejándola tirada en el suelo. Celedonio, al encontrarse a la Regenta desvanecida, la besó en los labios y ésta sintió que la besaba un frío y repulsivo sapo. :El tema medular de la novela es el del adulterio de Ana Ozores.

El desarrollo de este tema se hace escrupulosamente a lo largo de toda la obra mediante la confrontación de las costumbres, la historia y el cuadro de valores morales de una ciudad imaginaria. La novela nos presenta a una sociedad sumamente estructurada. Este dato le sirve al lector para imaginar cómo sería la sociedad de la época, con el alto clero siempre vinculado con la aristocracia. La Regenta nos brinda un esmerado retrato de la época de la Restauración. Al mismo tiempo nos ayuda a recordar cómo era la situación política de entonces , con la alternancia en el poder de liberales y progresistas Las componendas que se llevaban adelante en las elecciones, con la compra de votos y voluntades por los caudillos locales, la clase media apenas asoma y el pueblo llano, trabajador y asalariado, casi inexistente, se ve sólo efímeramente.. La Regenta es una pintura de la España de la Restauración. Clarín crea en su novela un microcosmos ciertamente singular,

Vetusta, por el que se mueven nada menos que ciento cincuenta personajes a los que aplica el bisturí con mano diestra, dejándolos al desnudo para que el lector pueda verlo como si lo viera a través de rayos equis Aunque el ambiente de la Restauración sea el entorno preciso en el que se desenvuelve la historia de Ana Ozores, no estamos ante una novela histórica Las referencias a los sucesos políticos de esos tres años en los que se desarrolla la trama brillan por su ausencia. No era esa el propósito del autor: el marco histórico y social se da por sobreentendido. Leopoldo Alas escoge una técnica de distanciamiento más afín con sus propósitos; por eso, la acción se desarrolla en Vetusta y no en Oviedo, aunque el lector que conoce Oviedo no deje de reconocer cada uno de los escondrijos de la pintura de Vetusta como una réplica de esta ciudad.

La obra de Clarin es fundamentalmente una novela psicológica cuyos personajes, tanto protagónicos como secundarios, dejan al desnudo su alma no sólo ante el lector sino ante sí mismos. El marco histórico y social está latente porque en otras circunstancias, en otra sociedad, hubieran sido totalmente opuestos a como realmente son. Es suficiente. Solo excepcionalmente y rara vez encontramos la voz del narrador dirigiéndose al lector. No estamos, ciertamente, -y tampoco-ante una novela de tesis. El autor no intenta esbozar a través del relato ninguna opinión particular. “La Regenta” de Leopoldo Alas Clarin es una novela integral, un mosaico en el que los personajes exhiben cada uno su particular reflexión sin que en ningún momento surja la ideología del autor. 

jueves, 15 de diciembre de 2011

Turismo sostenible y bienestar social, de Matías González y Carmelo León


ERASMUS EDICIONES
212 Pgs. / 19.00 €
Rústica / 160 x 240 mm.
ECONOMIA; ECONOMIA APLICADA
EMPRESA.MANAGEMENT.NEGOCIOS;
ECOLOGISTA;
El paisaje y el clima son bienes públicos. El turismo de masas a de ayudar a preservarlos. Este libro nos explica (a usuarios, a los empresarios de esta industia ya los políticos) cómo hacerlo.

Sinopsis:
El turismo es una de las principales industrias globales de hoy. Tiene grandes impactos ambientales en nuestra era de cambio climático. Por ello, es fundamental para el bienestar social que esta industria esté fuertemente comprometida con la sostenibilidad. El libro identifica los rasgos que el turismo ha de tener para contribuir, de forma decisiva, al bienestar común. Y sugiere qué innovaciones estratégicas ha de acometer, para todo ello, la sociedad en general, y las empresas turísticas de masas, en particular.

Y además ...
El autor dirige la Cátedra UNESCO en Planificación Turística.
Exponen las interacciones entre el turismo, la sociedad y el medioambiente.
Este libro responde a las nuevas necesidades ecológicas. preservarlos. Este libro nos explica (a los usuarios, a los empresarios de esta industria y a los políticos) cómo hacerlo.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Relato corto, Los pendientes.

LOS PENDIENTES

En el instante menos esperado, se cercena toda tu vida. Todo tu futuro arrojado a la inmundicia por un atroz crimen.
Laura y yo acabábamos de regresar de nuestro viaje de novios. Andrés, mi amigo de la infancia se ocupo de llevarnos hasta el aeropuerto de Reus en nuestro viaje de ida. Permanecimos diez días inolvidables en la Costa Azul, disfrutando del sol, la buena gastronomía, los casinos y salas de fiestas, rodeados de todo el lujo que una pareja de recién casados de nuestra posición podía consentirse.
Recuerdo que nada más llegar al hotel ella se detuvo en la joyería. No perdía ojo a unos pendientes con dos rubís engarzados en oro blanco. Debo reconocer que eran preciosos y que tras probárselos, los dos nos enamoramos de ellos. El rojo de las piedras combinaba perfectamente con su blusa roja y sus pantalones blancos y resaltaba su tez bronceada bajo el color dorado de sus cabellos. Estaba radiante y en realidad tampoco resultaron ser tan caros.
Regresamos con un día de retraso así que sin perder tiempo, deje a Laura en nuestra casa y yo surgí sin dilación alguna hacia la oficina. El trabajo me aguardaba y todo apuntaba que a mi jefe no le sentó nada bien que retornara con veinticuatro horas de dilación.
Después del viaje y un agotador día en la oficina me dirigí hacia nuestro hogar en Tarragona 2, un precioso chalet adosado con jardín comunitario y una piscina en la que deseaba zambullirme de cabeza y donde Laura me esperaba con los brazos abiertos.
La sorpresa fue hallar mi casa atestada de policías y a mi querida Laura, desnuda en la cama con la cabeza abierta. Estaba bañada en sangre, una sangre oscura que en nada se parecía al rubí de sus pendientes.
Un inspector bajito y con el cráneo rapado tuvo la decencia de cubrir su cuerpo con un embozo tan pronto se enteró de que yo era su marido.
El inspector Lloberas apenas me permitió verla. Yo no podía asimilar lo que mis ojos acababan de ver. Sentí un enorme desfallecimiento, mis piernas me fallaban y la casa daba vueltas a mí alrededor. El inspector me tomo por el antebrazo y me llevó al comedor mientras procuró que bebiera un sorbo de brandy. Ni siquiera el abrasador licor me hizo reaccionar. Laura acababa de ser asesinada.
Mientras yo permanecía en trance sentado como un monigote en el sofá del comedor, con la mente perdida en la imagen de ella y diciéndome que pronto despertaría de esa pesadilla, sonó el teléfono. No pude reaccionar, no me daba cuenta de que el estridente pitido de llamada no cejaba. El tono ceso un instante para al momento reiniciar su estruendo con su hiriente melodía. Recuerdo que pensé en cambiar el tono. No entiendo como en circunstancias como esa te viene a la mente cosas tan anodinas y absurdas. El inspector Lloberas me trajo al presente aferrándome por el hombro, me señalo con el mentón el aparato telefónico y me pidió con un leve gesto que lo descolgara.
Todavía tardé unos segundos en reaccionar y agarrar el aparato. Al otro lado del auricular se encontraba Andrés. Quería vernos a los dos, a Laura y a mí para cenar juntos. Se excusaba por no haber podido ir a recogernos, según decía, nos esperaba ayer y hoy había tenido que viajar hasta Barcelona por motivos de trabajo y recién acababa de llegar a Tarragona.
No recuerdo el tiempo que permanecí mudo con el aparato pegado a la oreja, hasta que pude darle la noticia. Hablé con voz apagada, ni yo mismo reconocía mi voz.
El siguió hablando pero yo apenas le escuchaba, tenía la mirada fija en un punto indeterminado del suelo y no atendía la voz de mi amigo que intentaba consolarme. Hablaba de Laura como si fuera una diosa. Me contaba lo buena pareja que hacíamos, lo hermosa que estaba con aquellos pendientes de rubís, cuando nos llevó a Reus y se despidió de nosotros.
Tragué saliva con dificultad mientras me daba un vuelco el corazón. Colgué el teléfono aterrado, sabiendo que acababa de hablar con el asesino de mi mujer.

Autor Amando Lacuev
             © Obra registrada 2011

             Reservados todos los derechos.

El nombre de la rosa, de Umberto Eco

El Nombre de la Rosa
Aurtor: Umberto  Eco

Reseña escrita por Fernando Pineda


Tras haber escrito innumerables ensayos y teorías, Umberto Eco, en 1980 publica su primera novela: El nombre de la rosa. A través de la narración de setecientas ochenta y cuatro  páginas, logra plasmar una estupenda reconstrucción de la época, del modo que enfrentaban la vida los monjes de la abadía benedictina, y las corrientes de pensamiento del siglo XIV.El dogma, la inquisición y el misterio se aúnan en esta novela para dar paso a una investigación sutil e intrépida de Guillermo de Baskerville, monje franciscano y su ayudante Adso de Melk.

.La mayor virtud de la novela de Humberto Eco reside en explicar magistralmente pasajes extravagantes, únicos, sumamente detallados, que ayudan al lector a poder percibir cada suceso que allí  ocurre, cada rincón de la abadía y de un modo especialmente particular, esa grandiosa biblioteca donde han de investigar ambos monjes. El Nombre de la Rosa , es una novela que no se puede dejar de leer. De lectura engorrosa, a veces un poco densa, sin embargo, mantiene la atención del lector con un alto grado de intriga . Con Juan XXII, al frente del papado en 1327, en plena Edad Media, arriban a Italia el franciscano Guillermo de Baskerville, fraile británico y reconocido con un pasado como inquisidor, con la excusa de organizar una reunión donde se discutirá la aparente conversión de una rama de los franciscanos, llamados los espirituales.

. Para llevar adelante este cometido le acompaña su joven discípulo, el novicio benedictino Adso de Melk, que no es otro que el propio narrador en esta novela ya anciano y estimulado por sus recuerdos de juventud. Presentado como hijo de un noble austriaco, el Barón de Melk se entrega totalmente a su misión como adjunto en la investigación confiada por el abad de la abadía, el reciente fallecimiento de un monje, ocurrida en circunstancias por demás extrañas. La abadía está ubicada en los Apeninos septentrionales italianos; célebre es la gran biblioteca que conserva dentro de sus murallones esta gran abadía, que guarda una serie de  normas un tanto estrictas, por ejemplo, no todos los monjes o curiosos tienen acceso a ella. Sin embargo, Guillermo y Adso logran evadir esos obstáculos y así logran descubrir que, en realidad, las muertes se suceden a propósito de la existencia de un libro que se creía extraviado: el segundo libro de la Poética de Aristóteles. Entre tanto, un fanático y ciego monje llamado Jorge de Burgos, el cual resguarda y oculta el dichoso libro, intenta evitar por todas las formas posibles que Guillermo llegue a descubrir la verdad de sus investigaciones, hasta el punto que, viendo como otros estaban prestos a descubrirlo todo, no tiene mejor idea que empezar a devorar las mismísimas páginas del libro. En medio de la discusión entre Guillermo y este anciano monje, un pavoroso incendio se desata en la abadía y la biblioteca arde totalmente.

.Así es como se suceden sin solución de continuidad hechos dramáticos y muertes varias en extrañas circunstancias, que Guillermo y Adso van investigando en la abadía, pero que al mismo tiempo les lleva a armar presunciones y pistas sobre lo más tenebroso del cristianismo, a la par de otras historias sobre la inquisición. El libro no tiene desperdicio, y es en realidad una historia policíaca ambientada en la época medieval. El enfrentamiento entre Guillermo de Baskerville (científico, metódico y racional) y Jorge de Burgos (ex-bibliotecario ciego del monasterio, delegado del misticismo y la religiosidad , que pone todo su empeño en ocultar el libro de los demás), máximo cumplidor de las muertes al envenenar a todo aquel que ha leído la Poética , es uno de los puntos más culminantes  de todo el libro. Finalmente, es justamente esta riña entre ambos (Jorge intenta quitarle la vida a Guillermo cuando éste descubre el ejemplar del libro y no sucumbe en la trampa del primero) es el que ocasiona la destrucción no sólo del libro, sino la aniquilación de la biblioteca y de toda la abadía en un incendio iniciado no casualmente en la biblioteca.

.Con características propias de la novela gótica, adentrándose en la crónica medieval, incursionando en la novela policíaca, con el relato filosófico en clave y con la alegoría narrativa en su máximo esplendor, “ El nombre de la rosa” ofrece al lector mas de un punto de interés: primero, una trama mas que atractivo y con un sinnúmero de golpes de efecto, que cuenta las actividades detectivescas de Guillermo de Baskerville para desentrañar los crímenes de una abadía benedictina; segundo, la reconstrucción prodigiosa de una época singularmente conflictiva, reconstrucción que no se conforma en detenerse en lo exterior, sino que pone especial énfasis en describir las formas de pensar y de sentir del siglo XIV; y tercero, la forma y el modo en que Umberto Eco el ensayista, ha pergeñado su primera novela, por haber develado aquello sobre lo cual es imposible  teorizar, aquello que hay que narrar. La lectura de esta novela nos aproxima al conocimiento del mundo medieval, en particular subraya la importancia de la religión en el pensamiento y la vida de las masas. La vida en los claustros y las luchas entre las distintas corrientes religiosas son ejes que dan forma al argumento de esta obra.

martes, 13 de diciembre de 2011

El capitán Alatriste, de Arturo Pérez Reverte


Páginas: 248
ISBN: 978-84-204-8353-5
EAN: 9788420483535
Editorial: Alfaguara
Precio: 16.10 €


Reseña de José Luís González Gancedo.


Que buen vasallo si hubiera tenido buen señor
2/11/11
Hace unas cuantas Lunas, a raíz de las frases “cuando la noble dama lo crea pertinente iré a buscarla con la lanza en astillero” y “ya preparé el ajuar, ya nos podemos largar” dos personas muy estimadas por mí preguntaron: José, ¿a que a ti te gustaría haber nacido en otra época?.
Unos cuantos amaneceres después, en estos días en los que el Lunes es el mejor día de la semana gracias a “Águila Roja”, y a un servidor le gustaría ser tan frío como el acero de una espada, ha sido una extraordinaria vía de escape la lectura de las aventuras del capitán Alatriste, ese bravo espadachín que sirvió en los Tercios Viejos que combatieron a lo largo y ancho de la Vieja Europa para mayor gloria de Felipe IV, un monarca que, como tantos otros a lo largo de la larga historia de España, hizo uso y abuso de su poder para beneficio suyo, y desgracia de ese pueblo que, prisionero de la ignorancia, ante el impresentable señor que le toco en suerte se comporto como un buen vasallo.
1622: Iñigo de Balboa, deja su Oñate natal y viaja hasta Madrid para ponerse al servicio de Diego Alatriste y Tenorio compañero de armas de su fallecido padre al que, mientras agonizaba entre sus brazos a consecuencia de las mortales heridas recibidas durante el cerco de Jülich, juro que se haría cargo de él si salía vivo del infierno en la tierra que fue la Guerra de Flandes.
A lo largo de 205 páginas, el joven Iñigo da cuenta de las andanzas por la Villa y Corte del “capitán Alatriste”, un hombre que no era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente.
Como tantos otros soldados sin guerra, mientras espera que una nueva operación de castigo contra los Países Bajos, Francia y La Pérfida Albión ponga en marcha la letal máquina militar que eran Los Tercios Viejos, Alatriste sobrevive poniendo su destreza con la espada al servicio de aquellos que no tenían los arrestos necesarios para solventar por si mismos sus propias querellas.
A medida que avanza la lectura asistimos a duelos a
espada librados en oscuros callejones, duelos en los que los contendientes dejan de lado el romanticismo de las novelas de caballería a sabiendas de que jugar limpio cuando va a escote el pellejo, es algo que contribuye a la salvación del alma en la vida eterna; pero en lo tocante a la de acá, la terrena, supone el camino más corto para abandonarla con cara de idiota y un palmo de acero en el hígado.
Dejando bien a las claras que Alatriste de santo varón tiene lo justo, Iñigo de Balboa no deja pasar la ocasión de mostrar que, a su manera, es un hombre mejor que muchos de sus compatriotas gracias a su particular código, un código que le obliga a darse de baja en el Tercio de Cartagena para no participar en la matanza de hombres, mujeres y niños que fue la represión de la revolución de los moriscos de Valencia, y a enrolarse en el Tercio de Nápoles que combate contra turcos y venecianos dado que puesto a degollar herejes prefiere que estos sean adultos y puedan defenderse.
Propio de un corresponsal de guerra es el relato de la batalla de Nieuport librada entre España y las Provincias Unidas y durante la cual las compañías del viejo Tercio, erizadas de picas, formadas en cuadro alrededor de sus banderas desgarradas por la metralla, escupiendo mosquetazos por los cuatro costados, se retiraban muy despacio sin romper la formación, impávidas, estrechando filas después de cada brecha abierta por la artillería enemiga que no osaba acercárseles.
Cabe hacer también hacer mención al descorazonador y realista retrato de la España de aquellos días, un país gobernado por Felipe IV – un rey joven, simpático, mujeriego, piadoso y fatal para las pobres Españas y sus súbditos – en cuya corte todo podía comprarse con dinero, hasta las conciencias.
Ese tiempo infame llamado Siglo de Oro y durante el cual, por desgracia, los gestos caballerescos y hospitalarios, la misa en días de guardar y pasear con la espada muy tiesa y la barriga vacía no sirvieron para llenar el llenar el puchero o poner picas en Flandes, sin duda alguna, ha acabado siendo visto como un tiempo que a pesar de todo lo malo mereció la pena gracias a que, entre la corrupción del clero y la aristocracia y la incompetencia de los gobernantes, tuvieron cabida los cuadros de Diego Velázquez, los versos de Lope de Vega y los ácidos sonetos de Francisco de Quevedo, artistas todos ellos con los que, en compañía de Alatriste, tendremos la suerte de compartir unas jarras de vino en La taberna del turco.
En resumen, una extraordinaria novela que ha hecho mas llevadera la existencia de este héroe solitario que a pesar de que sabe que esta condenado a la derrota venderá caro su pellejo valiéndose de las mejores armas: amigos fieles, una mujer por la que bien merece la pena batirse en duelo y un buen libro...

Mis mejores lecturas 2011

No queremos dejar la oportunidad y los días en los que nos encontramos, para felicitaros las fiestas y desearos una feliz salida y entrada de año nuevo. Esperamos que los deseos no cumplidos en este, junto con los nuevos, se realicen en el próximo. Pero seguro que ha sido un año de apasionantes lecturas y queremos conocer qué libros os han gustado más. Así que puedes poner los títulos que desees, aquellos que te han dejado un buen sabor de boca, aquél que no pudiste parar de leer, aquel con el que aprendiste tanto y tanto, aquel que te hizo soñar. Compartelo con todos nosotros.

Felices Fiestas.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Relativamente, relatos de la imaginación. Varios autores

Título: Relativamente, relatos de la imaginación
Autores: Varios autores
Projecto: Grupo de autores !Ho he venido aquí a hablar de mi libro
Portada: Alejandro León
Prólogo: A.M. Caliani
Idea, coordinación: Amando Lacueva
Año: 2011
Disponible en sistema digital.


PROYECTO SOLIDARIO
Por deseo expreso de los autores y de todos los que han colaborado en la creación de este compendio de relatos, los beneficios se destinarán a CÁRITAS de forma integra.

Querido lector:
         Tienes ante ti unos breves retazos de creatividad de un grupo de autores a quienes nos une algo muy especial llamado compañerismo. Algunos de nosotros hemos publicado algún que otro libro que podrás encontrar en tu librería favorita —o en esa tienda omnipresente que es internet—; otros aún no lo hemos hecho, y otros... nunca lo haremos. Para algunos es parte de nuestra vida profesional. Para otros, escribir es sólo un hobby. Entre nosotros, hay quien se sumerge en una larga historia que acaba siendo novela, pero también hay quien prefiere contar cuentos breves que, como una tapa de diseño, nos dejan un gusto especial en la boca que recordamos durante mucho tiempo. Somos muy diferentes, pero tenemos algo en común: todos los que participamos en este libro caminamos juntos, de alguna manera, en esta aventura apasionante que es el mundo de la narrativa.
         Nuestra intención es que nos acompañes a lo largo de estos relatos. Esperamos que en las páginas siguientes sonrías, te rías, te emociones, pases miedo, te sorprendas... Si conseguimos algo de esto, podremos decir con la boca llena de orgullo: misión cumplida.
Ojalá que las páginas que siguen te cautiven y, sobre todo, te entretengan.
Gracias.
A. M. Caliani

Puedes adquirirlo en:

Soy alcóholico, historia de una enfermedad, de Ignacio R. Marín Vega

SOY ALCOHOLICO. HISTORIA DE UNA ENFERMEDAD
  • Nº de páginas: 454 págs.
  • Editorial: ERIDE
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788415160342
  • Año edicón: 2011
  • Plaza de edición: MADRID
IGNACIO R. MARTÍN VEGA

Reseña de Francisco J. Portela


En la coctelera echaré varios ingredientes:
sabiduría que tú me proporcionas, Dios mío,
bondad, humildad y coraje; que junto a la predisposición e ilusión,
que asentaré en la
cara oculta de mi corazón, será pócima ideal para reconvertir situaciones
que se antojan como imposibles.
(fragmento de la arenga con que el autor finaliza esta novela)

Soy alcohólico. Historia de una enfermedad” (Éride Ediciones), es la ópera prima de Ignacio Ramón Martín Vega, zaragozano, nacido en julio de 1961 y actualmente reside en Anchuelo (Madrid). El hecho del nacimiento de su primer hijo le hizo que su vida cambiase, que tenía un mundo nuevo de responsabilidades que no supo afrontar y cuando se dio cuenta tenía una conducta aditiva claramente policonsumidora. Una noche a solas decidió que tenía que pedir ayuda y ponerse en manos de alguien que le supiera sacar de su dependencia del alcohol y de las otras sustancias que consumía. En el año 2005 se atrevió a enviar un relato corto al programa de Juan Antonio Cebrián: La Rosa de los Vientos. Para su sorpresa se lo emitieron, narrado por el periodista Paco de León. Terminado su proceso terapéutico nos sorprende con esta novela.
Y digo que nos sorprende porque me enganchó desde la primera página hasta la última. Es una novela escrita con el corazón y para que llegue al corazón de aquellos que la lean. Empatizamos desde el primer momento con Alonso pese a su condición de alcohólico. Pero pronto nos damos cuenta de que, según avanza la lectura de este precioso relato es, realmente, un enfermo, no un vicioso que mediante artimañas pretende engañar a los demás para así recuperar a su familia.
Narrada en tercera persona, el autor, a través de Alonso, su alter ego, tras ver la muerte de cerca, se decide a salir del pozo en el que se encuentra hundido. Su hija lo acoge en su domicilio a regañadientes, dado el odio que tiene hacia él por el daño que les hizo. Este hecho influye en nuestro protagonista para ponerse en manos de una asociación e intentar recuperar una vida que creía perdida. Se da cuenta de que es la única forma de recuperar a su familia pero para ello tiene que someterse a un proceso largo de terapia y lograr sus propósitos con mucha fuerza de voluntad y constancia. A lo largo del relato vemos cómo va superando los miedos, los demonios, los temores a hundirse otra vez. Ve que se siente arropado por los compañeros de terapia y el cambio de su comportamiento hace que primero su ex mujer, Adriana, y poco a poco, sus hijos, vuelvan a entrar en su vida. Pero acuden a la terapia otros personajes que irán apareciendo a lo largo del relato y como él también necesitan ayuda. Es el caso de Alfredo, de Demetrio o de la hermana de Adelina. Ellos también sufren esa enfermedad y sus familias las consecuencias de la misma.
Es una novela de fácil lectura, escrita con un lenguaje sencillo pero al mismo tiempo duro en muchas ocasiones, porque lo hace sin tapujos, le llama a las cosas por su nombre. Esta crudeza del lenguaje es lo que hace que el autor nos transmita con realismo sus vivencias. Este realismo mantiene el interés sobre los acontecimientos que Ignacio R. Martín Vega nos va presentando a lo largo de los capítulos de que consta su obra. Nos encontramos con escenas duras que nos demuestran que los causantes de ellas muchas veces no son dueños de sus actos. Nos hace pasar por situaciones como la violencia de género, discusiones, atraco con arma blanca, incluso algunas escenas eróticas. Es una obra llena de situaciones reales como la vida misma.
He descubierto un escritor que sabe llevarnos bien por su obra durante su lectura, pues nos emociona, nos hace reir, soñar, vivir todos los sentimientos por los que puede pasar un ser humano. Realmente merece la pena leerla, pues entretiene y al mismo tiempo nos enseña que podemos superar momentos difíciles en nuestra vida si nos lo proponemos.